Explosión y muerte de Aguada San Roque: «No soy corrupto, no recibí ni un peso de más»

El juicio terminó con el descargo de dos de los imputados. El lunes y martes, los jueces y los abogados se trasladarán a Cutral Co para los alegatos y se conocerá el veredicto.

Durante 40 minutos, el exsubsecretario de Obras Públicas Roberto Deza hizo una enfática defensa de su desempeño en el cargo mucho más allá de la actuación puntual e individual en el expediente de la obra de la escuela de Aguada San Roque por la cual lo juzgan. Por el contrario, memoró los 23 años que se desempeñó en el organismo al que ingresó bajo las órdenes de Ricardo Esteves, las «2.100 obras públicas que ejecutamos» en ese período, y se refirió a los otros funcionarios imputados como «un equipo».

El ingeniero Deza habló -sin responder preguntas- en el cierre del juicio oral por la explosión que causó tres muertes en la obra de ampliación de la escuela de Aguada San Roque, ocurrida el 29 de junio del 2021, y respondió algunas de las afirmaciones que los 48 testigos hicieron en las diez audiencias. Los alegatos serán lunes y martes en Cutral Co, y luego se conocerá el veredicto del tribunal integrado por Maximiliano Bagnat, Ignacio Pombo y Lisandro Borgonovo.

Otro que dirigió unas palabras a los jueces fue el arquitecto Diego Bulgheroni, director técnico de la empresa Arte Construcciones. También se descargó de toda responsabilidad, pero con un discurso más breve y al que le imprimió cierta emotividad.

«Yo sé que las vidas de Mónica, Mariano y Nicolás son irreparables, es una tragedia gravísima, cualquier cosa que diga no va a mitigar el dolor de los familiares. Es una cosa que me atraviesa la vida hace tres años y no me la voy a olvidar nunca», dijo.

Marcela Altube, la pareja del gasista Nicolás Francés, se molestó con las palabras finales de los imputados. Consultada por diario RÍO NEGRO, dijo: «Quieren ser más víctimas que nuestros muertos, y me duele eso, porque la que padece la ausencia, el dolor y la tragedia día a día, y la que en cada audiencia estoy velando a mi marido, soy yo».

Una vida dentro del Estado


Roberto Deza: «Hemos hecho muchas obras y nunca con mala intención». (Cecilia Maletti)

Deza tenía decidido reservarse el derecho a usar la última palabra desde el primer día. Se lo vio tomando apuntes durante todo el juicio, y ayer desplegó su fino conocimiento de las hendijas de la administración pública adquirido en su larguísima trayectoria en el Estado al que ingresó en 1988, por lo que tuvo empleo bajo prácticamente todos los gobernadores de Neuquén desde el restablecimiento de la democracia.

El exsubsecretario de 69 años -se jubiló en diciembre del 2023, cuando el MPN dejó el poder- afirmó entre otros puntos que «no consentí la incorporación de documentación falsa al expediente». También aseguró que «no correspondía la aplicación de una multa» a Arte Construcciones, la empresa contratista de la obra en la escuela. Añadió en otro orden que «no habilité a la Tesorería General de la provincia a pagar el certificado. La Contaduría General hizo la auditoría previa, aprobó el expediente y firmó la orden de pago».

«Los operarios»


Utilizó el impersonal «los operarios» para referirse a las personas que estaban trabajando el día de la explosión, entre ellos los fallecidos Nicolás Francés y su sobrino Mariano Spinedi que había ido a ayudarlo.

«Los operarios tenían la función de realizar trabajos nuevos, complementarios, que nos había pedido el ministerio de Educación y que no estaban en el contrato original», expresó.

Cerró su intervención señalando que su intención era «defender la actuación del organismo (Obras Públicas), su funcionamiento se inició en 2001, todos hemos sido partícipes, hemos hecho muchas obras y nunca con mala intención sino todo lo contrario, de la mejor manera posible, dentro de las leyes».

Profesional independiente


Bulgheroni: «Yo no pude haberlo evitado ni participé de ese hecho». (Cecilia Maletti).

Por su parte Diego Bulgheroni también buscó desligarse de las acusaciones. Afirmó que «prestaba servicios como profesional independiente, facturaba mis servicios a Arte Construcciones», y aclaró que «no contraté a Eduardo Afione ni a Nicolás Francés».

Arte Construcciones es la empresa de otro imputado, Héctor Villanueva, que subcontrató a Eduardo Afione.

También aclaró Bulgheroni que «no soy matriculado de gas, no intervengo ni en los planos ni en las aprobaciones del prestador. Todos esos trabajos los hizo Nicolás. Yo no lo conocía, me lo presentó Afione».

Respecto de los trabajos adicionales, se despegó: «se me ordenó que los hiciera, yo no intervine en cuestiones contractuales».

«Ni un peso más»


«No soy ni fui corrupto, no recibí ni un peso más de lo que acordé con Villanueva por la facturación mensual«, enfatizó.

El arquitecto dijo que «la obra era una remodelación, se presentaron irregularidades sobre cosas que yo no tenía potestad. Yo no pude haberlo evitado ni participé de ese hecho. Sé que las vidas de Mónica, Mariano y Nicolás son irreparables, es una tragedia gravísima, cualquier cosa que diga no va a mitigar el dolor de los familiares, es una cosa que me atraviesa la vida hace tres años y no me la voy a olvidar nunca».

Los otros acusados -Carlos Córdoba, Raúl Capdevilla, Sergio Percat de Obras Públicas y Héctor Villanueva de Arte Construcciones- mantuvieron silencio como en todo el juicio.

«Quieren ser más víctimas que nuestros muertos»


Marcela Altube: «En cada audiencia estoy velando a mi marido». (Cecilia Maletti)

Marcela Altube, la compañera de Nicolás Francés durante 13 años, asistió a las diez audiencias del juicio, y se trasladará a Cutral Co el lunes y martes para los alegatos y el veredicto.

Este viernes escuchó a Roberto Deza y Diego Bulgheroni cuando dirigieron las últimas palabras al tribunal, y no quedó conforme.

«Me parece una falta total de respeto que a horas de los alegatos estos personajes sean todos secretarios, encargados de leer y no encargados de verificar y constatar, sobre todo por los títulos que tienen, ingenieros, arquitectos», dijo a diario RÍO NEGRO.

«No importa si tenés 30 o 100 escuelas, son funcionarios, siempre están acompañados de un equipo de trabajo», agregó. «Esa gente como Deza me sorprendió, dijo que era ingeniero civil, hidráulico, muchísimos títulos, si él está a cargo, más allá que tenga que poner la firma, tiene que ir y constatar lo que ocurre. Y el otro personaje que habló, Bulgheroni, con más razón, tiene que ir a ver si esa obra se está haciendo desde el techo o desde los cimientos. Los mteriales los proveía la empresa que él representaba».

Marcela agregó que «él era consciente que Nicolás tenía muchísimos trabajos de campo, pero un matriculado de segunda (como era Francés) no tiene firma para pedir inspecciones. Para eso está el arquitecto y el maestro mayor de obra, eran ellos los responsables de la firma».

«Lo que les pasa ahora que están todos conmovidos, a mí esas lágrimas de cocodrilo no me sirven«, continuó. «Quieren ser más víctimas que nuestros muertos, y me duele eso, porque la que padece la ausencia, el dolor y la tragedia día a día, y la que en cada audiencia estoy velando a mi marido, soy yo».

«Para ellos es un trámite, lo que hicieron fue una jugada, decir ‘yo estaba en la oficina’, ¿y quién querían que inspeccione esa obra, el portero?» se preguntó.


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