Evidencias comprometen a los hermanos Ríos en el crimen de Axel Alvarado, en Bariloche

Las evidencias recolectadas por la fiscalía en lo que va de la investigación comprometen a los hermanos Manuel y Nicolás Ríos Mella en el homicidio de Axel Alvarado Peralta, afirmó el fiscal Marcos Sosa Lukman. El homicidio ocurrió la madrugada del 16 de octubre pasado a la salida de un local bailable de Bariloche.

Por eso, reformuló los cargos contra los imputados. Cuando empezó la investigación, tras la detención de tres sospechosos, el fiscal los acusó por homicidio en riña porque no había establecido qué rol cumplió cada uno de ellos en el homicidio, pero ahora con las evidencias que tiene la fiscalía, la imputación se agravó para los hermanos Ríos.

Sosa Lukman atribuyó a Manuel Ríos (36) haber sido el autor de las cuatro puñaladas que mataron a la víctima. Calificó el hecho como homicidio simple. Y acusó a Nicolás (27) como partícipe necesario. Mientras que al tercer sospechoso, Gabriel Villarroel (37), lo imputó de partícipe secundario, porque sostuvo que no estuvo en el momento de la agresión.

El juez Ricardo Calcagno admitió la reformulación de los cargos, en una audiencia que se hizo el miércoles, en la principal sala de audiencias de Tribunales de la calle John O´Connor al 20 de esta ciudad.

El fiscal recordó que la madrugada del 16 de octubre pasado, dos grupos se pelearon en el interior del local bailable Años Dorados, ubicado en Onelli y Neuquén. El personal de seguridad expulsó a los revoltosos, que siguieron la riña en la calle.

Indicó que Manuel Ríos atacó con una arma blanca a la víctima, con la complicidad directa de su hermano, que amenazaba a otros dos jóvenes para impedir que auxiliaran a Alvarado Peralta. Después, huyeron en un auto Toyota. Alvarado Peralta murió en el hospital Ramón Carrillo por la grave hemorragia. Tenía 27 años.

Sosa Lukman explicó que a partir de los testimonios de testigos, sumado al análisis de las grabaciones de las cámaras de seguridad, ubicadas en el lugar donde ocurrió el crimen, y la explotación forense de los celulares de los hermanos Ríos, se pudo aclarar la participación de los imputados en el hecho. El fiscal expuso en la audiencia varios mensajes y llamados sospechosos que hicieron y recibieron los hermanos Ríos tras el ataque a la víctima.

Dijo que no habían podido encontrar hasta el momento ni el arma blanca ni la ropa que usaron los sospechosos esa noche.

Comentó que falta recibir el informe de los análisis de ADN que se hicieron de las manchas de sangre que los peritos levantaron del interior del auto Toyota en el que los hermanos Ríos se desplazaron la madrugada del 16 de octubre del año pasado.

El fiscal solicitó que se prorrogue hasta el 17 de junio próximo la prisión preventiva impuesta los hermanos porque advirtió que en libertad podían entorpecer el avance de la investigación. Reveló que habían amenazado a testigos para evitar que declaren en sede fiscal.

El abogado Jorge Olguín, en representación de la querella, adhirió a la reformulación de cargos y a la extensión de la preventiva.

El defensor particular Sebastián Arrondo, que asiste a los hermanos Ríos, no objetó la reformulación de los cargos, pero se opuso a que sigan detenidos. Recordó que llevaban seis meses con preventiva y alegó que el pedido fiscal era inconstitucional e injustificado. Propuso que cumplan la medida cautelar de manera domiciliaria. La fiscalía y la querella se opusieron.

Al final, Calcagno dispuso que cumplan la preventiva en un domicilio de Bariloche, con tobilleras electrónicas. Le recordó a Sosa Lukman, que había cuestionado la actitud de los hermanos Ríos de no colaborar con la investigación, que es tarea de la fiscalía recolectar evidencias en una investigación penal.

Y ordenó la libertad de Villarroel, que cumplía prisión domiciliaria desde diciembre pasado, con el aval de la fiscalía y la querella. El hombre, que es asistido por el defensor particular Manuel Mansilla, deberá presentarse una vez por mes en la fiscalía.