«Estoy convencido de que si Beimar no hubiese sido boliviano, Morello no lo hubiese matado”, dijo el fiscal ante el jurado
Así lo aseguró el fiscal jefe de Viedma en su alegato ante el jurado popular que pronto comenzará a deliberar para resolver si el imputado, Eduardo Morello, es culpable o no del homicidio agravado por el uso de un arma de fuego y por el odio a la nacionalidad de la víctima.
Minutos antes de las 10 del 7 de agosto del año pasado, Eduardo David Morello llamó a la Policía en General Conesa. Informó que tenía problemas con el vecino que le quería cortar la luz. A las 9.55 posteó en su cuenta de X (extwitter): “Así no se puede más fue un gusto gente sean felices”. Y 10.01 le manda un mensaje a una conocida por facebook: “Sé feliz”.
El hombre salió de su casa con una escopeta calibre 20 milímetros cargada y le efectuó a unos 4 metros de distancia un disparo a Beimar Llanos Condorí, que murió minutos después por la grave hemorragia interna causada por los perdigones del proyectil. La víctima estaba con su hijo de 13 años que observó atónito el homicidio de su padre.
El fiscal jefe de Viedma, Juan Pedro Peralta, dijo esta tarde de miércoles ante los jurados populares que el homicidio “quedó completamente acreditado, que para matarlo se utilizó un arma de fuego y además se hizo con odio a la nacionalidad porque previo a matarlo Morello hizo un par de posteos dirigidos a todos sus seguidores: más de 1400 y una red abierta”.
“Estos bolivianos de mierda son los que prendieron fuego anoche y no obstante hoy le siguen metiendo hasta los hijos meten qué raza de mierda, habría que deportarlos a todos, encima me amenazaron de muerte. Son plagas”, publicó en X el 12 de julio del 2023, señaló el fiscal jefe.
El 31 de julio del 2023, el imputado posteó: “Entre el bolita y el escribano me estafaron con una millonada de guita. Este quechua del orto ya me amenazó que me va a matar y se va a quedar con todo. La otra noche prendió fuego incluso me amagó con la azada. Bueno la ley del plomo: balas de plata por el valle camino”.
Para la fiscalía fue un homicidio con odio a la nacionalidad
“Por eso, insistimos que es un homicidio cometido con odio a la nacionalidad, porque está dirigido a la comunidad de gente de nacionalidad boliviana. No importa si tiene parientes chilenos, con los chilenos no tiene problemas, el problema lo tuvo con los bolivianos”, afirmó Peralta en su alegato.
“Insisto con esto, no solo a la familia de Beimar, estaba dirigido a las personas que lo siguen y el homicidio se comete en ese contexto mientras hacía estas publicaciones”, destacó. “Eso sí da un claro mensaje de discriminación, de desigualdad, de creerse superior y, por eso, matarlo”, enfatizó el fiscal.
“Yo estoy convencido de que si Beimar no hubiese sido boliviano; Morello no lo hubiese matado”, aseveró. Por ese agravante se considera un juicio por jurados inédito en la provincia.
Por eso, Peralta solicitó al jurado que se lo declare a Morello responsable de homicidio doblemente agravado por haber sido cometido con un arma de fuego y con odio a una nacionalidad. También, que se lo declare culpable del delito de amenazas agravado por el uso de armas. El juicio por jurados comenzó el lunes en Viedma.
El jurado escuchó atento los alegatos del fiscal, de la querella, que adhirió al pedido fiscal de que sea declarado culpable por el homicidio doblemente agravado y de la defensa, que planteó que se trató de un homicidio agravado por el uso de arma de fuego pero cometido con exceso en la legítima defensa.
Después, el juez Marcelo Álvarez, que dirige el juicio por jurados, les brindó las instrucciones para que pasen a deliberar para intentar llegar a un veredicto ya sea unámime o por mayoría.
Los pilares del alegato fiscal
Durante su alegato, el fiscal relató que la mañana del hecho que se investigó, Llanos Condorí llegó con su hijo a la chacra a trabajar. Tenían que hacer una zanja para poder conectar el pilar de luz.
Cuando arribaron al lugar, encuentraron a Morello, que le había vendido en 2020 ese lote, pero por diferencias en los pagos no había accedido a firmar la escritura.
Llanos Condorí le recordó que tenían que escriturar, pero Morello lo ignoró. El imputado, que vivía en ese lugar, comenzó a filmar a Llanos Condorí y a su hijo. El hombre le pidió que dejara de filmar.
Según el fiscal, “la reacción de Beimar es sumanente medida”, indicó. Destacó que el chico declaró en Cámara Gesell que su papá “dejó plantada la pala y lo corrió con la mano (a Morello) para que no filme”.
Peralta indicó que Morello se retiró hacia su casa, distante a unos 50 metros. Señaló que ese video tiene fecha de grabación 9.52. Fue en ese momento que llamó al destacamento policial de Conesa y denunció que un vecino le quería cortar la luz. Pero los policías no fueron al lugar porque no tenían móvil.
“Nada demostraba que era una urgencia o que había personas en peligro”, observó el fiscal jefe. Después, Morello posteó un mensaje con tono de despedida.
Salió de su vivienda con el arma cargada y se dirigió hacia Beimar. “No se quedó en la casa. No volvió a llamar a la Policía. Se fue donde Beimar estaba trabajanbdo con el hijo”, enfatizó Peralta.
Disparó a corta distancia de la víctima
Recordó al jurado que el chico declaró que el imputado “disparó en silencio y se fue”. Lo hizo a muy corta distancia. Para el fiscal “ni remotamente es un exceso en la legítima defensa”, aseguró para atacar la teoría de la defensa que sostiene esa teoría.
Peralta señaló al jurado que el chico en su desesperación por auxiliar a su padre herido va al auto en busca de un botiquín “sin saber que su padre tenía semejante herida y que se desangraba por dentro”. Indicó que el niño “levantó la cabeza y lo ve a Morelo apuntándole”. “Estamos convencidos de que esa arma estaba cargada”, advirtió el fiscal jefe.
Dijo que el acusado salió de su casa “dispuesto a hacer lo que hizo porque se fue con tres cartuchos: uno en la escopeta y dos en el boslillo. Disparó el primer tiro, volvió a cargar el otro y además se despidió. Sabía lo que iba a hacer”.
Afirmó que Morello «sabía lo que estaba haciendo cuando lo hizo”. Y aseveró que “no mostró empatía ni afectividad por lo que había sucedido”.
Dijo que testigos mencionaron que antes hubo otras amenazas de Morello a la víctima, pero que no quiso denunciar. “Tal vez ese también fue el error”, analizó Peralta.
Recordó que el 31 de julio del 2023, Beimar le había mandado unos mensajes que Morello no leyó en su teléfono. “Te estoy llamando necesito hablar tema firma, me dijo el escribano que no querés firmar”, escribió Beimar. Una semana después, ocurrió el crimen.
De qué se lo acusa al imputado
La fiscalía y la querella le atribuyen a Eduardo David Morello el hecho ocurrido alrededor de las 10 del 7 de agosto del 2023, en la chacra 49 de Colonia Rodríguez, de General Conesa, cuando mediando odio hacia la nacionalidad, le dio muerte a Beimar Llanos Condori, de nacionalidad boliviana con quien mantenía un conflicto previo vinculado a la venta de un lote lindero.
Según la fiscalía, para darle muerte, Morello le efectuó un disparo con una escopeta calibre 20 milímetros. Los perdigones del proyectil vulneraron y atravesaron órganos y elementos vasculares del adbomen de la víctima, lo que produjo una hemorragia interna letal.
Los acusadores público y privado acusaron a Morello como autor de un homicidio doblemente agravado: por el uso de un arma de fuego y por el odio a la nacionalidad de la víctima.
Además, le atribuyen que tras haber disparado contra Llanos Condorí, amenazó con el arma de fuego al hijo de 13 años de la víctima, que fue el único testigo directo del homicidio.
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