Era delegado sindical en una minera, lo despidieron y la Justicia respaldó a la empresa
Según quedó asentado en el fallo, el trabajador hizo abuso de sus licencias gremiales, promovió paros sin aviso, agredió a compañeros y superiores e incluso protagonizó episodios de "violencia de género".
Un trabajador que se desempeñaba como delegado gremial en la empresa Sol Minerales y Servicios SA, asentada en Ingeniero Jacobacci, fue despedido por esa firma luego de una relación laboral que se extendió por más de siete años y la decisión fue avalada por la Justicia del Trabajo.
El fallo que terminó por negarle al empleado el derecho a mantener su puesto le imputa responsabilidad en conductas que “vulneraron principios de buena fe necesarios en el ámbito laboral” e incluso le atribuyen participación en “episodios de violencia de género”.
La demanda recayó en la Cámara Laboral Primera de Bariloche, que fijó un criterio condicionado para la aplicación de la tutela sindical prevista en la ley para preservar a los delegados y dirigentes de organizaciones gremiales.
Según lo informado desde el poder judicial, la sentencia tuvo en cuenta que el trabajador despedido incurrió en conductas que “configuraron una pérdida de confianza irreparable para la empresa, al imponer medias que vulneraron los principios de buena fe y respeto necesarios en el ámbito laboral”.
Entre otras actitudes, se le imputaron al trabajador la realización de paros sin aviso, el uso excesivo e injustificado de licencias gremiales y agresiones verbales a colegas y superiores, algunas encuadradas como actos de violencia de género.
La información no consigna el nombre del trabajador cesanteado y tampoco de los jueces actuantes. Precisa en cambio que las conductas que le fueron reprochadas al exdelegado ocasionaron pérdidas económicas a la empresa Jacobaccina que se estimaron en 26 millones de pesos”.
Según el parte, el fallo subrayó que la representación gremial y los derechos que le son reconocidos por la ley de asociaciones sindicales “no puede entenderse como una carta blanca para llevar adelante acciones arbitrarias que afecten tanto al empleador como a los derechos de otros trabajadores”.
Agregó que “la escalada de violencia que tomó el accionar del demandado generó un ambiente trabajo hostil” y la empresa quedó habilitada para poner fin al vínculo laboral. La decisión de la Cámara del Trabajo aún puede ser apelada.
Un trabajador que se desempeñaba como delegado gremial en la empresa Sol Minerales y Servicios SA, asentada en Ingeniero Jacobacci, fue despedido por esa firma luego de una relación laboral que se extendió por más de siete años y la decisión fue avalada por la Justicia del Trabajo.
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