Máximo Thomsen rompió el pacto de silencio: «En la vida tuve la intención de matar a alguien»
Uno de los principales imputados de la causa que investiga la muerte de Fernando Báez Sosa decidió confesar cómo ocurrieron los hechos a la salida del boliche Le Brique. "Quiero pedir disculpas", comenzó diciendo en su relato.
Máximo Thomsen, uno de los ocho acusados por el asesinato de Fernando Báez Sosa, pidió esta tarde declarar ante el Tribunal de Dolores, en una acción que tomó de sorpresa a propios y ajenos. «En la vida tuve la intención de matar a alguien», confesó.
Previamente se había largado a llorar mientras declaraba la mamá de Blas Cinalli y siguió quebrado cuando le tocó a la suya, Rosalía Zárate. En ese momento Policías le acercaron agua y pañuelitos al no poder contener las lágrimas.
Apenas el imputado expresó su deseo de hablar, pudo comentar entre lagrimas: «Quiero pedir disculpas porque jamás en la vida se me hubiese ocurrido matar a alguien. Nunca«.
Luego de mostrarse arrepentido dijo que quería dar su palabra ya que consideró que se habían dicho cosas de él: «Estuve 3 años escuchando cosas de mí en las que no me reconocía, hablaban con mucho odio«, se lamentó.
Por eso explicó que decidió contar cómo vivió él ese día, y romper el pacto de silencia que mantenían los acusados: «Quería hoy en este lugar dar la realidad de lo que pasó este día, quiero dar mi versión de lo que pasó».
Según explicó Thomsen, la pelea con Fernando surgió de otra manera de la que relató el resto de los testigos: «Escucho que yo organicé y soy líder, me metía a pelear que era una persona contra muchas. No vi si había uno o más amigos». Además señaló que tomó conciencia de la muerte al día siguiente.
Qué fue lo que pasó, según Thomsen
El rugbier contó primero que fue al boliche donde ocurrió el asesinato luego de haberse “mamado” en la playa con sus amigos. Además detalló que estaban en la barra del lugar, y que hubo empujones.
”Escuchó ‘por favor basta de empujar’ y alguien me choca de la espalda y me tira, era un amigo que tenía un chichón. Le pregunto que le pasa, y de atrás lo levantan del cogote y le digo por favor bájalo, se metió seguridad y dijo ‘sácalo a él también‘. Empiezo a correr y pregunto por qué querían sacarme a mí, me cruzan el brazo y sentí una presión muy fuerte, me asuste y me llevé las manos para tratar de evitar que me asfixiara, escuché que decían llévenlo a la cocina que lo cagamos a palo”, recordó, tras lo cual que fue sacado del lugar.
“Yo quería entrar de nuevo, mi amigo me dice dejá no te preocupes. Veo a un amigo que estaba en una ronda con gente desconocida y salgo corriendo detrás de él, y apenas me meto siento que me pegan una piña en la cara y reacciono tirando patadas”, acotó.
La fiscalía cuestionó lo que Thomsen calificó como una “pelea” a lo que el imputado seguía insistiendo en ese término. “¿Dónde vio una pelea?”, le aseveró el representante del Ministerio Público Fiscal.
”Reconoce a la persona que está caída”, le preguntó el fiscal al exponerle un video que se ve a Fernando Báez Sosa tirado en el piso: “Sé que es la víctima”, respondió Thomsen.
Así, el fiscal García le preguntó “¿qué hizo usted?”, y Máximo Thomsen dijo “pegué una patada o dos, no sé a quien le pegué”. Retrucó la fiscalía ¿le pegó patadas a esa persona tirada en el piso?”, a lo que el imputado cerró: “Nosé”.
La fiscalía insistió con proyectarle varios videos y le pidió a Thomsen que se identifique el lugar en el que se ubicaba él, y qué describa la situación, esto es cuando le pegaron a Fernando Báez Sosa. Todo el tiempo, el rugbier aclaraba que sólo iba a responder preguntas sobre él y no lo que hiciera referencia sobre las demás personas imputadas.
“No tengo buenos recuerdos de ese momento, recuerdo que ví un poco de gente y uno de mis amigos yendo al lugar y fui a meterme porque había mucha gente”, insistió una y otra vez Thomsen.
Según contó, luego de lo que sucedió se fue porque no iba a quedarse a que lo agredan: “Llegué primero a la casa, me puse ropa cómoda porque tenía la camisa rota, me cambié y esperé, y cuando llegan los demás, empezaron a comentar de la pelea y a lo último llega otro de los chicos y dice que creo que termino mal, y yo le dije capaz te estas confundiendo con otra pelea, si fueron segundos. No sé quien me dice de ir a comer, y agarré con Lucas y fui a Mc Donalds, volví y me dormí”, resumió sobre aquella madrugada del 18 de enero del 2020.
“¿En algún video de las doce jornadas de juicio vio algún video en que le hayan pegado a usted?”, le insistió el fiscal Juan Manuel Dávila, a lo que Máximo Thomsen, escueto: “No lo advertí”.
Luego tomó la palabra el querellante Fernando Burlando y Thomsen rápido, reaccionó: “No me siento cómodo respondiendo preguntas a una persona que me insultó mientras estuve detenido, insultó a mi mamá y no me siento cómodo respondiéndole. A la parte no quiero responder”.
Tras haber hecho cuatro preguntas y Thomsen aclarar que no le iba a responder, la presidenta del Tribunal insistió al imputado sobre si quería o no seguir declarando: “No voy a responder”, cerró el interrogatorio.
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