En la previa de los alegatos: por qué hay especialistas que descartan la perpetua para los rugbiers
Algunos abogados penalistas explicaron que es "poco probable" que se dicte la pena máxima contra los acusados. "En la calle algunos quieren venganza, lo que hay que dar acá es Justicia", argumentaron.
El crimen de Báez Sosa despertó una gran sensibilidad en la sociedad argentina. La historia de un joven estudiante de Derecho que es abordado por un grupo de rugbiers y agredido a mansalva durante un viaje con amigos, conmocionó y generó masivos pedidos de «justicia».
Fue a partir del relato del abogado Fernando Burlando y su equipo, que se originó una fuerte presión para que los acusados sean condenados a prisión perpetua y pasen el resto de su vida en la cárcel. Los principales destinatarios de tal peso social son los jueces del Tribunal de Dolores, quienes tienen en su haber la facultad de dictar la sentencia.
Pero pese al deseo popular, hay conocedores del Derecho que sostienen una teoría diferente a la perpetua, exigida por Burlando.
Uno de ellos es el abogado penalista Juan Pablo Fioribello. «Los detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa tienen una responsabilidad penal diferente, y son diferentes las penas que van a recibir. Entiendo que han cometido un crimen, que a mi entender sería un homicidio simple, con penas de 8 a 25 años de prisión, una de las más duras del Código Penal. A mi juicio no estarían acreditados los agravantes, lo que implicaría una perpetua. No creo que el Tribunal se incline con los elementos que hay reunidos a una condena de ese estilo«, aseguró.
A su vez, el letrado sostuvo que si bien «en la calle algunos quieren venganza, lo que hay que dar acá es Justicia y creo que va a encontrarla en el homicidio simple«.
De todos modos, cuestionó la «falta de arrepentimiento» y la estrategia de la defensa de ir contra quienes le hicieron RCP a la víctima. «Todo eso creo que también se va a merituar y que estos chicos tienen que cumplir una durísima pena, pero no entrar en la venganza», agregó.
Por su parte, el abogado Marcelo Parrilli también descarta una eventual condena a perpetua. «En el peor de los casos para los acusados podría con algún esfuerzo subsumirse su conducta en el homicidio simple (8 a 25 años de prisión)», sentenció.
Sin embargo, advirtió: «En todos los casos, por tratarse de primarios, es decir personas sin antecedentes, no es probable que las penas se acerquen a los máximos de las figuras comprendidas«.
«No se ha probado ni la alegada alevosía en la agresión, ni el concurso premeditado de dos o más personas. Acá hay que señalar que la única agravante que podía colocar en el mismo plano a los 8 acusados era el concurso previo o acuerdo para matar, al no poderse probar ese acuerdo previo no se puede colocar en el mismo plano a los 8 acusados», sostuvo.
Y, ante eso, añadió: «Hay que ir entonces a lo que cada uno hizo en el momento del hecho concreto y allí está claro que algunos intervinieron golpeando a Fernando Báez Sosa y otros no, es claro entonces que no pueden tener, en su caso, la misma responsabilidad penal».
A su vez, para Parrilli «tampoco está probada, y conviene recalcar que en este terreno los acusadores deben probar más allá de toda duda, la presunta alevosía, que es matar sobre seguro, desde que no hay claridad en los hechos».
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