Emiliano Gatti: por qué seguirá viviendo en Bahía Blanca, monitoreado con tobillera y sin cumplir condena
El tribunal dispuso el monitoreo electrónico para Emiliano Gatti, quien seguirá en Bahía Blanca. Sin embargo, las medidas no equivalen al cumplimiento de la condena.
Emiliano Gatti, condenado a seis años de prisión por facilitación de imágenes de abuso sexual infantil, podrá seguir residiendo en Bahía Blanca bajo medidas cautelares que incluyen el uso de tobillera electrónica y presentaciones diarias ante la Justicia. Sin embargo, lo resuelto por el tribunal no constituye el cumplimiento de su condena.
La audiencia llevada a cabo en Roca determinó que Gatti no ingresará aún al cumplimiento efectivo de su pena, ya que las medidas cautelares establecidas tienen como único objetivo garantizar su sujeción al proceso judicial mientras se resuelven los recursos de apelación presentados por su defensa.
El tribunal dispuso que Gatti utilice una tobillera electrónica para monitoreo permanente y que realice dos presentaciones diarias en dependencias judiciales. A pesar de estas restricciones, las medidas no habilitan el cumplimiento parcial de su condena, como si habría ocurrido en un régimen de prisión domiciliaria.
Por qué no puede cumplir parte de su condena
La clave radica en la naturaleza de las medidas cautelares. Según el marco legal, estas medidas están diseñadas para prevenir riesgos procesales, como la fuga o la obstrucción de la Justicia, pero no tienen carácter punitivo. Por este motivo, no se consideran parte del cumplimiento de una condena.
Aunque, lo que fue solicitado por la Fiscalía y la querella, tenía relación con una prisión preventiva en un edificio del Servicio Penitenciario.
En caso de haberse consolidado esta decisión dentro del Tribunal, el tiempo que hubiese pasado en prisión hasta una eventual confirmación de la sentencia habría sido tomado como parte del cómputo de la pena.
La defensa se opuso al agravamiento de las medidas cautelares y, como última alternativa, sugirió una prisión domiciliaria en Roca o en Bahía Blanca.
El Tribunal desestimó esta opción al considerar que el monitoreo electrónico y las presentaciones diarias eran suficientes para garantizar su sujeción al proceso.
Aunque, en medio de charlas posteriores al final de la audiencia, se deslizó que detrás de esa alternativa propuesta de prisión domiciliaria se podía generar una oportunidad: cumplir parte de la pena en un entorno cuidado.
Cómo será la residencia de Emiliano Gatti en Bahía Blanca y cuáles serán sus restricciones
El tribunal autorizó a Gatti a permanecer en Bahía Blanca, donde vive actualmente, pero bajo estrictas condiciones. El uso de la tobillera electrónica asegura el control de sus movimientos, mientras que las presentaciones diarias refuerzan su compromiso con el proceso judicial.
Diferencias entre medidas cautelares y condena
Las medidas cautelares, como las implementadas en este caso, no implican un cumplimiento efectivo de la pena. La diferencia principal radica en que las medidas cautelares son temporales y tienen como fin asegurar el desarrollo del proceso judicial, mientras que el cumplimiento de la condena forma parte de la pena impuesta tras una sentencia firme.
Por lo tanto, aunque Gatti enfrenta restricciones significativas en su libertad, estas no equivalen al cumplimiento de su pena de prisión efectiva, que solo podrá iniciarse una vez agotadas todas las instancias de apelación.
Aun restan dos recursos: uno ante el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro y, en caso de no prosperar el planteo en esa instancia, otro en la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Cómo fue el argumento de la Fiscalía para fundamentar la prisión preventiva contra Emiliano Gatti
Echegaray explicó que el peligro de fuga no está relacionado con la condición económica del imputado, sino con la falta de certezas sobre sus ingresos y su capacidad para mantenerse oculto.
Según la fiscal, el imputado cumplió con las presentaciones periódicas, pero estas fueron realizadas en horarios poco convencionales, como la madrugada, lo que permite inferir que tuvo plena libertad para desplazarse sin restricciones durante el día. Sin embargo, este punto fue rebatido por la defensa y se indicó un error en la interpretación del horario (de 1:30 en vez de 13:30).
«No tengo elementos que me permitan descartar el riesgo de fuga. Las presentaciones diarias no han sido suficientes para garantizar que el imputado permanezca disponible para la justicia», subrayó la fiscal.
«El conocimiento de la gravedad de la pena que deberá cumplir puede generar una afectación en el ánimo del imputado, aumentando la posibilidad de evasión«, explicó Echegaray.
Para reforzar su postura, citó el fallo Narváez del Superior Tribunal, que establece que una sentencia condenatoria, aunque no firme, constituye un indicio suficiente de peligro de fuga. «Es un elemento objetivo que debe analizarse. La confirmación de la hipótesis de la acusación fortalece la necesidad de medidas cautelares más estrictas«, sostuvo.
La fiscal concluyó su exposición insistiendo en que las medidas cautelares actuales son insuficientes para neutralizar el peligro de fuga. «Por la gravedad de los hechos, el avance del proceso y los antecedentes judiciales, solicito que se disponga la prisión preventiva del imputado para garantizar la correcta administración de justicia«, finalizó Echegaray.
La postura de la defensa de Gatti tras el veredicto que le permitirá vivir en Bahía Blanca, bajo monitoreo electrónico
La defensa, a cargo de Marcelo Hertzriken Velasco, argumentó que Gatti siempre se había presentado ante la Justicia y que no existía riesgo de fuga.
«Nosotros consideramos que la decisión se ajusta parcialmente a derecho, pero nos llama poderosamente la atención el grado de improvisación de la querella y el Ministerio Público Fiscal al pedir una audiencia sin pruebas para fundamentar una prisión preventiva«, expresó Hertzriken Velasco tras la resolución del tribunal.
También criticó la «improvisación» de la Fiscalía y la querella al solicitar medidas más estrictas sin presentar pruebas contundentes. «Lo que faltó aquí fue equilibrio y objetividad. La Fiscalía presentó argumentos para la galería, basados en especulaciones que no se corresponden con el comportamiento real de mi cliente«, señaló.
El abogado también apuntó contra el tribunal, al que acusó de maltrato hacia la defensa: «Es inadmisible que quien preside la audiencia exija fundamentos exagerados a una parte mientras no presta atención a la falta de argumentos de la otra».
Defendió además la idoneidad del monitoreo electrónico como medida proporcional. «Mi cliente no tiene intención alguna de eludir a la Justicia. Este esquema asegura que permanezca controlado y cumpliendo con lo dispuesto», aseguró.
Agregó que cualquier intento de imponer la prisión domiciliaria representaría «un exceso punitivo sin sustento legal». «En 35 años jamás vi que se impusieran tantas medidas cautelares a alguien que siempre respetó las reglas. Ahora debe presentarse dos veces por día, lo cual ni siquiera fue solicitado por la Fiscalía», dijo.
Hertzriken Velasco también destacó que el cumplimiento de las medidas impuestas por el tribunal demuestra que Gatti no representa un riesgo procesal. «El tribunal actuó de manera razonable y garantista al analizar todas las pruebas presentadas», concluyó.
Comentarios