El público se retiró indignado en la tercera indagatoria de Pedro Duarte, el exjuez de la dictadura
El imputado continuará declarando el 9 de agosto en Neuquén. La sala se vació cuando su indagatoria superaba las dos horas.
El exjuez federal acusado de ser parte del plan de desapariciones y tormentos durante la última dictadura militar, Pedro Duarte, continuará con su indagatoria la semana próxima. Con gestos de indignación, el público se retiró cuando el imputado llevaba más de una hora y media de exposición. «Es inaceptable, para él llegó hasta aquí por 10 años de una conspiración en su contra. Es un descalificador serial y no lo vamos a escuchar más», sostuvo Walter Pérez, desde la APDH Neuquén.
La indagatoria comenzó minutos pasadas las 14, que es el horario que se fijó para las próximas 5 audiencias. Según el cronograma que dio a conocer el tribunal, el 12 de agosto la fiscalía podría iniciar el alegato de acusación, antes de la sentencia.
El tribunal compuesto por María Paula Marisi, Alejandro Silva y Sebastián Foglia fijaron fechas hasta el 26 de agosto.
La etapa de alegatos dependerá de hasta cuando se extienda el ex juez con la respuesta a la prueba, que fueron los testimonios que se escucharon en el juicio desde fines de 2.023.
En opinión de la APDH, no hubo aportes que explicaran su actuación en los expedientes sino descalificaciones para exfuncionarios judiciales, testigos y «comenzó con una historia en la que quiso justificar que no tuvo vinculación con los militares y que no respondió a los mandatos de época, pero se olvida que no juró por la Constitución, sino por los Estatutos del Proceso de Reorganización Nacional, es inaceptable: él tiene su derecho a decir lo que quiera y nosotros a dejar de escuchar», planteó Pérez.
Duarte dijo que la Confederación de Organizaciones Mapuche lo involucró en la causa de lesa humanidad a través de los aportes de Cecilia Maliqueo, a quien calificó de «maliciosa» y de denunciarlo con falsedades. Sostuvo que el testigo Onofre Mellado inventó la acusación en su contra, le negó su condición de perseguido político y sobreviviente y dijo que «de modo descabellado» la fiscalía introdujo las imputaciones por las cuales llegó a juicio.
«No hemos perpetrado ninguno de los hechos que se nos atribuye, no hay pruebas, nos han desprestigiado estos últimos 10 años«, se quejó. Su descargo en indagatoria como imputado, fue similar a los alegatos, etapa que aún no se inició en el juicio. Cuestionó las denuncias y actuaciones en el expediente de la ex defensora multifueros Beatriz Cozzi de Cerazo y el testimonio de su hija, recriminó que el tribunal «no puede valorar» sus dichos para resolver en el juicio y e insistió en que «hasta 1984, desconocíamos que pasaban estos hechos«.
Según el querellante, Marcelo Medrano, Duarte no aportó datos importantes para esclarecer el prevaricato y los hechos por los cuales llegó procesado, como partícipe del plan de secuestros, torturas y desapariciones. «Intenta desactivar los testigos que vinieron al juicio oral, pero conocíamos estos argumentos, ya fueron hechos en la indagatoria», dijo.
Agregó que sus exposiciones «está más cerca de un alegato y de una defensa técnica, para responder de lo que se lo acusó. Como es abogado defendiéndose de expedientes, se le permite hacer esto y no quisimos interrumpir su derecho a la defensa, en otras circunstancias, no podría estar alegando», evaluó.
Llamativamente, en la parte final de sus planteos de ayer, Duarte aseguró que su actuación fue la misma que hicieron todos los jueces del país durante la dictadura, limitados a pedir explicaciones a los jefes militares, que nunca les respondían. Según la antropóloga judicial del Conicet, María José Sarrabayrouse, que habló en el juicio como testigo experta, ése fue uno de los modus operandi de cómo los jueces y fiscales participaron del plan criminal que habilitó las desapariciones forzadas y los centros clandestinos para la persecución política desde el Estado.
El ex juez sostuvo que con el advenimiento de la democracia en 1984 y los nuevos datos de los que en 1976 carecía, reabrió los habeas corpus y en causas penales por la búsqueda de personas, en las causas por las desapariciones de Oscar Ragni, Javier Seminario Ramos, Arlene Seguel, Miguel Pincheira y Orlando Cancio. El 9 de agosto abundará sobre los hechos de desaparecidos, dijo.
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