El policía de Neuquén que mató en un taller «lo hizo porque quiso»: lo declararon responsable
El veredicto fue unánime. El Tribunal rechazó todas las excusas del imputado y lo declaró responsable del homicidio de Diego Escobar, al que apuntó con su arma y gatilló. Afronta una pena mínima de 10 años y 8 meses de prisión.
López es oficial de Policía. Intentó que lo acusaran de homicidio culposo, que es excarcelable. (Archivo/Matías Subat)
No fue una broma, ni fue instigado por otro, ni fue culpa de la falta de capacitación. El oficial de la Policía de Neuquén Nicolás Leopoldo López (28) sabía lo que hacía cuando extrajo su arma, apuntó al pecho de Diego Escobar (29) y gatilló. El proyectil salió y causó la muerte inmediata del hombre que hacía dos días había empezado a trabajar en el taller de 12 de Septiembre al 800.
Por unanimidad, el Tribunal integrado por Luis Giorgetti, Carina Álvarez y Estefanía Sauli declaró responsable a López de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego, que tiene una pena mínima de 10 años y 8 meses. En un próximo juicio le fijarán el tiempo de la condena.
Giorgetti tuvo a su cargo la lectura del veredicto, y demolió uno por uno los argumentos del imputado y de su defensor, el expolicía Nahuel Urra.
La regla de oro
Dijo que no cumplió con la regla de oro que todos los policías conocen: siempre se debe manipular el arma como si estuviera cargada, aunque no lo esté.
Agregó que la pistola «no se carga sola accidentalmente ni involuntariamente», y que para ejecutar a Escobar como lo hizo «no hacía falta saber de armas, ni tener puntería ni ser tirador experto». López le gatilló con la 9 milímetros apoyada en el pecho.
Para tratar de buscarle una explicación a su conducta, el veredicto buceó en la declaración de una psicóloga forense que estudió la personalidad del imputado. «López no repara en lo que puedan sufrir otras personas, no le importa cómo sus conductas van a afectar al resto», dijo el Tribunal.
«No refrenó sus impulsos como haría alguien con otra estructura de personalidad», indicó también.
López dijo en su defensa que «fue una broma que terminó mal». También argumentó que fue manipulado por Lucas Escobar, primo de Diego, quien lo instigó a que hiciera esa maniobra con el arma. Y por último culpó a la falta de capacitación en la escuela policial.
«Para nadie más que para el acusado fue una broma», afirmó Giorgetti. Además, «nadie le puso un arma en sus manos, nadie lo indujo a cometer el homicidio. Eligió hacerlo, lo hizo porque quiso y porque no le importó la vida de Diego», señaló el magistrado.
Cómo fue el crimen
El hecho ocurrió el jueves 9 de marzo del 2023 a las 15:20. Según se pudo reconstruir en base a los testimonios, el policía López salió al mediodía de la comisaría 41 donde trabajaba y le hizo una videollamada a Lucas Escobar, su amigo. Quedaron en encontrarse en el taller Pura Raza, de 12 de Septiembre 885, donde Lucas era chapista y pintor.
Allí estaban también Cristian Gatica, Carlos Escobar y Diego Escobar, quien había empezado a trabajar dos días antes.
En el momento en que arribó el policía, uniformado, Carlos estaba saliendo a comprar una gaseosa. Fue en esa ocasión que López «me apunta al pecho, me apoya el arma, siento que él gatilló tres veces, y le digo ‘¿qué hacés?, con eso no se juega’», relató Carlos.
El policía siguió hasta el fondo del taller donde se encontraba Diego, repitió el movimiento, pero esta vez la bala salió e impactó en el pecho de la víctima, quien murió en pocos minutos.
Todo el homicidio quedó filmado. Se lo ve al policía caminar por el taller con la mano sobre el arma, y mirando hacia las cámaras de seguridad. A uno de los empleados le preguntó si funcionaban.
La acusación en el juicio estuvo a cargo de la fiscal Silvia Moreira y del abogado querellante Marcelo Hertzriken Velasco.
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