El femicida de Agostina reveló los motivos por los cuáles regresó a la Argentina

“No espero nada, no temo nada, soy libre”, dice el epitafio en la tumba del escritor griego Nikos Kazantzakis, en la isla de Creta. Murió el 26 de octubre de 1957. La libertad es uno de los bienes más preciado de la persona para muchos filósofos. Pero Alex Hernán Velázquez Barrientos tiene al parecer otras prioridades.

Velázquez Barrientos estaba en libertad en Chile desde enero del 2023, cuando fue expulsado de la Argentina, por disposición de la Ley de Migraciones. Había cumplido entonces 13 años de la pena a prisión perpetua que un tribunal de Cipolletti le impuso en diciembre de 2009, como autor del homicidio agravado, porque fue cometido con alevosía y ensañamiento, de Agostina Mazzina de 17 años.

Cuando lo expulsaron le impusieron la prohibición de retornar a la Argentina durante el tiempo que dure la condena. Sin embargo, Velázquez Barrientos regresó al país y desafío esa orden consciente de que si lo capturaban volvería a prisión.

Si en Chile estaba libre ¿por qué regresó a la Argentina donde tenía pendiente una pena de prisión perpetua?  Para muchas personas era algo poco comprensible.

Pero Velázquez Barrientos explicó sus motivos en la audiencia que se desarrolló este jueves con el juez de Ejecución Penal de Roca, Fernando Romera, que revocó la orden de extrañamiento, que había permitido la expulsión del condenado en enero del año pasado. El juez ordenó que el hombre se quede en el país para cumplir los años que le quedan hasta agotar la prisión perpetua.

En la audiencia, Velázquez Barrientos dijo que volvió a la Argentina porque en Chile no podía conseguir ningún trabajo y no tenia ninguna red de apoyo, según revelaron fuentes judiciales.

Manifestó que las pocas personas que lo habían apoyado empezaron a recibir mensajes diciéndoles que “tengan cuidado con este tipo es un asesino”.

Según las fuentes, el condenado relató que estaba en situación de calle y de indigencia total y que no pudo juntar dinero como para poder irse a otros país.

Aseguró que volvió a la Argentina buscando alguna chance de trabajo, pero que no quería volver, pero que no le quedó otra opción.

Velázquez Barrientos le dijo al juez que si hoy pudiera volver a Chile sería para juntar dinero porque no quiere estar ni en Chile ni en Argentina. En el Alto Valle tiene por lo menos una hermana y probablemente otros vínculos. La fiscalía, la querella y la defensa escucharon su relato.

También, le pidió perdón a la familia de Agostina, que presenció la audiencia por zoom. Pero nadie le respondió.

El juez resolvió que hay que practicar un nuevo cómputo de la pena que le falta cumplir. Se le contemplará el tiempo que transcurrió desde la expulsión hasta el día de la nueva detención la madrugada del miércoles, en un paraje neuquino, ubicado cerca de la localidad de Las Lajas.

El tribunal de Cipolletti que lo juzgó en diciembre del 2009 lo condenó como autor del homicidio de Agostina, que ocurrió la madrugada del 31 de enero de 2009, en Fernández Oro.

Velásquez Barrientos arribó al domicilio, ubicado en Pueyrredón 151, subió al tejado, retiró las hojas de una de las ventanas de la parte superior, luego, se deslizó hacia el interior de la habitación, donde Agostina dormía.

Los jueces lo condenaron a perpetua porque cometió el homicidio «con ensañamiento y alevosía”, porque aprovechándose del estado de indefensión de la víctima, le asestó gran cantidad de puñaladas con un cuchillo, provocándole más de 25 heridas en distintas partes del cuerpo.

El personal que estaba entonces en el gabinete de Criminalística de Cipolletti levantó rastros en la vivienda de la víctima, donde se halló una huella dactilar en el marco del ventiluz, que daba a la habitación de Agostina. También, encontraron rastros de sangre sobre el tejado.

Según la sentencia condenatoria, la pericia papiloscópica dio “19 puntos de coincidencia siendo suficientes 12 puntos para arribar a una certidumbre inobjetable», mientras que el rastro de sangre arrojó «99,99% de probabilidad de identidad para huella genética (ADN) de Velásquez Barrientos». Testigos declararon en el juicio que el imputado estaba obsesionado con la Agostina.

El condenado ya fue enviado al penal de Roca para seguir con el cumplimiento de la pena.