El exnovio de Carina reconoció que cometió el femicidio en Buta Ranquil: «sé que no voy a tener el perdón de nadie»
Maicol Tapia asumió hoy la responsabilidad y fue condenado en Chos Malal. La adolescente tenía 15 años.
«Sí, me voy a hacer responsable y hacer cargo de eso», le dijo Maicol Tapia a la jueza de Garantías, Leticia Lorenzo, y asumió esta tarde en una audiencia pública que él cometió el femicidio de Carina Barros, en Buta Ranquil, el 26 de octubre de 2023.
Tapia reconoció que ese día llamó al hermano de la víctima y lo alertó de un incendio en la casa de sus abuelos. El chico despertó a su papá y salieron corriendo hacia el lugar. Carina quedó en su casa, durmiendo sola. Allí fue que él la atacó, entre las 2 y 3.40 de la madrugada.
La fiscal Natalia Rivera aseguró que ese incendio fue intencional y parte de la planificación del acusado para cometer la agresión. El joven, que por entonces tenía 19 años, había sido novio de la adolescente de 15, pero no dejaba de acosarla, aun cuando ya no estaban juntos.
En la investigación declararon las amigas de la víctima, en cámara gesell, que revelaron que Tapia se escabullía para meterse en la casa de noche, especialmente cuando el papá de Carina no estaba y así «evitar la vigilancia». Incluso una de ellas afirmó que él se le aparecía y se sentaba en la orilla de la cama. Ella le repetía que la dejara en paz.
Ya le había advertido que «la iba a matar si la veía con otro» y hasta le llegó a romper el celular. Carina estaba en ese momento saliendo con un compañero de la escuela que relató: «novio que tenía, novio que (él) le agarraba rabia».
«Esperamos, al menos, haber reparado un poco de dolor»
En la madrugada, mientras las llamas tomaban el tamarisco de los abuelos, el papá regresó a la casa por una motosierra. Encontró el cuerpo de Carina, en el patio, con múltiples lesiones, que incluyeron un corte en la garganta de lado a lado. «Me degollaron a mi hija», avisó. Nunca encontraron el cuchillo con el que se produjo el femicidio.
La evidencia científica determinó que las manchas de sangre halladas en la zapatilla del joven correspondían a la víctima. También las antenas de telefonía celular ubicaron a Tapia en la casa. Las pericias psicológicas y psiquiátricas que se le practicaron indicaron que él comprendía la criminalidad de lo que hacía.
Hasta las últimas horas de esa noche, el celular de Carina tenía mensajes del acusado.
La abogada querellante, Nadia Kubatov, hizo hincapié justamente en esto, en la violencia de género previa (el hostigamiento y las amenazas de muerte) y en la que se devela en la forma en que destruyó su cuerpo.
La defensora, Soledad Pérez de León, le informó a la jueza que había hablado con su asistido, explicándole lo que significaba asumir la responsabilidad, y que él estaba renunciando a tener un juicio. Planteó que esta era una forma de «evitar una exposición de su familia», ya que Tapia tiene dos hermanos más chicos y «Buta es un pueblo chico». Señaló que es una manera de «reconstruir las vidas» de las «víctimas indirectas del caso».
Lorenzo avaló el acuerdo parcial, en este juicio abreviado. Consideró que había abundante prueba (75 testigos en total), que se habían investigado líneas alternativas, sin cerrarse en una sola persona, que el acusado no era inimputable y que la defensa había tenido un rol activo.
Tapia fue declarado responsable del homicidio triplemente agravado de Carina: por el vínculo de pareja, por alevosía y por mediar violencia de género.
La única pena posible es la prisión perpetua, aunque la defensora ya anticipó que lo discutirá. Esto se definirá en una próxima audiencia.
Tapia pidió disculpas y agregó: «sé que no voy a tener el perdón de nadie».
Antes de finalizar, la jueza se dirigió a la familia de Carina: «Yo sé que esto no es para nada fácil y a veces parece que nosotros estamos hablando en términos técnicos, de cosas que a ustedes les atraviesan la vida. Sabemos que no les vamos a devolver a Carina, y que el tiempo que va a pasar Maicol cumpliendo la condena tampoco la va a devolver pero esperamos, al menos, haber reparado un poco del dolor que han padecido».
La tasa más alta del país
En seis de los nueve femicidios ocurridos en 2023 en la provincia, los acusados reconocieron la responsabilidad. Además de este caso sucedió lo mismo con: Karen Ibarra, Norma Morales, Luz Prieto, Cristina González y Rosana Artigas (José Fernández se suicidó tras la condena).
Dos causas fueron archivadas – la de Carolina Epullán y Emili Espinoza Moreno-porque quienes cometieron los crímenes se quitaron la vida inmediatamente.
Una sola investigación terminó en juicio por jurados: la de Gisela Fuentes. La semana pasada se le impuso al imputado prisión perpetua.
Neuquén tuvo la tasa más alta de femicidios del país el año pasado, según el Registro de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema.
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