El doble femicidio de Neuquén, más cerca del juicio por jurados
A cuatro meses del hecho ocurrido en Los Hornitos, la fiscalía y la querella dieron por cerrada la investigación y ofrecieron las pruebas para el juicio. ¿Habrá un acuerdo parcial?
Jorge Antonio Lagos, 55 años, argentino, soltero, desempleado, sin domicilio conocido. Es la breve biografía que figura en el registro del Ministerio Público Fiscal de Neuquén para identificar al hombre acusado de matar de manera brutal a su expareja, Norma Beatriz Morales (58) y a la hija de ella, Luz de los Milegros Prieto (20) a la cual de manera previa abusó sexualmente.
También tuvo tiempo, antes de que lo detuvieran, de desmembrar a la mujer mayor, cargar sus restos en el vehículo de ella y esparcirlos por la meseta al norte del Parque Industrial de Plottier.
Estos hechos, ejemplo de los extremos a los que puede llegar la violencia machista, ocurrieron el 11 de febrero del 2023 y pronto serán examinados por un jurado popular. En caso de que Lagos sea encontrado culpable de homicidio triplemente calificado y abuso sexual en el caso de la hija de su expareja, y de homicidio cuádruplemente agravado en el caso de ella, será condenado a prisión perpetua.
Pruebas contundentes, ¿posibilidad de un acuerdo?
Al borde de cumplirse el plazo de cuatro meses, la fiscal de Homicidios, María Eugenia Titanti, dio por cerrada la investigación y pidió la llamada audiencia de control de acusación, en la cual se debatirán ante un juez y con la presencia de la defensa (Martín Espejo y Maximiliano Orpianessi), las pruebas que se utilizarán en el juicio por jurados. El querellante Marcelo Hertzriken Velasco adhirió en un todo a la presentación fiscal.
La prueba es tan contundente que bien podría llegarse a un acuerdo parcial (la fiscalía lo propone, como es de práctica).
Si Lagos aceptara su responsabilidad en todos los hechos, evitaría el jurado popular y solamente se realizaría una audiencia para fijarle la pena de prisión perpetua.
Para llegar a este acuerdo parcial tiene que prestar conformidad el imputado pero también la familia de las víctimas. Atravesar un juicio puede ser reparador o abrir heridas, cada caso es distinto para quienes les toca el infortunio de recorrer ese callejón.
Maltratos, agresiones, violencia de género
Lagos había mantenido una relación con Norma Morales caracterizada por la violencia de género: maltratos constantes, agresiones verbales y hostigamiento. Esa insoportable convivencia se desarrollaba en la casa de ella, Manzana F1 Lote 1 del barrio Los Hornitos de Neuquén, una zona de ingresos medios y bajos.
La madrugada del 11 de febrero, según la acusación, Lagos violó a Luz, la hija de Norma que también vivía en esa casa, y la asesinó a puñaladas. Por eso lo acusan de abuso sexual con acceso carnal y homicidio triplemente agravado: por ensañamiento (la víctima estaba indefensa), para ocultar otro delito (el abuso) y por femicidio.
Norma lo descubrió y Lagos la atacó con un cuchillo. El cuerpo de la mujer presenta 50 heridas cortopunzantes, muchas de ellas en los brazos (las llamadas lesiones defensivas).
Después de matarla, el femicida desmembró el cuerpo, lo cargó en el Peugeot 205 de la víctima y arrojó los restos en la picada de Bianchi, zona del Parque Industrial de Plottier. Allí los encontraron por casualidad al día siguiente a las 5:30 de la mañana.
Por este segundo crimen, la fiscalía y la querella le imputan el delito de homicidio cuádruplemente agravado: por el vínculo (eran pareja), por ensañamiento (provocó un sufrimiento innecesario a la víctima), para ocultar otro delito y por femicidio. La pena es única; perpetua.
No son monstruos
El femicidio no es un fenómeno aislado y los autores no son monstruos. Hunde sus profundas raíces en razones culturales, sociales, políticas y económicas que deben ser abordadas con políticas públicas integrales.
Cada 27 horas una mujer es víctima de femicidio en Argentina.
En el caso de la provincia de Neuquén, en la primera mitad del año ya ocurrieron 5 femicidios, casi uno por mes. A nivel país, en los primeros tres meses hubo 74, según el Observatorio de Violencia de Género.
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