El caso que recuerda al crimen de Scorolli en Cipolletti: condenan a un policía por un escopetazo «irracional»
El cabo Darío San Martín fue declarado responsable penal del delito de lesiones graves calificadas. El hecho ocurrió en octubre de 2021 en Fernández Oro. La víctima corrió riesgo de muerte y estuvo más de dos meses internado.
La jueza que presidió el tribunal, Florencia Caruso (Florencia Salto)
El caso de Fernando Sosa trae a la memoria el crimen Nicolás Scorolli en 2011: un policía de Río Negro introduce el caño de una escopeta por la ventanilla de un automóvil y dispara. Scorolli murió y Sosa no: la única diferencia. La semejanzas son de tal calibre que la jueza Florencia Caruso, que leyó el veredicto de culpabilidad, tomó un extracto de la condena del caso Scorolli: “Describe exactamente lo que sucedió en este hecho con la diferencia de que Fernando Sosa no perdió la vida y hoy puede relatar su historia y que pudo traer este hecho a juicio sin que estemos lamentando una muerte más por el accionar desmedido de un efectivo policial”, relató la magistrada.
En el juicio que se desarrolló la semana pasada se comprobó que el cabo Darío San Martín, a poca distancia y sin mediar palabra, gatilló una escopeta contra el rostro del joven que manejaba un vehículo junto a un grupo de amigos. Regresaban a Cipolletti de un festejo de cumpleaños en Fernández Oro.
Todos los testigos del hecho, ocurrió el 10 de octubre de 2021, coincidieron en que el efectivo se apoyó sobre el capot del auto y luego de que la víctima bajara la ventanilla del lado del conductor disparó su arma. El perdigón impactó sobre el maxilar de Sosa que tuvo que ser trasladado de urgencia a un centro de salud. Primero fue atendido en el hospital de Oro y luego derivado a Cipolletti. Casi dos meses después pudieron operarlo y estuvo tres meses sin poder trabajar.
La fiscalía y la querella lograron demostrar en un juicio oral y público que San Martín es responsable del delito de lesiones graves calificadas por el uso de arma de fuego y por ser miembro de la fuerza policial en ejercicio de sus funciones. El tribunal integrado por Florencia Caruso, Julio Sueldo y Marcelo Gómez lo declaró responsable penal de la imputación. En un juicio de cesura se definirá la pena.
Los acusadores: el fiscal jefe Santiago Márquez Gauna y los querellantes Iván Chelía y Darío Ottonello pedirán una condena de prisión efectiva, es decir más de tres años. Ayer la magistrada Florencia Caruso leyó la parte resolutiva del veredicto por el juicio que se desarrolló la semana pasada.
La jueza detalló que las pruebas eran suficientes para determinar que San Martín fue el responsable del disparar la escopeta contra la integridad del joven. La teoría de la defensa, a cargo de Rubén Pérez, fue que se trató de un acto culposo y que a San Martín se le escapó el tiro. Caruso fue muy crítica con la teoría de la defensa que entre otras cosas dijo que el imputado fue atropellado por Sosa. Sin embargo no pudo acreditarse ninguna lesión. El testimonio de los policías que acompañaban a San Martín en el procedimiento fueron determinantes en el veredicto de culpabilidad.
Los jueces y jueza del tribunal no creyeron esa versión. Especialmente porque todos los testigos presenciales del hecho coincidieron en que el cabo se bajó del patrullero con una escopeta y sin mediar palabra apuntó el cañón del arma contra la víctima y disparó. En el debate se ventiló que previo a la salida de la fiesta de cumpleaños hubo un incidentes, una pelea entre jóvenes y que fue la primera intervención de la fuerza policial. Luego ocurrió el incidente que culminó con el disparo.
“Di por probado el hecho y sucedió tal como lo relató la víctima. También quedó que el autor penalmente responsable fue el cabo San Martín, esto se desprende de las declaraciones de sus compañeros de móvil (…) También quedó claro que el disparo fue a corto distancia”, explicó Caruso en la lectura el veredicto.
“El disparo fue irracional, innecesario desmedido y esto lo digo porque no hubo ningún motivo para usar esa escopeta. Se les atravesó el móvil solo para identificar a los ocupantes del vehículo, ellos no dijeron absolutamente nada”, agregó la jueza.
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