Cuenta regresiva para traer de regreso a Bariloche a la imputada por el homicidio de un poblador
La comisión policial se disponía a viajar hasta Río Gallegos a buscar a Rosa Marianela Rubilar, que cumplía prisión domiciliaria en Bariloche y huyó en julio pasado. La mujer fue arrestada en un control policial. Está acusada por el homicidio cometido con alevosía de Federico Rodríguez, en el paraje Los Repolllos, cerca de El Bolsón.
El 7 de julio pasado se perdió la señal de la tobillera electrónica que le habían puesto a Rosa Marianela Rubilar (41) para controlar sus movimientos. La mujer había sido beneficiada con la prisión domiciliaria, que debía cumplir en una vivienda de Bariloche. Rubilar está imputada por el homicidio del poblador del paraje Los Repollos, Federico Rodríguez. Pero se esfumó. Y durante semanas en el Ministerio Público Fiscal no tuvieron novedades de su paradero.
El lunes, Rubilar fue demorada en un control policial en la localidad de Güer Aike, en Santa Cruz. El diario La Opinión Austral de esa provincia informó que la mujer viajaba con un camionero, que se dirigía Río Gallegos. Como la mujer no tenía documentación, el personal policial averiguó de quién se trataba. Allí, surgió que tenía pedido de captura del Poder Judicial de Río Negro. Por eso, la detuvieron.
Horas después llegó la notificación a las oficinas del Ministerio Público Fiscal de Bariloche de la detención de la imputada. En la unidad de la fiscal jefa Betiana Cendón comenzaron con los trámites para pedir la extradición de la imputada, que una jueza de Santa Cruz autorizó esta semana.
Cendón informó este viernes a Diario RÍO NEGRO que la comisión policial estaba lista para salir hacia Santa Cruz para trasladar a la imputada de regreso a Bariloche, donde seguirá detenida con prisión preventiva.
El cruel homicidio del poblador de Los Repollos
El homicidio de Rodríguez ocurrió entre el 1 y 3 de marzo pasado, según la fiscalía. La víctima vivía solo en su propiedad, ubicada en el paraje Los Repollos, a unos 27 kilómetros de El Bolsón.
Según fuentes judiciales, la víctima vivía solo en su domicilio y les dio cobijo en su casa a la mujer, con sus hijos y su pareja, que no tenían donde vivir. Esa convivencia llamó la atención de algunos pobladores del paraje que percibieron que Rodríguez se aisló y perdió contacto cotidiano con sus vecinos.
Los investigadores sospechan que la pareja quiso usurpar la propiedad del poblador y, por ese, ejecutaron supuestamente el plan criminal.
De acuerdo a la acusación fiscal, la mujer y la pareja golpearon con saña al anciano. Después, lo arrojaron maniatado al arroyo que pasa por el paraje. El domingo 3 de marzo pasado, hallaron el cadáver del poblador aguas arriba, a unos 700 metros de su domicilio. Las sospechas apuntaron a la pareja que se había instalado en la casa de Rodríguez y fueron detenidos.
La acusación contra la mujer sospechada
La fiscalía formuló el 5 de marzo pasado los cargos contra la mujer por homicidio cometido con alevosía. El hombre -y pareja de la mujer- sospechado no fue imputado porque padece de un trastorno de salud mental. El juez dispuso su internación, con custodia policial, en el área de Salud Mental del hospital Ramón Carrillo de Bariloche.
A raíz de esa situación y, como había un antecedente de una causa penal en la que el hombre fue declarado inimputable en diciembre pasado y sobreseído, la fiscalía pidió un informe psiquiátrico ampliatorio. La perito forense psiquiátrica dictaminó que el sospechoso no podía ser sometido a un proceso penal y, por eso, correspondía declararlo inimputable.
Sin embargo, el juez de garantías admitió los cargos que la fiscalía formuló contra la sospechosa y habilitó la investigación del caso. El magistrado impuso, en un primer momento, la prisión preventiva a la imputada. Pocas semanas después, se le concedió cumplir la preventiva de manera domiciliaria, con una tobillera electrónica. El juez tuvo en cuenta entonces que la mujer tenía a su cargo a dos hijos.
Cendón tomó la posta de la investigación preparatoria. La mujer estuvo en el domicilio informado en la justicia hasta que se constató que había roto la tobillera electrónica y se le perdió el rastro hasta el lunes cuando avisaron desde Santa Cruz que la habían detenido.
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