Crisis carcelaria: Figueroa asumirá el gobierno con el problema sin resolver

La cantidad de personas privadas de su libertad crece en forma constante, y las plazas para alojarlos siguen siendo las mismas. Las cárceles están "cerradas" desde hace un año. Qué pasa con el complejo Senillosa.

La construcción de un nuevo pabellón de máxima seguridad tiene un avance del 26%. (Matías Subat)

Cuatro días antes de dejar el cargo, la secretaria de Seguridad de Neuquén, Marianina Domínguez, deberá presentarse en una audiencia judicial para explicar a modo de balance qué hizo el gobierno de Omar Gutiérrez para mejorar la situación carcelaria.

El panorama es desalentador. Los pabellones de las Unidades de Detención y los calabozos de las comisarías siguen desbordados en toda la provincia; no avanzan las obras para construir más celdas; y no se cumple el traslado a la cárcel de Senillosa ni a la de San Luis.

Como telón de fondo está la amenaza del presidente electo de cortar la obra pública y hasta la coparticipación a las provincias, por lo que es plena la incertidumbre sobre el origen de los fondos que se necesitan para completar las tareas.

La nueva administración provincial no dio señales todavía en materia de seguridad. Al cierre de esta nota no se había anunciado la cobertura de ningún cargo de esa área.

El 6 de diciembre a las 8:30 será la cita por el hábeas corpus colectivo de los detenidos, a la que también concurrirán el Director Provincial de Asuntos y Políticas Penitenciarias; Miguel Ángel Garretón; el director de Unidades de Detención, comisario mayor Ricardo Caro (todos dejarían sus cargos el 10 de diciembre); la defensora de Ejecución Penal, Luciana Petraglia, y quien designe la fiscalía. La audiencia en la sala 10 de la Ciudad Judicial la conducirá la jueza de Ejecución Penal, Raquel Gass, quien hace un año «cerró» las cárceles del área capital.

La superpoblación en números


Como viene informando diario RÍO NEGRO, la situación carcelaria empeora con el paso del tiempo. El último informe, elaborado el 22 de noviembre, indica que en la provincia hay 543 personas privadas de su libertad en unidades de detención, mientras que la capacidad del sistema es de 499 plazas.

En septiembre pasado, última vez que este medio realizó un relevamiento, las personas detenidas eran 525.

La Unidad de Detención 11, la cárcel más grande de Neuquén ubicada en el Parque Industrial de la capital, tiene espacio para 256 personas y hay 263, pese a que la orden judicial fue que no haya más ingresos a menos que se produzcan egresos. En septiembre había 254 detenidos.

La alta conflictividad y la rapidez de las condenas por algunos delitos llevaron a que se colmara la capacidad incluso de la cárcel de mujeres: el espacio es para 26 y hay 21 mujeres. Son seis más que en septiembre. En esa unidad hay también dos menores de edad, que necesitan la asistencia de sus madres.

Igual, pero con más personas


La defensora de Ejecución Penal, Luciana Petraglia, dijo a este medio que «estamos en la misma situación que en noviembre del 2022», cuando se ordenó el cierre de las cárceles, «pero con más gente, porque no paran de condenar personas».

Respecto de la ampliación de la capacidad, prometida por el gobierno provincial, indicó que «empezaron a refaccionar un pabellón en la Unidad 11, no lo terminaron y no se puede usar», mientras que el pabellón de máxima seguridad que comenzó a construirse «no está ni por la mitad».

El avance de obra es del 26%, según la secretaria Marianina Domínguez.

Petraglia dijo que hay seis personas que ocupan las salas de visitas íntimas, y que los colchones en el suelo son una constante.

Señaló que el pabellón más desbordado es el que aloja a los condenados por delitos sexuales. Según el informe al que accedió diario RÍO NEGRO, son 80 personas en este momento.

La crisis derrama hacia las comisarías, que tienen calabozos de baja seguridad pensados para contraventores o personas con prisión preventiva. Sin embargo, hay 30 personas con condena en comisarías, aunque está prohibido.

El balance del gobierno


La secretaria Marianina Domínguez señaló que la semana que viene tiene prevista una recorrida por las obras del nuevo pabellón de máxima seguridad que se construye en la Unidad 11. El avance es del 26%.

Respecto del traslado de presos provinciales a la cárcel federal de Senillosa, la funcionaria dijo a este medio que «los expedientes avanzaron para hacer las reformas» previas a la mudanza. Aclaró que algunas «fueron inviables porque hay un sólo proveedor en Argentina que arregla las puertas magnéticas, y no está recibiendo insumos».

Por afuera de este punto, «se avanzó para comprar los insumos que se solicitaron en el marco de la adenda del convenio» destinados a refacciones, «y así posibilitar el ingreso de internos provinciales, que fue lo acordado con todo el fuero federal».

Domínguez dijo que el tema se conversó en la mesa de transición, entre el gobierno saliente y entrante en la provincia.

Consultada respecto de la postura que tomará el nuevo gobierno nacional, respondió que «no sé cuál será, pero es un convenio ya firmado y viene de la mano del traspaso general» de la ex Unidad 9. Fue durante la gestión de Mauricio Macri, «y en mi opinión no debería frenarse», arriesgó.

Ciudad por ciudad


El total de personas privadas de su libertad en toda la provincia de Neuquén asciende a 595. De ellas, 543 están en unidades de detención.

A su vez la población de las comisarías, que sólo tienen calabozos de baja seguridad, se discrimina en 30 condenados y 22 con preventiva.

De acuerdo con el informe elaborado el 22 de noviembre, la cárcel más desbordada es la de Junín de los Andes: hay 26 personas en un espacio para 13. Le siguen la 42 de San Martín de los Andes y la 51 de Chos Malal. Ambas tienen capacidad para 12 y alojan 18.

Los números del resto son:

• Unidad 11 de Neuquén: 256 plazas y 263 alojados.

• Unidad 12 de Neuquén: 44 y 42.

• Unidad 16 de Neuquén (mujeres): 26 y 21.

• Unidad 21 de Cutral Co: 42 y 56.

• Unidad 22 de Cutral Co: 48 y 42.

• Unidad 31 de Zapala: 22 y 35.

• Unidad 32 de Zapala: 24 y 22.

«Hasta que haya obras»


La situación en las unidades de detención del interior de la provincia es igual de catastrófica que en la capital.

En abril de este año, la jueza de Ejecución Penal del interior, Alicia Rodríguez, dispuso la clausura de las dos cárceles de Zapala “hasta que veamos un inicio de obra”.

Ordenó además: “queda interdicto el ingreso de presos de otras circunscripciones que no sean Zapala, hasta que no hayamos vaciado las comisarías; de los presos con arraigo en Zapala, y esto en respeto del fallo López de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de la prohibición legal de alojar presos en comisarías”.

Fondos provinciales


Se supo que hay licitaciones en marcha para refaccionar las Unidad 22 de Cutral Co y 32 de Zapala, además de los trabajos de refacción en un pabellón de la Unidad 11 de Neuquén y la construcción de uno nuevo de máxima seguridad.

Todas esas obras, indicó la secretaria de Seguridad, Marianina Domínguez, está previsto que sean afrontadas con fondos propios de la provincia de Neuquén. El presupuesto 2024 aún no fue aprobado por la Legislatura.

No hubo más novedades sobre otra posible solución que se exploró: el alquiler de celdas en el complejo penitenciario Pampa de las Salinas de San Luis, inaugurado en 2014, también conocido como La Botija.

La experiencia piloto que se hizo con un detenido no fue buena.


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