Crisis carcelaria en Neuquén: «¿El Poder Judicial va a quedarse de rodillas mientras el Ejecutivo nos tira los problemas?»
Durísima resolución de la jueza de Ejecución del interior de Neuquén. Mantendrá cerradas las cárceles de Cutral Co y Zapala "hasta que veamos un inicio de obra. Ladrillos".
El hacinamiento en las Unidades de Detención de Neuquén, que estalló a fines del año pasado, está lejos de solucionarse. Por eso, la jueza de Ejecución Penal del interior, Alicia Rodríguez, resolvió mantener clausurado el ingreso de personas a las cárceles de Cutral Co y Zapala. Además intimó a la subsecretaría de Seguridad para que en un plazo de 5 días informe «qué proyecto concreto y serio tiene de cumplimiento de la ampliación» de la U22 y la U32.
«Dejemos de cubrir al Poder Ejecutivo», exclamó la jueza en una audiencia realizada el jueves. «Esto es un vaso donde rebalsa el agua y no hay otro contenedor. Todos los presos salen. La gran pregunta es cómo queremos que salgan. ¿Resentidos? Los invito a cumplir una condena de 8 o 9 años durmiendo en un colchón en el piso».
La magistrada encabezó sendas audiencias por la situación de las unidades de detención de ambas ciudades, que están cerradas desde fines del año pasado. Criticó severamente al Ejecutivo por la falta de inversión para solucionar la grave crisis.
La emergencia, a la que se refirió hasta el papa Francisco, no figuró en la agenda de ninguno de los candidatos a gobernador de la provincia.
Situación calamitosa
En Cutral Co hay personas que duermen sobre mesas; en Zapala, sobre colchones en el piso, todo por falta de camas. En la ciudad del centro de la provincia, un interno está alojado en la sala de visitas íntimas; le dan recreo cuando necesitan utilizarla para la finalidad para la cual fue creada.
Más grave: las quejas por la comida son constantes, no reciben educación, capacitación de ninguna clase, ni herramientas para insertarse en la sociedad cuando recuperen la libertad.
La jueza Rodríguez relató un caso extremo: En el pabellón B de la Unidad 31 de Zapala «se calefaccionaban con una cocina vieja y había un fuerte olor a gas. Había que elegir entre dejar a 22 presos en el espacio, sin saber dónde los poníamos, o que volaran por una pérdida de gas. Si avisaba a Camuzzi, iba a cortar el suministro y no teníamos adónde trasladarlos. Pedí una cocina nueva y lo solucionamos. Eso lo tiene que hacer el Ejecutivo».
Las calderas «hace 20 años que se rompen cada temporada». Su manejo está tercerizado, pero como hubo problemas con el proveedor, la Jefatura mandó a que las prendiera «el personal idóneo» de la policía. Una encendió, la otra no.
«El techo -relató la jueza- está lleno de agujeros. Los penitenciarios los usan para escuchar a los presos. ¿No sería mejor salir de la época de la colonia y poner cámaras? Las pidieron, pero nunca llegaron».
Cerradas hasta que aparezcan los ladrillos
«Voy a disponer que las cárceles queden cerradas hasta que haya un inicio de obras. Ladrillos. Por ahí presionando de esta manera logremos un resultado mejor», propuso.
Con énfasis, remarcó: «¿El Poder Judicial va a quedarse de rodillas mientras el Ejecutivo nos tira los problemas y los riesgos a nosotros? No mientras yo sea jueza».
Resolvió en consecuencia mantener clausuradas las unidades 22 de Cutral Co, 31 y 32 de Zapala «hasta que veamos un inicio de obra».
Dispuso además enviar un oficio a la subsecretaría de Seguridad, Marianina Domínguez, «solicitándole que en el plazo de cinco días informe a esta jueza, a la fiscalía, y a la defensa qué proyecto concreto y serio tiene de cumplimiento de la ampliación» de las Unidades 22 y 32.
Otra decisión fue dejar «interdicto el ingreso de presos de otras circunscripciones que no sean Zapala, hasta que no hayamos vaciado las comisarías de los presos con arraigo en Zapala», y de Cutral Co según el caso.
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