VIDEO | Crimen en un supermercado de Bariloche: «O creen todas las mentiras de la fiscalía, o me creen a mí»
Antes de los alegatos, Mauricio Buchaillot, imputado por la muerte de Braian Quinchagual, prestó declaración ante el jurado popular.
Inmediatamente después de declarar, Mauricio Buchaillot apoyó la Biblia en el suelo y la empujó unos pocos metros hacia el fiscal Jefe Martín Lozada. «Tome, Lozada, usted necesita la Biblia más que yo«, le dijo el imputado por el homicidio de Braian Quinchagual, el 7 de mayo del 2022 en el playón de un supermercado. Esta tarde comenzaron los alegatos (seguí en vivo la transmisión).
Este miércoles, la tercera jornada del juicio por jurados, Buchaillot decidió prestar declaración.
«A lo largo de este proceso se me ha destruido. Nadie nunca me preguntó a mí cómo fueron las cosas. Hoy lo que esta acá es lo que queda. Les voy a hablar con el corazón«, comenzó diciendo ante los miembros del jurado. Resaltó que no tiene antecedentes penales ni denuncias.
En relación al día del crimen, señaló: «Uno no se levanta pesando a quién le voy a hacer daño. Uno se levanta esperando lo mejor del día. Ese día le fui a comprar una Pepsi a mi hija«.
Dijo que concurrió al supermercado La Anónima y se puso en la fila «como todo el mundo». «Estaba lleno de mujeres y criaturas y desde atrás un hombre pasa la cola, pone su botella de Fernet y la gente le dice que se está colando», relató en referencia a Braian Quinchagual.
«Le digo que, por favor, haga la cola como todos y, ¿qué escuché? ‘¿Qué te pasa, boló, giles de mierda?´«, continuó.
Contó que ante el altercado, la encargada del supermercado llevó a Quinchagual hacia el ingreso del establecimiento. «Pero mientras tanto, el hombre (por el padrastro de Quinchagual) me miraba diciéndome ‘A vos te voy a matar´. La encargada me pidió que no saliera, que era peligroso. Cuando bajo a la playa de estacionamiento, veo que están los dos parados al lado de un auto. Me estaban esperando», relató.
En un momento, Buchaillot le pidió disculpas a la madre de Quinchagual. «Le pido disculpas, señora, por haberla dejado sin su hijo. Pero conocí un aspecto de Braian que quizas no era el aspecto amoroso que usted conoció», afirmó.
Aseguró estar orgulloso de su vida y lamentó «este momento fortuito que le puede pasar a cualquiera». «Yo hice lo que tenía que hacer y me defendí. Hablamos de un pibe un metro ochenta, 110 kilos y otro, atrás, con una botella. O creen todas las mentiras de la fiscalía. O me creen a mí», concluyó Buchaillot.
Rasgos paranoides
“La conclusión es que hay un trastorno de personalidad paranoide”. Así se refirió a Buchaillot el licenciado en Psicología, Ariel Torres.
“Buchaillot ve a la otra persona como un antagonista potencial. El otro ataca su dignidad. Es hipersensible a los desaires. La opción no es la huida, sino el ataque”, planteó Torres quien aseguró haber realizado 250 pericias para el Poder Judicial desde el 2013.
Durante su declaración que se extendió casi por una hora, señaló que Buchaillot interpreta la realidad “como amenazante y, por lo tanto, va a influir en las decisiones que toma”.
En relación al día del crimen y la pelea con Quinchagual, planteó que “había un estímulo amenazante que él lee de manera amenazante. Hay una interpretación sesgada por su trastorno de personalidad. Esto no quiere decir que sea un psicópata”.
“¿Buchaillot sintió una amenaza real ese 7 de mayo?, ¿cómo se sentía?”, le preguntó la abogada defensora Natalia Araya. “Con percepciones de amenaza que culminan cuando el estímulo desparece, cuando la escena desaparece”, respondió Torres.
“¿Estaba orientado en tiempo y espacio?”, le consultó el fiscal Jefe Martín Lozada. “Sí», afirmó el psicólogo.
A su turno, la médica psiquiatra Verónica Martínez coincidió en la presencia de rasgos paranoides en Buchaillot. “Es una persona que ha tenido un trastorno mental transitorio. El impacto emocional que tiene en él esos dichos de amenaza le generó una situación de apagamiento de su lucidez, de su psiquis. El vio esta amenaza de muerte como una amenaza real”, afirmó en la audiencia, al tiempo que aclaró: “Hay un apagamiento, pero no una anulación de la conciencia”.
Lo describió como una persona con “desconfianza, susceptibilidad y como alguien a quien le cuesta mantener vínculos porque tiene un problema de confianza”. “Asume una actitud de estar escaneando el entorno, mirando ante situaciones de riesgo o peligro. Surgió también un indicador de impulsividad elevado. La persona tiende a actuar sin antes reflexionar sobre las consecuencias de sus actos”, puntualizó Martínez.
Las imágenes de las cámaras
Con la exhibición de las imágenes de las cámaras de seguridad del supermercado, Joaquin Rivera, un policía de Río Negro del área de Investigaciones, abrió la ronda de declaraciones en el juicio por jurados este miércoles.
Rivera aseguró que ese sábado alrededor de las 13, a través de un llamado al 911, los notificaron de una persona herida de gravedad en el playón del supermercado ubicado en el kilómetro 4 de la avenida Pioneros.
Especificó que en el establecimiento comercial había dos cámaras: una afuera del playón del estacionamiento; mientras que la segunda cámara apuntaba a las tres líneas de cajas.
Las imágenes muestran el momento en que Quinchagual y su padrastro, Hugo Méndez, llegan al supermercado, la discusión con Buchaillot en la cola de cajas y la agresión en el estacionamiento que terminó con la muerte del joven de 23 años.
En el momento en que se ve cuando Buchaillot le asesta las dos puñaladas, uno de los presentes en la sala gritó: “¡Ya vas a ver, hijo de puta!”. Un conocido lo llevó afuera de la sala. También salieron otros familiares de Quinchagual. En tanto, Araya pidió al juez que dejara salir al imputado.
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