Crimen del soldado en Zapala: denuncian «el silencio macabro» del Ejército
Se cumplen diez meses del homicidio. Pablo recibió dos disparos en la cabeza mientras cumplía guardia, el 1 de junio a las 6 de la mañana.
«Han sido 10 meses de puro dolor. Ya no sabemos de qué manera buscar la justicia pero creemos que esta es una de las formas: salir a la calle y que nadie nos silencie» dijo Natalia Uribe, la madre del soldado Pablo Gabriel Jesús Córdoba de cuyo asesinato en Zapala se cumplen 10 meses este lunes.
Natalia, el papá de Pablo, Juan José Córdoba, y la hermana, Daiana, encabezaron a la tarde una nueva marcha para exigir justicia. Partieron de la explanada municipal y terminaron en la puerta de la Guarnición Militar Zapala.
Natalia dijo en ese lugar que «el Ejército Argentino, donde mataron a mi hijo, se caracteriza por ser una institución hermética, que no permite que hablen quienes saben la verdad».
«Ha tenido en todo momento una manera de manifestarse encubridora, y ha dicho muchas mentiras que han tratado de ensuciar la buena imagen de mi hijo», denunció.
En ese contexto dijo que «los testigos de esa noche han cambiado sus declaraciones. El Ejército los movió a todos los que tenían que ser responsables por la vida de mi hijo», añadió en referencia a los traslados masivos de personal militar.
Natalia denunció que «han intentado intimidarnos, también personal del Ejército. No quieren que salgamos a la calle. Un acto intimidatorio más es el traslado de Juan José, lo sacaron de encima, lo sacaron de las calles. No le permiten tener la presencia que él tenía en el juzgado, en la fiscalía, en medios radiales y televisivos».
Juan José es suboficial principal, y lo trasladaron a Covunco, a 21 kilómetros de distancia. Se mudó y vive en aquella localidad.
«Lamentablemente sabemos que adentro no cambió nada», continuó Natalia. «Siguen las humillaciones, los maltratos y los silencios. Por eso hoy pedíamos salir a hacer ruido, que a ellos les moleste, porque va en contra del silencio macabro que tiene esta institución».
Recordó que «con ese silencio cubrieron el asesinato del soldado Omar Carrasco y 29 años después están haciendo las mismas maniobras para que no se sepa qué ocurrió, quién mató a mi hijo y por qué».
«Acá estamos transformando nuestro dolor en lucha y sabiendo que no vamos a quedarnos en nuestra casa, vamos a seguir hasta que haya justicia y todos los responsables, los militares asesinos, los militares encubridores, estén presos», concluyó.
Pablo (21) recibió dos balazos en diferentes sectores de la cabeza el 1 de junio del 2023 alrededor de las 6 de la mañana, mientras cumplía una guardia. La investigación está paralizada en los hechos, y el juez que la encabeza, Hugo Greca, fue denunciado por abuso de autoridad.
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