Crimen del soldado en Zapala: 14 meses sin imputados
La habitual marcha para pedir justicia se suspendió por razones climáticas. La investigación continúa paralizada, con el solo impulso de la familia.
Natalia Uribe, la mamá de Pablo, en una de las marchas. (Gentileza)
Se cumplieron 14 meses del asesinato de Pablo Córdoba (21) el soldado voluntario que recibió dos disparos en diferentes lugares de la cabeza mientras realizaba guardia en el Grupo de Artillería de Zapala. En los hechos la investigación está paralizada.
La habitual marcha que se realiza el 1 de cada mes para exigir justicia se suspendió por razones climáticas. Así lo hicieron saber Natalia Uribe y Juan José Córdoba Salto, los padres de Pablo, a través de las redes sociales.
Como viene informando diario RÍO NEGRO, el expediente casi no registra movimientos desde diciembre del año pasado cuando se realizó una reconstrucción del crimen. El juez federal subrogante de Zapala, Hugo Greca, se inclina por la hipótesis del suicidio. La fiscal interina que abonaba la teoría del homicidio, Karina Martínez Stagnaro, renunció, y la reemplaza otra interina, Agustina Palacios.
Con el expediente a la deriva, el único impulso a la investigación es el que le imprime la familia con su abogado querellante, Maximiliano Orpianessi. A través de sus escritos y con peritos de parte, ha cuestionado la teoría del juez Greca. También logró impedir que publique un escrito de 80 páginas con detalles del caso que habrían alertado a los posibles autores.
Greca tiene que resolver todavía la situación procesal de un soldado, Gabriel Jara, al que indagó acusado de presunto encubrimiento. Y debe citar a indagatoria a dos ex jefes del cuartel, los tenientes coroneles Isidro Germán Green y Rafael Enrique Lamas sospechados del mismo delito.
Jara es el soldado que filmó con su teléfono la agonía de Pablo y luego lo borró. Green y Lamas habrían obstruido la investigación. La indagatoria de los tres la pidió Martínez Stagnaro antes de renunciar; ahora esas causas quedaron a la deriva porque a la familia no se le permitió ser querellante.
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