Confirmaron la sentencia contra un joven que protagonizó una madrugada sangrienta en Choele Choel
El Tribunal de Impugnación Provincial rechazó el recurso que había presentado la defensa del imputado, que reclamaba una rebaja de la condena de 16 años que le impusieron en un juicio abreviado por matar a joven de Choele Choel y por el intento de un homicidio de un adolescente.
“¡Te voy a matar hijo de puta!”, le gritó, desafiante, Matías René Matamala Escobar a Jeison Darío Pinilla. El agresor tenía un cuchillo en una de sus manos. Y estaba furioso. Pinilla escapó corriendo y se dirigió a su casa, en Choele Choel. Una hora después, Matamala Escobar irrumpió en la vivienda de la madre de Pinilla y le dio un golpe seco con un fierro en la cabeza al joven, mientras dormía, indefenso. La víctima perdió masa encefálica y murió esa mañana del 17 de junio del 2023, en el hospital de la localidad.
Fue una madrugada dramática. Todo comenzó en el interior de un Ford Falcon en el que cuatro jóvenes viajaban en dirección a Choele Choel por la Ruta Nacional 250. El conductor dio un volantazo y el vehículo quedó estacionado sobre la banquina, a la altura de YPF Agro.
Por el movimiento brusco, a Matamala Escobar se le cayó el celular y afirmó que el adolescente de 15 años, que estaba con el grupo, se lo había robado. Sacó un cuchillo que tenía atrás de la cintura y comenzó a pinchar al chico en el abdomen para que le devolviera el celular. Pinilla intercedió y le dijo que él lo tenía. “¡Te voy a matar hijo de puta!”, le advirtió el imputado. Por eso, el joven salió corriendo en dirección a Choele Choel.
El adolescente intentó huir y pedir ayuda en una chacra, pero regresó al auto donde Matamala lo alcanzó y lo golpeó. Cuando el chico cayó al suelo, lo atacó con una piedra, le mordió las manos, nariz y oreja, mientras lo amenazaba de muerte y con cortarle los dedos con el cuchillo. No consumó la amenaza porque intervino el conductor del Falcon. El agresor se retiró en dirección a Choele Choel.
El adolescente ingresó con traumatismo de cráneo en el hospital de esa localidad donde estuvo internado dos días.
Cronología de una madrugada sangrienta en Choele Choel: el ataque en la casa de la víctima
Matala Escobar fue por Pinilla. La madre de la víctima declaró que alrededor de las 6 se despertó sobresaltada, porque golpeaban y pateaban la puerta de su casa, en Choele Choel.
Pensó que era su hijo Jeison. Por eso, abrió. Pero se encontró con Matamala Escobar que entró a la fuerza a la vivienda con una barra de hierro en la mano y le exigió a la mujer que le indicara dónde estaba su hijo, mientras la amenazaba. También, le reclamaba dinero.
“¡No grites eh, yo te voy a cortar un dedo, pero no grites…!», le advertía el agresor. En una mano tenía el fierro y en la otra una pinza, que sacó de su bolsillo y le ordenó: “¡Poné el dedo adentro del coso de la pinza…!» La mujer obedeció atemorizada, mientras le rogaba que no le haga nada.
“Sí, así le dejo una marca a tu hijo, para que vea tu hijo que yo estuve acá…¡No grites, porque te doy con el fierro!», le advirtió a la víctima. Después, obligó a la mujer a recorrer la casa, mientras la amenazaba y golpeaba con el fierro, le pinchaba la espalda, hasta que llegaron a la habitación donde estaba Jeison, acostado.
El momento de la detención de Matías René Matamala Escobar
La mujer no sabía que su hijo ya descansaba en su habitación. Matamala Escobar le ordenó a la madre que se agachara y se pusiera de rodillas al lado de la cama. Y la obligó a que retirara la frazada con la que su hijo se cubría. Cuando corrió la frazada, quedó la cabeza de su hijo al descubierto y Matamala Escobar le pegó con el fierro un golpe seco en la cabeza ante la mirada atónita de la mujer. Por el golpe seco reventaron los oídos del joven. La mujer salió corriendo a pedir ayuda a una vecina.
El agresor pasó por la casa de la vecina donde la madre de Jeison había ido a pedir ayuda: “Ahí te deje a tu hijo y después vengo por vos”, le gritó y se fue.
Cuando llegaron los policías y entraron a la vivienda hallaron a Jeison recostado en la cama totalmente ensangrentado con su cabeza golpeada y masa encefálica desprendida. Murió una hora después en el hospital de Choele Choel por traumatismo grave de cráneo con pérdida de masa encefálica.
Después, personal policial encontró al agresor cuando caminaba en cercanías de su domicilio. Tenía las manos y el rostro ensangrentado. Y portaba en su mano un fierro de 90 centímetros. Allí, se lo detuvo.
Matías René Matamala Escobar admitió su culpa en un juicio abreviado
El imputado admitió su responsabilidad en los hechos atribuidos por la fiscalía y la querella en un acuerdo parcial que se hizo en abril pasado.
El 12 de junio pasado, el tribunal de juicio de Roca, integrado por los jueces Oscar Gatti y Alejandro Pellizzón y la jueza Laura Pérez lo condenó en un juicio abreviado como autor de un homicidio simple y coacción agravada por el uso de armas y por intento de homicidio a 16 años de prisión.
La defensa del imputado impugnó el monto de la pena ante el Tribunal de Impugnación Provincial (TIP). Y tras escuchar los argumentos del defensor oficial, de la fiscalía y la querella, el juez del TIP Adrián Fernando Zimmermann rechazó la impugnación.
La sentencia la dictó el 19 de agosto último. En consecuencia, la condena a 16 años sigue en pie. La defensa puede recurrir aún ante el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro y hasta la Corte Suprema. El joven condenado sigue detenido con prisión preventiva.
La defensa había alegado que los jueces de juicio al imponer la condena de 16 años no tuvieron en cuenta los atenuantes. Por eso, afirmó que era una pena arbitraria, porque solo valoraron los agravantes de la fiscalía y la querella.
Mencionó que los atenuantes tenían que ver los motivos que lo llevaron al imputado a delinquir. Recordó que el celular que perdió tenía imágenes y videos de su mamá. Mencionó la corta edad (tiene 19 años), la educación, la ausencia de antecedentes y de causas en trámite. Indicó su actitud posterior al delito, sus condiciones y sus vínculos personales, su internación por adicción, la vulnerabilidad.
Cuestionó que a pesar de todas esas circunstancias y más allá de las agravantes, el tribunal de Roca no le rebajó ni siquiera un año de lo peticionado por la fiscalía, que solicitó 16 años de prisión para el acusado. La querella había pedido 18. La defensa solicitó que se le imponga a Matamala Escobar 10 años de prisión.
La fiscalía y la querella pidieron que se rechace el planteo de la defensa. Dijeron que la condena a 16 años de prisión es absolutamente razonable y está debidamente fundada.
"Quiero que esto se termine de una vez"
El juez le dio la palabra a la madre de Jeison, en la audiencia. La mujer revivió la pesadilla y el drama que sufrió por el homicidio de su hijo. ”Quiero que se termine esto de una vez por todas. Hasta el día de hoy no puedo entender lo que pudo pasar con este chico y como decía recién mi abogado tengo mi nieto que está creciendo. Quiero que esto se solucione y se termine de una vez”, pidió la mujer.
Zimmermann dijo que los cuestionamientos de la defensa “son insuficientes para rebatir los fundamentos de la sentencia” del tribunal de juicio.
El juez del TIP advirtió que la escala penal en abstracto (por los delitos que debe responder el imputado) tiene como mínimo legal la pena de 8 años y un máximo de 47 años y 8 meses de prisión. Por eso, señaló que de acuerdo a la doctrina “Brione” del STJ el punto medio equidistante entre la pena mínima y máxima es de casi 20 años de prisión.
Recordó que el juez no puede imponer una pena superior a la pretendida por la acusación. Advirtió que no hubo ningún perjuicio para el imputado.
Destacó que el tribunal de juicio “ponderó la totalidad de las circunstancias atenuantes y agravantes alegadas por las partes en sus respectivos alegatos de clausura”. Por eso, rechazó la impugnación de la defensa.
“No tengo nada más que pedir disculpas de corazón por lo que hice y algo que me arrepiento toda la vida. Nada más, pedir disculpas de corazón nomás”, expresó el acusado.
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