Confesó que mató a su hijo en un incendio intencional en Neuquén y deberán fijarle la pena
Durante una audiencia de procedimiento abreviado, Federico Costich, dijo ser responsable del crimen de su hijo en el barrio Cumelén. Además, se adjudicó lesionar a otra hija.
Confesó que mató a su hijo en un incendio intencional en Neuquén y deberán fijarle la pena. (Cecilia Maletti)
A casi un año del incendio intencional que le costó la vida a un joven de 19 años en Mastropiedra 180 del barrio Cumelén, Federico Costich, padre de la víctima, confesó haber sido el autor del crimen. Además, dijo a la justicia que hirió a otra hija en un hecho previo. La declaración del hombre que permanece detenido desde su captura, tres días después del homicidio, fue durante una audiencia de procedimiento abreviado en la Ciudad Judicial.
La víctima se llamaba Nazareno Jara y según la investigación impulsada por la fiscal Lucrecia Sola, fue encerrado intencionalmente en la casa que tenía rejas en todas las aberturas, razón por la cual murió calcinado.
Por el crimen del joven se le imputaron cargos por el delito de estrago doloso, seguido de muerte y por haber agredido a Agustina Costich, otra hija de 19 años, los delitos formulados fueron los de lesiones leves doblemente agravadas por el vínculo y por violencia de género en concurso real con privación ilegal de la libertad, también agravadas.
Fuentes judiciales confirmaron a Diario RÍO NEGRO que a partir de confesar la responsabilidad de los hechos, ahora el futuro procesal de Costich decantará en lo que resuelva un Tribunal Colegiado en otra audiencia que fijará la pena.
Hasta el momento el hombre de 39 años nunca se había adjudicado el crimen que sacudió la noche del 26 de marzo al barrio Cumelén.
A pesar de las características de los hechos, la prisión perpetua queda fuera de las posibilidades a considerar por el Tribunal Colegiado.
Horror frente a una plaza
Durante la formulación de cargos realizada a fines de marzo del 2024, la fiscalía aseguró que Federico Costich, obligó violentamente a Agustina a salir de la casa, dejando a su hermano dentro de la vivienda en llamas.
La joven y vecinos aseguraron que vieron al hombre cruzar la calle y sentarse en la plaza ubicada frente a la casa para ver como el fuego consumía la estructura. En el interior, Nazareno gritaba y pedía ayuda.
La autopsia realizada al joven reveló que en sus pulmones había rastros de humo, lo que confirmó que estaba vivo al momento de que las llamas arrasaran la casa, en cuyo interior incluso había un auto.
Antecedentes violentos
El perfil de Costich fue cuestionado en la investigación, donde se resaltaron hechos de violencia y testimonios que acreditaban agresiones a los hijos. El día del crimen escapó de la escena y se mantuvo escondido por 72 horas tratando de evadir a la justicia.
Dos días antes del fatal incendio, Costich había violentado a Agustina, a quien golpeó en varias partes del cuerpo y luego quemó el rostro utilizando como lanzallamas un aerosol y un encendedor.
