Condenaron a exjefe del Escuadrón de El Bolsón de Gendarmería por la sustracción de un arma
El Tribunal Oral Federal de Roca le impuso 2 años de prisión en suspenso e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos.
El Tribunal Oral Federal de Roca, integrado en forma unipersonal por el juez Simón Pedro Bracco, condenó a 2 años de prisión de ejecución condicional al comandante principal de Gendarmería Daniel Gustavo Orellana Sotelo por haber sustraído un arma de fuego y dos cargadores, cuya custodia le había sido confiada en carácter de depositario judicial, por orden del Juzgado Federal de Bariloche. Además, se le impuso una inhabilitación absoluta y perpetua para ocupar cargos públicos y las costas del proceso.
El imputado admitió su responsabilidad en el hecho, a partir de un acuerdo alcanzado con la fiscalía federal un día antes de que comenzara el juicio oral y público. Orellana Sotelo consintió la calificación legal y la condena en suspenso solicitada por la fiscalía, que es la pena mínima con la que el Código Penal sanciona ese delito.
Durante el lapso de la condena deberá fijar residencia e informar cualquier cambio al tribunal, someterse al cuidado y fiscalización del Instituto de Liberados y/o a la Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal más cercano a su domicilio en forma semestral. El juez dictó el 27 de agosto último la sentencia que quedó firme.
El comandante reconoció haber sustraído de la esfera de la administración pública una pistola semiautomática, calibre 9 milímetros Parabellum, con sus dos cargadores, cuya custodia le había sido confiada.
Antecedentes del caso y de la sustracción
Dichos elementos se encontraban resguardados en carácter de depósito judicial en la sala de armas del Escuadrón 35 “El Bolsón” de Gendarmería Nacional, cuando el imputado era el jefe a cargo de esa dependencia entre 2020 y 2021.
El fiscal general interino Rafael Vehils Ruíz relató en la requisitoria de elevación a juicio que el arma y los cargadores se entregaron el 9 de diciembre del 2021, según se documentó en un acta suscripta por el cabo Pablo Sebastián Acosta, en su carácter de mecánico armero y encargado en ese entonces de la sala de armas del Escuadrón 35, y por Orellana Sotelo, jefe de ese Escuadrón.
“Si bien en dicha pieza se dejó asentado que el último (por el comandante) recibió dichos elementos a los fines de llevarlos a la delegación local de la ANMaC para que procedieran a su destrucción, lo cierto es que ello nunca ocurrió”, advirtió Vehils Ruiz.
Indicó que el arma y los cargadores permanecieron en poder del acusado hasta el 21 de junio del 2022, cuando su abogado defensor los entregó a la justicia. En ese momento, la causa se encaminaba a juicio. La fecha para la primera audiencia se había fijado para el 31 de julio de julio último.
El acuerdo, un día antes de empezar el juicio
“Un día antes del comienzo de la audiencia, el titular por ante esta sede del Ministerio Público Fiscal anunció que junto con el defensor habían arribado a un acuerdo de juicio abreviado”, recordó Bracco en la sentencia.
La audiencia del juicio abreviado se hizo el pasado 7 de agosto, en la que el acusado admitió su culpabilidad. “El acuerdo al que arribaron las partes (fiscalía, imputado y defensa) resulta ajustado a derecho y la calificación legal escogida es la aplicable al caso en análisis…”, destacó Bracco.
Indicó que teniendo en cuenta “que la pena pactada se encuentra dentro de la escala penal legislada para la figura en trato y que no se advierte en su individualización algún error, arbitrariedad o desproporción, considero que debe ser aceptada”.
“Respecto de la modalidad de ejecución de la pena, el acuerdo establece su cumplimiento suspensivo, en razón de que no posee antecedentes condenatorios computables”, explicó el juez. Por eso, lo condenó a 2 años de prisión en suspenso.
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