Cómo sigue la investigación por la muerte de la nena de 10 años en Plottier cinco días después
Este martes sus restos fueron despedidos en medio del dolor de una localidad. En paralelo se entrevistaron a docentes y directivos de la Escuela 240. La causa tendría un cambio en la estrategia.
La conmoción por la muerte de una niña de 10 años la semana pasada sigue estremeciendo a los vecinos de Plottier, que este martes pudieron despedir sus restos. El contexto en el que murió y los abusos sexuales investigados por fiscalía marcan el clima de una sociedad que busca responsables.
La causa sostiene dos líneas de investigación, una por la muerte que, según los resultados de la autopsia se enmarca en un suicidio y la otra, los abusos a los que fue sometida la niña. Este escenario tendría un cambio drástico en las siguientes horas cuando la causa sea investigada por completo por la fiscalía de Delitos Sexuales a Cargo Valeria Panozzo, bajo la órbita del fiscal jefe Maximiliano Breide Obeid. Hasta el momento, a la par investigaba la muerte el fiscal Andrés Azar.
En simultáneo se realizaron varias entrevistas a docentes y directivos de la Escuela 240 donde asistía la niña. Esto se hace bajo absoluto hermetismo y a pesar de que este medio contactó a las autoridades de la institución, estas no contestaron las consultas. El requerimiento de la justicia al personal de la escuela, es parte de la estrategia para detectar antecedentes sobre posibles indicios que la niña pudo dar en ese ámbito.
Fuentes judiciales aseguraron que además, se está evaluando la posibilidad de realizar un análisis de escritura de varias cartas que en primera fase, se adjudicaron a la nena y sostendrían la violenta realidad en la que vivía.
Diario RÍO NEGRO había adelantado que es clave conocer el contexto cercano y días previos a la muerte, para determinar posibles autorías de los abusos.
Este martes el cuerpo de la nena fue despedido en la sala velatoria de la Cooperativa de Luz de Plottier, donde además de amigos, docentes y vecinos de la niña, estuvieron presentes su madre y padrastro, los dos adultos que convivían con ella en la casa de calle Alberdi.
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