¿Cómo es la personalidad de Pedro Acuña, el femicida de Marisa Galdame?: la pregunta que tensó el segundo día del juicio
La segunda audiencia del juicio por el femicidio de Allen tuvo cruces, gritos y reproches.
Pedro Acuña durante el juicio que se realizó en Roca en agosto. (Foto Andrés Maripe)
La segunda jornada del juicio por el femicidio de Marisa Galdame, que ocurrió el año pasado en Allen, cerró en medio de escenas de tensión, con la familia de la víctima abandonando la sala en repudio a una perito de la defensa que describió la personalidad del acusado, Pedro Acuña, de forma diametralmente opuesta a lo que la fiscalía y la querella venían construyendo en su estrategia.
La defensa que encabeza el abogado Daniel Vergez tuvo como estrategia en las dos jornadas que van del juicio que Acuña actuó en un estado emoción violenta. Y que no recordaba nada de lo que había ocurrido entre minutos antes del ataque contra Marisa y cuando despertó en el hospital de Allen. La personalidad y la salud psicológica del imputado fue abordada por los dos especialistas.
Luego de que declararan cuatro hermanos de la víctima, dos efectivos del gabinete de criminalística de Allen que actuó el 30 de octubre de 2023 en el lugar del asesinato, y el médico forense que realizó la autopsia, llegó el turno del perito del psicólogo forense del Poder Judicial, Cristian Battcock.
Battcock, con un estilo muy didáctico para que entienda su peritaje el jurado popular que interviene en la causa, describió los test que le hizo a Pedro Acuña y las conclusiones a las que arribó.
Battcock realizó dos entrevistas con Acuña el 5 y 20 de febrero pasados. Tras ellas elaboró un informe que mostró ante el jurado y las partes. Señaló que no reportó antecedentes de problemas mentales propios ni tampoco en su familia. Dijo que era una persona sana psicológicamente aunque había aspectos de su pasado sobre los que no hablaba.
El especialista forense del Poder Judicial planteó que Acuña no podía tener amnesia en el momento del ataque, porque no reunía las condiciones para ese padecimiento psicológico según la bibliografía utilizada en este tipo de casos.
Y en cuanto a la emoción violenta, señaló que tampoco se cumplían los requisitos para una condición de este tipo durante el momento en que Acuña mató a Marisa Galdame.
La defensa desestimó algunos testigos y fue directamente a su especialista Cecilia Román, licenciada en psicología, como perito de parte.
Román elaboró un informe en el que describió cómo había sido la vida de Acuña. Más interpretativo que técnico, su estudio invirtió los términos de lo que se venía ventilando en el juicio hasta ahora: en su teoría la celosa en la relación de pareja era Marisa, y no Pedro. A él lo describía como una persona intelectualmente con pocos recursos, y también con problemas afectivos.
Dijo que Marisa lo celaba y que Pedro era sumiso, que acumuló bronca hasta que un día explotó. Sus palabras despertaron los reproches de los familiares de Marisa, que se fueron retirando de la sala de audiencias, salvo una de sus hermanas que increpó a la especialista y fue retirada por la policía y familiares, en medio de una crisis nerviosa.
Román siguió con su exposición luego de un cuarto intermedio que dispuso la jueza Rodríguez por el incidente y volvió a hacer hincapié en la frágil personalidad de Acuña.
La fiscalía cuestionó en varias ocasiones, y la jueza técnica Verónica Rodríguez hizo lugar a sus reclamos, la presentación de Román ya que introducía elementos que no tenían que ver con los test que le había realizado al imputado y entraban en descripción de cómo supuestamente era Marisa.
Tanto la fiscal Teresa Giuffrida como el querellante Guillermo Oviedo repreguntaron a Román sobre sus métodos y el letrado de Sixto Galdame apuntó sobre sus conocimientos del expediente, para sacar las conclusiones a las que arribó. Fueron minutos tensos con silencios y dudas en las respuestas.
La audiencia terminó minutos después, con rostros cansados y tensos tras la larga segunda jornada del juicio.
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