Certificados truchos en el Poder Judicial de Río Negro: cuatro médicos bajo la lupa
El Poder Judicial de Río Negro se plegó al control de licencias que impulsó el Ejecutivo y halló algunas sospechas. Registraron varios certificados en dos áreas específicas.
El Poder Judicial de Río Negro se plegó al control de las licencias y a la inspección de los certificados emitidos. Hay en Cipolletti al menos cuatro médicos bajo la lupa. foto: archivo.
El Poder Judicial de Río Negro se plegó al control de las licencias y a la inspección de los certificados emitidos. Hay en Cipolletti al menos cuatro médicos bajo la lupa porque en el primer repaso se advirtió una constante: muchos cuadros de gastroenteritis en las áreas de Maestranza y Mantenimiento.
El gobierno de Río Negro pateó el tablero con el control de ausentismo, no solo hizo una denuncia penal que ya involucra a 20 médicos sino que tomó medidas con el personal: dictó suspensiones, cesantías y hasta una exoneración. También despidieron a una médica del hospital de Roca que había firmado más de 65 certificados, incluso en uso de su licencia.
La secretaria de la Función Pública Tania Lastra reveló que se descubrió una fábrica de certificados truchos y que de todas las licencias, la psiquiátricas son las más caras. Con esa afirmación, admitió la existencia de médicos que venden certificados y de empleados estatales que los compran.
“Estamos hablando de más de 2181 días de licencias injustificadas solo en el caso de una médica, lo que representa un desfalco millonario”, agregó Lastra e hizo hincapié en la colaboración del Ministerio de Salud provincial para investigar las matrículas y credenciales de los médicos involucrados.
El gobernador Alberto Weretilneck está dispuesto a desarmar el “negocio” invocado por Lastra. Y con ese objetivo hizo la denuncia. Arrastra un antecedente de su paso por la intendencia de Cipolletti. En ese periodo denunció a un médico cipoleño que era funcionario municipal. Estaba encargado de controlar el ausentismo pero cumplía un doble rol. Inspeccionaba a pedido del cuarto piso municipal pero otorgaba licencias desde su consultorio privado.
El tema surgió durante la intendencia del fallecido Julio Arriaga, pero Weretilneck tomó cartas en el asunto y fue a fondo con los controles. El médico fue desvinculado de la municipalidad y perdió el juicio contencioso administrativo.
En mayo, antes de que el escándalo de los certificados tomara estado público, el Poder Judicial inició un control sobre las licencias de los potenciales jurados. Se estaba preparando el juicio por el femicidio de Agustina Fernández, en el que Pablo Parra recibió perpetua, y hubo cerca de 30 certificados. Los hombres y mujeres convocados para integrar el jurado popular se excusaron con la firma de varios médicos y distintas patologías. El mecanismo se repetía: siempre ponen el sello los mismos profesionales.
Con la denuncia penal de Weretilneck, el Poder Judicial pidió informes en Cipolletti y, a primera vista, se observaron varios certificados con la firma de al menos cuatro médicos. Se encontró una coincidencia: el mismo galeno que ejercía el doble rol en la municipalidad acreditó varios cuadros de gastroenteritis en las áreas de Mantenimiento y Maestranza. ¿Coincidencias? El auditor del Poder Judicial Juan Montoto tiene un nuevo trabajo.
Comentarios