Causa Vialidad: la defensa de Lázaro Báez negó que haya sido un “cajero de banco” que de pronto se hizo “millonario»
Para el abogado del empresario los fiscales Mola y Luciani perdieron la "objetividad".
El llamado juicio de “Vialidad” tuvo hoy la primera de las tres audiencias que demandará a la defensa de Lázaro Báez. El abogado Juan Villanueva empezó su alegato con el resumen de treinta testigos que, a su entender, “destrozaron la acusación”. Los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, más los peritos Eloy Bona y Roberto Panizzo, fueron blanco del descargo de la defensa del fundador de Austral Construcciones. Los acusó de “falsear pruebas y números” de las pericias, para ajustarlas a un relato.
Los fiscales pidieron doce años de prisión para el empresario patagónico, la misma cantidad que para Cristina Fernández de Kirchner, por el delito de administración fraudulenta de fondos públicos e integrar una asociación ilícita. El juicio busca establecer si hubo delitos en la obra pública de vialidad en Santa Cruz, entre 2003 y 2015.
“Con intención política se utilizaría a Báez como una forma de atacar la gestión del partido más importante de la República Argentina”, dijo Villanueva, ante el Tribunal Oral Federal 2.
“Todo lo que se pagó se construyó, pero la fiscalía buscó ocultarlo. Tampoco hay deficiencias constructivas en las obras. No hay un solo kilómetro de ruta pagado que no haya sido ejecutado”, afirmó Villanueva.
El abogado negó que Santa Cruz fuera privilegiada con la obra vial, en beneficio del grupo Báez. Se citó que entre 2003 y 2015, Vialidad Nacional registró 2.148 obras en todo el país: 400 en Buenos Aires, más de 150 en Córdoba, unas 146 en Santa Fe y unas 107 en Santa Cruz.
“Es otra mentira de la fiscalía, que Santa Cruz haya sido beneficiada, sino que hubo una asignación proporcional, acorde a la cantidad de kilómetros y otros elementos, sobre los que Báez no tuvo ninguna influencia”, dijo la defensa.
El abogado acusó al gobierno de Cambiemos de perseguir a Báez. Dijo que la empresa Austral Construcción “fue quebrada deliberadamente por el Estado nacional, con la participación de la AFIP, de la IGJ, de la justicia. Acá no hubo abandono, saquearon la empresa, la paralizaron”, denunció.
El defensor de Báez acusó a los peritos de “forzar de manera dolosa” los números de las pericias, al punto de calificar aquéllos como “falsos”. Así, en base a valores erróneos, fuera de plaza o directamente forzados de las pericias, los fiscales construyeron una “falsa teoría de sobreprecios en la provincia de Santa Cruz”, dijo.
Bona, del cuerpo de peritos de la Corte Suprema, tuvo “un objetivo de antemano, inventar sobreprecios. Esta causa no tenía pericias, no tenía sobreprecios y Bona los tenía que inventar”, dijo. Panizza fue propuesto por la fiscalía.
Se pidió “investigar” la conducta de los peritos Bona y Panizza.
“Los fiscales vieron el ridículo de los peritos y buscaron ocultarlo porque sin pericia no hay perjuicio patrimonial y sin éste, no hay delito”, argumentó el defensor.
La defensa de Báez también negó con énfasis que su defendido fuera “un cajero de banco”, que de pronto se hizo empresario, sino que contó que fue primero fue funcionario del Banco Nación, luego gerente del Banco Provincia de Santa Cruz, después director de la constructora Badial SA, para adquirir Austral Construcciones, en 2003, y estaba relacionado con la familia Gotti, una firma de Santa Cruz con tradición en el sector. “Ya tenía experiencia la construcción”, dijo el abogado.
Villanueva recordó, además, que según aportó la defensa de Julio de Vido -uno de los trece acusados en el juicio-, el grupo Báez se ubicó número 36 en el ranking nacional de empresas contratistas, lejos ser de las más beneficiadas con obra pública.
“Tres toneladas de mentiras” y “no era ni un empleado bancario, ni un monotributista, como gritó el fiscal”, replicó el abogado en su alegato.
“Los fiscales mintieron reproduciendo un relato mediático según el cual Lázaro pasó de ser banquero a millonario”, insistió.
El abogado Villanueva contó también que Báez fue amenazado durante su detención en Ezeiza. “Le dijeron que se arrepienta de delitos que no cometió y que comprometa como sea a la actual vicepresidenta de la Nación, el objetivo de esta causa”, acusó Villanueva.
Después de la defensa de Lázaro Báez, continuarán los alegatos de los últimos cuatro acusados. Recién después los jueces Jorge Gorini, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu estarán en condiciones de dar el veredicto. Podría ocurrir antes de fin de año.
Báez ya fue condenado a 12 años de prisión en otro juicio por supuesto lavado de dinero. Esa condena está en revisión en la Cámara Federal de Casación, y por el que cumple con arresto domiciliario.
El llamado juicio de “Vialidad” tuvo hoy la primera de las tres audiencias que demandará a la defensa de Lázaro Báez. El abogado Juan Villanueva empezó su alegato con el resumen de treinta testigos que, a su entender, “destrozaron la acusación”. Los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, más los peritos Eloy Bona y Roberto Panizzo, fueron blanco del descargo de la defensa del fundador de Austral Construcciones. Los acusó de “falsear pruebas y números” de las pericias, para ajustarlas a un relato.
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