Caso Rafael Nahuel: «Hacer posible la consigna de Memoria, Verdad y Justicia», brotó la emoción
“En este tipo de delitos, no olvidamos, no perdonamos y no reconciliamos”, dijeron abogados querellantes en representación de la víctima. Desde los derechos humanos, alegaron que hubo un plan criminal. "Esto no fue un error, no fue un exceso, fue un asesinato a sangre fría”.
No solo cruces, enojo y tensión, también hubo emoción y algunas lágrimas. La segunda jornada de alegatos ayer en el juicio por el homicidio de Rafael Nahuel se vivió atravesada por distintas sensaciones en el Tribunal Oral Federal de Roca.
Un alegato con pedido de prisión perpetua para los cinco prefectos tocó el corazón de algunos presentes, sobre todo de representantes de organizaciones de derechos humanos y sociales. No por la pena, no por la calificación legal escogida, fue por el anclaje con la consigna de “Memoria Verdad y Justicia” y el “nunca más” al terrorismo de Estado.
Los abogados de la querella, Rubén Marigo y Ezequiel Palavecino, representantes de la familia de la víctima, Graciela Salvo y Alejandro Nahuel, pidieron la pena de prisión perpetua para los prefectos Sergio Cavia, Francisco Pintos, Juan Ramón Obregón, Carlos Valentín Sosa y Sergio Damián García con un alegato que duró casi dos horas.
“Este es un típico caso de violencia institucional y así tiene que ser resuelto. Así como fuimos capaces de condenar el terrorismo de Estado, hoy es hora que este tipo de asesinatos sea catalogados de violencia institucional”, dijo el abogado Rubén Marigo y recordó el caso Daniel Solano, un caso contra fuerzas de seguridad de Río Negro condenados a prisión perpetua.
“Con esos mismos argumentos debemos condenar este caso. Que la justicia marque pautas para que esto no ocurra más. Hacer posible las consignas de Memoria, verdad y justicia”, lanzó y generó emoción del público presente.
El abogado enmarcó el homicidio del joven mapuche en un contexto político de “persecución a los pueblos originarios” y desde los derechos humanos, habló de un crimen de lesa humanidad. “Este es un juicio político”, recalcó.
“Nosotros vamos a seguir hasta la cadena perpetua de todos. En este tipo de delitos, no olvidamos, no perdonamos y no reconciliamos”
Rubén Marigo, abogado querellante familia Rafael Nahuel
“Rafael Nahuel era un chico de un barrio marginal lo único que quería era vivir mejor. Había otra forma de solucionar, el diálogo. (…) Fueron armas contra piedras. (Los albatros) no son los boy scout. Son un grupo especial de elite”, ironizó. El joven estaba buscando reencontrarse con su naturaleza.
En su alegato, volvieron a pedir que el veredicto sea en la ciudad donde ocurrió el hecho, San Carlos de Bariloche, por respeto a las víctimas. “La ley de las víctimas se los garantiza, se lo merecen”, dijo, luego de hayan tenido que viajar varios kilómetros en estos tres meses, y/o seguir el juicio por los medios audiovisuales cuando ellos no tienen computadora ni wifi. “Mas les costó a ellos no poder mirar a los asesinos a los ojos”, alegó Marigo.
Caso Rafael Nahuel: un “plan criminal”
“Los imputados desarrollaron un plan criminal”, planteó en su alegato el abogado Ezequiel Palavecino. Los albatros tenían la orden clara de custodiar el predio en un perímetro de 200 por 300 metros de profundidad desde la Ruta 40, pero pasaron ese límite en cada paso. El asesinato de Nahuel fue a 1150 metros desde la ruta. “¿Qué tenían que hacer ahí?”, se preguntaron las querellas.
Cuando se toparon con los miembros de la comunidad montaña arriba -800 metros desde la ruta- tenían que notificar y esperar refuerzos, pero “decidieron otra cosa: ir contra toda legalidad, incluso desobedeciendo las órdenes directas de sus superiores”.
“Desde ahí (800 metros) hacia arriba se desarrolló ese plan criminal”, lanzó Palavecino en su alegato. “Ahí empieza la coautoría. Hubo un acuerdo de voluntades para desarrollar su plan criminal. Una cacería, una persecución. A su forma de decir, fueron a cazar mapuches”.
“¿Cómo lo hicieron?. Con sus armas reglamentarias (…) Un disparo detrás de otro en 150 metros”, explicó el letrado en representación de la familia. “Nosotros estuvimos en ese lugar. Sabemos lo que es correr, escapar por ahí a catarata de balas”, postuló.
En ocho lugares que quedaron georreferenciados y que luego de constataron en la inspección ocular del 24 de octubre pasado, encontraron algunas de las vainas servidas 9 mm “de las 150 balas que dispararon los albatros”, explicó.
“En estos ocho lugares ellos tuvieron la oportunidad de cambiar la acción. Esto es parte del dolo, la intencionalidad. Ellos pudieron hacer otra cosa. Y el resultado, la muerte, podría haber sido diferente si alguno de ellos hubiera tomado otra acción”, lanzó Palavecino.
De esta manera, la tercera querella, argumentó ayer lo que para ellos fue la teoría de la persecución y posterior asesinato de Rafael Nahuel, lesión de Johana Colhuan y Gonzalo Coña, como parte de un plan criminal que fue ratificado a cada paso por sus autores.
“¿Un cuerpo de elite que se sintió atemorizado porque le gritaban? ¿Por qué le hacían el afafan? (…) El afafan no es un grito de guerra, es una expresión de su culturalidad mapuche. Para ellos es amenazante otra cultura. Porque eso es el racismo”, postuló Palavecino.
Caso Rafael Nahuel: “La RAM es un invento”
Por su parte, siguiendo con su alegato, Marigo recordó que este caso empieza por la “recuperación territorial”. “No se puede dejar de analizar esto fuera del contexto político que había en nuestro país en el 2017 (…) Ya se había empezado a instaurar en nuestro país la existencia de un enemigo común, que era el RAM. La Resistencia Ancestral Mapuche fue el fundamento con que se organizó este aparato represivo”, completó Marigo.
“No hay una sola causa judicial que acredite la existencia de la RAM, es un invento (…) Bullrich creando el enemigo común”, aseguró. En el caso concreto, dijo que estos prejuicios guiaron no solo el accionar de las fuerzas federales sino también del sistema judicial. “No hay una sola prueba de que en la comunidad (mapuche) tenían armas. Las únicas armas que había eran piedras. No es casual que todos estuvieran heridos por la espalda. Un muerto y dos heridos”, aseguró.
No solo cruces, enojo y tensión, también hubo emoción y algunas lágrimas. La segunda jornada de alegatos ayer en el juicio por el homicidio de Rafael Nahuel se vivió atravesada por distintas sensaciones en el Tribunal Oral Federal de Roca.
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