Caso Lucas Muñoz: «Es como que empieza todo de nuevo»

Así lo expresó Alicia Ocares, la madre del policía asesinado a principios de agosto de 2016, en Bariloche, en referencia al cambio de fiscal al frente de la investigación. Dijo que sus dudas y desconfianza pasan por el contexto político que vive la provincia.

“La esperanza no se pierde nunca. Pero siento mucha tristeza, porque es como que empieza todo de nuevo”, expresó anoche Alicia Ocares. Admitió que hay cierto desconcierto y que el cambio de fiscal al frente de la investigación del homicidio de su hijo, el empleado policial Lucas Muñoz, le genera dudas, sobre todo, “por el contexto político”.

Ocares dijo que sus dudas o desconfianza no están relacionadas con el fiscal jefe de Viedma Juan Pedro Peralta, que fue designado como el nuevo responsable de conducir la investigación del homicidio de Muñoz. “Él nos dijo que va a seguir adelante”, sostuvo la madre del policía, cuyo crimen sigue impune. La inquietud de la familia se origina en la influencia que puede tener el proceso electoral en la provincia.

La mujer recordó que cuando ocurrió el homicidio de su hijo “estaba él (por Alberto Weretilneck) y ahora va a volver y eso me da mucha bronca”. El senador rionegrino (exgobernador) Weretilneck es el candidato del oficialismo a la Gobernación, con el apoyo además de dirigentes kirchneristas y del radicalismo.

Hay un hecho que Ocares no olvida. Cuando encontraron el cuerpo sin vida de Muñoz, en horas del mediodía del 10 de agosto de 2016 en un descampado en las afueras de Bariloche, cerca de la ruta de Circunvalación, Weretilneck estaba en esta ciudad. Pero se retiró en silencio. “Se borró en ese momento del hallazgo; cuando todos sabían que habían encontrado a mi hijo, él se fue”, rememoró la madre.

Muñoz había desaparecido -sin dejar ningún rastro- el 14 de julio de 2016, cuando se dirigía a trabajar en la comisaría 42 del barrio 2 de Abril de esta ciudad. La búsqueda no arrojó ningún resultado y durante los días que estuvo desaparecido se tejieron todo tipo de especulaciones. Algunas vinculadas con el narcotráfico, una supuesta red de corrupción policial, entre otras. La investigación no encontró evidencias como para confirmar ninguna de esas hipótesis para esclarecer la desaparición. La más fuerte siempre apuntó a una interna de la Policía de Río Negro. Weretilneck era el gobernador y desplazó a varios jefes policiales que quedaron en el centro de las sospechas. Meses después, todos fueron sobreseídos por la justicia.

Cuando lo encontraron, Muñoz estaba muerto. Había sido ejecutado de un disparo en la cabeza. Estaba vestido con su uniforme y tenía todas sus pertenencias.


La política


Ocares dijo que la familia se había reunido con Peralta en Viedma, que les explicó que desde ahora tomaba la conducción del caso. El fiscal general de la provincia, Fabricio Brogna, lo designó como nuevo responsable de la investigación del homicidio de Muñoz en reemplazo del fiscal de Bariloche Martín Govetto.

“Por un lado está bien (el cambio de fiscal), pero la verdad que estamos descolocados con mi marido porque nos genera dudas porque ahora hay política”, sostuvo, en referencia a la campaña electoral que finalizará el 16 de abril, cuando los ciudadanos rionegrinos votarán al nuevo gobernador y vice.

Ocares destacó la reunión con Peralta. “Nos dijo que cualquier novedad nos va a informar y dijo que ojalá tengamos suerte y salga algo”. Señaló que estaban conformes con lo hecho por Govetto. “Siempre decía que quería ayudar a la familia”, contó. Pero lamentó que el pacto de silencio que rodea el crimen sigue sin romperse a pesar del paso de los años.


Hallazgo desconcertante


Brogna explicó a RÍO NEGRO que la aparición 6 años y 6 meses después del homicidio, del chaleco antibalas y otros elementos pertenecientes a Muñoz fue el disparador que motivó el cambio de fiscal. Esos objetos estaban guardados en la comisaría 42 de Bariloche, donde la víctima cumplía funciones. Además, esa unidad policial fue allanada varias veces durante las primeras semanas de la investigación.

“A mí me parece un hecho gravísimo”, sostuvo Brogna, que es el jefe de los fiscales. Informó que se inició “una investigación paralela” para esclarecer porqué los elementos de Muñoz estuvieron en esa comisaría tantos años sin que nadie lo informara.

Dijo que esa irregularidad “nos puso en alarma con el Procurador”, Jorge Crespo. Reconoció que esa situación “me obligó a replantearme si se había hecho todo para intentar encontrar la verdad de los sucedido”.

Los investigadores constataron que el chaleco antibalas pertenecía a Muñoz porque, según la numeración, era el que se le había asignado en su momento. También encontraron un cargador con 9 municiones y tres fichas con huellas dactilares que posiblemente el policía había tomado a una persona detenida.

Las cosas fueron secuestradas -tal como informó este diario- por personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria el 24 de enero pasado por orden de la fiscalía. Fueron enviadas la semana pasada a Viedma para su peritación.

“Nosotros le dijimos a Peralta ¿cómo puede ser que aparezcan esas cosas ahora? Él también estaba sorprendido y nos dijo que eso se va a investigar”, aseveró Ocares.


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