Bariloche: imponen condena en suspenso a imputado de dos casos de violencia de género

En menos de cinco meses, Walter Painefil compareció dos veces ante un juez de Bariloche imputado por agredir y amenazar de muerte a mujeres en un contexto de violencia de género. En la primera ocasión, accedió al beneficio de la suspensión de juicio a prueba. Pero el acusado desaprovechó la oportunidad que le otorgaron los operadores judiciales. Ahora, el juez Bernardo Campana lo condenó a un año y medio de prisión en suspenso por agredir a su expareja, en un juicio abreviado.

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Antes de que finalizara la audiencia, Campana le advirtió al acusado que no tome ni una gota de alcohol, relataron fuentes judiciales.

Según las pruebas presentadas por la fiscalía, en los dos hechos de violencia de género atribuidos a Painefil, el alcohol tuvo un rol preponderante en su conducta.

Las fuentes comentaron que el fiscal Martín Govetto presentó el acuerdo pleno alcanzado con la defensa oficial y el acusado al juez, en una audiencia que se hizo este miércoles.

Govetto explicó al magistrado los alcances del acuerdo que consistió en revocarle el beneficio de la suspensión de juicio a prueba que Campana le había otorgado el 23 de marzo pasado al acusado, de 36 años.

Recordó que Painefil había sido denunciado por violencia familiar el 12 agosto del año pasado por su pareja y madre de 4 hijas que tuvieron durante 16 años de convivencia. La mujer denunció los hechos de violencia que sufrió ella y sus hijas a manos de Painefil.

Por eso, pidió que el hombre sea excluido del hogar, una prohibición de acercamiento para ella y sus 4 hijas y un botón antipánico. A Painefil se le comunicó ese mismo día que debía retirarse del hogar. El hombre se marchó con algunas pertenencias.

Pero la madrugada siguiente, el hombre irrumpió con violencia en el domicilio tras romper las cerraduras. Según la acusación fiscal amenazó de muerte a la mujer y después la golpeó.

Una hija de 16 años se interpuso para evitar que su padre siguiera con las agresiones contra su madre. Entre las dos mujeres lograron sacárselo de encima y escaparon a una casa contigua del padre del acusado hasta que llegó la Policía.

Painefil fue acusado por las agresiones contra su hija y su expareja, que sufrieron lesiones en un contexto de violencia de género. Por eso, lo imputaron por daños, amenazas, lesiones calificadas en perjuicio de su hija y en un contexto de violencia de género.

Las fuentes judiciales comentaron que cuando se hizo en marzo pasado la audiencia en la que se le concedió el beneficio de la suspensión de juicio a prueba, estaba la nueva pareja de Painefil.

Tres días después, el acusado volvió a atacar a una mujer. Según la acusación fiscal, la madrugada del 26 de marzo último, Painefil arrojó a quien era su pareja contra una mampara del baño, contra el lavarropas y la arrastró por toda la casa. También, la sujetó con las manos del cuello para asfixiarla, mientras la insultaba y amenazaba de muerte.

Painefil tomó una tijera y comenzó a autoinfringirse lesiones, diciéndole que se mataría. Después, tiró a la víctima sobre la cama y comenzó nuevamente a ahorcarla con sus manos en el cuello, según la fiscalía. También, la golpeó. Unos vecinos escucharon los gritos de auxilio de la víctima y lograron entrar al domicilio para ponerla a salvo. El agresor se marchó de la casa, pero le sustrajo el celular a la joven.

Govetto advirtió que las agresiones sucedieron en un contexto de violencia de género, con episodios anterioresde agresiones por parte de Painefil. Por eso, lo acusó por lesiones leves doblemente agravadas por el vínculo y contexto de violencia de género, y por robo simple.

En la audiencia que se hizo este miércoles, el acusado admitió su responsabilidad en los hechos que le atribuyeron. Y estuvo de acuerdo con la condena que le propuso el fiscal, con el consentimiento del defensor oficial Marcos Miguel.

Campana examinó el acuerdo pleno y lo convalidó. Le impuso a Painefil un año y 6 meses de prisión de ejecución condicional. Durante ese tiempo deberá fijar y mantener domicilio, comparecer ante el Instituto de Asistencia de Presos y Liberados (IAPL). El juez le impuso prohibición de realizar nuevos actos de violencia respecto de las dos mujeres víctimas y le ordenó hacer el curso “nuevas masculinidades”, y la prohibición de abusar de bebidas alcohólicas.