Acusaron a una enfermera de Cipolletti de provocar un accidente, pero en realidad salvó a la víctima
Asistió a la víctima mientras llegaba la ambulancia. La acusaron de provocar el accidente, pero se probó que intervino después.
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Una enfermera de Cipolletti presenció un accidente vial y terminó salvándole la vida a una ciclista que había sido arrollada por una camioneta. Bajo la hipótesis de que esa mujer abrió repentinamente la puerta de su coche y obstruyó el paso de la bicicleta, fue imputada y después afrontó un juicio civil.
El juicio civil logró demostrar que cuando la enfermera abrió la puerta, el incidente vial ya se había producido. De hecho, se probó que bajó de su Chevrolet Corsa para asistir a la ciclista. Se valió de su profesión y le practicó los primeros auxilios hasta que llegó la ambulancia.
La ciclista circulaba en bicicleta por la calle San Martín. Surgió de las pericias que perdió el equilibrio y quedó enfrentada contra una camioneta Ford 100, que finalmente la arrolló y le causó varios traumatismos. En ese mismo sector estaba estacionado el Corsa de la enfermera. Como estaba por bajar, la investigación se direccionó a la apertura de esa puerta. Se suponía que la puerta del Chevrolet había obstruido el paso de la bici y a raíz de esa maniobra la víctima terminó contra la camioneta.
Como resultado del incidente, la ciclista sufrió graves lesiones, incluyendo una quebradura inestable de cadera. Fue trasladada al hospital de Cipolletti, donde se le diagnosticaron múltiples fracturas y fue sometida a varias cirugías para estabilizar su pelvis.
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El texto del fallo de primera instancia dice: “Se encuentra acreditado que el conductor del rodado incumplió de forma manifiesta con la reglamentación de tránsito […] que establece que los conductores deben en la vía pública, circular con cuidado y prevención, conservando en todo momento el dominio efectivo del vehículo”. No está firme y puede ser apelado.
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El fallo del fuero Civil eximió de responsabilidad a la enfermera y condenó al conductor de la Ford 100 y a su compañía de seguro, quienes le deben abonar a la víctima una suma millonaria por todos los daños ocasionados. El tribunal descartó la eximente de responsabilidad de la víctima alegada por la defensa del conductor y concluyó que este no había mantenido una distancia segura ni una conducción preventiva, como lo exige la ley Nacional de Tránsito.
El monto total de la indemnización incluye la compensación por incapacidad física, tratamiento psicológico y daño moral. El tribunal también ordenó que se paguen los intereses correspondientes hasta el momento del efectivo pago.
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