Juntan firmas para frenar la urbanización de la isla 132 en Neuquén
El proyecto del MPN que reflotó una iniciativa archivada de Cambiemos para autorizar el uso residencial en los edificios frente al río Limay está en la comisión de Obras
La “Red en defensa de los espacios públicos” organizó una recolección de firmas para rechazar la urbanización de la Isla 132, ubicada sobre el río Limay ubicado entre las calles Río Negro y Linares, de Neuquén capital.
Se trata de la zona donde se realizaba la Fiesta de la Confluencia (antes de la pandemia) y donde actualmente hay un edificio de oficinas y otro en construcción con destino comercial y eventualmente de hotelería.
La Red se conformó los primeros días de mayo, al término de un foro debate sobre el cambio a uso comercial, de la isla. Según explicó el exdiputado provincial, Santiago Nogueira, está conformado por profesionales, investigadoras universitarias, ambientalistas, organizaciones proteccionistas del medio ambiente y también sectores políticos.
“Es un ámbito multisectorial para coordinar acciones a lo largo de todo el tratamiento del proyecto”, dijo. Agregó que la petición – http://chng.it/HMrvqDYYpZ– se armó para que las y los concejales de la comisión de Obras Públicas –donde está en debate la iniciativa- reciban en sus correos las firmas de quienes se oponen al cambio de uso.
La petición específicamente indica que es en oposición a los proyectos de ordenanza que buscan habilitar la construcción de edificios para viviendas multifamiliares, con la inscripción que postula que «aspiramos a que la isla 132 se destine exclusivamente para la recreación y el esparcimiento del conjunto de la ciudadanía».
Nogueira explicó que el sistema digital de recolección de firmas sólo permite 6 personas y se eligió a quienes integran la comisión de Obras Públicas. «Hubieramos relacionado a los 18 concejales, pero no se nos permitía cargar»; dijo.
La concejal Ana Servidio (FdT), también integrante de esa multisectorial, aseguró que cuando finalice la campaña, entregarán la petición firmada por mesa de entradas. «Si se aprueba esto, no hay marcha atrás, y en contexto de pandemia, no son muchas las acciones que se pueden realizar: había ideas de hacer actividades en defensa de la isla, pero todo involucra agrupamiento de gente, existen muchas personas preocupadas por lo que va a suceder en la isla».
El poroteo de adhesiones y rechazos arrojaba hasta 6 votos en el Deliberante para autorizar el uso residencial y la instalación de departamentos en las edificaciones en la isla. El unibloque de Libres del Sur se posicionó también en rechazo de la iniciativa del oficialismo.
«El cambio de habilitar el uso residencial implica una profunda modificación ambiental-en el sentido más amplio de la palabra- que entendemos que hoy no tiene sentido ni urgencia», dijo la concejal Cecilia Maletti.
En coincidencia con el rechazo, insistió en que el uso recreativo no deberá ser modificado porque «no hay necesidad de restarle a toda la ciudad estos espacios de los que las vecinas y vecinos se han apropiado, utilizan, protegen y valoran», dijo.
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