Juicio por intento de femicidio: “si sale, va a terminar con lo que empezó”

María Magdalena Maragaño dio su testimonio ante los jueces en la primera audiencia. Dijo tenerle "miedo" a Carlos San Martín, su expareja, que fue llevado a juicio por daño, amenazas y el intento de matarla.

María Magdalena Maragaño fue contundente ante los jueces que hoy iniciaron el juicio contra su expareja Carlos San Martín, por los delitos de daño, amenazas e intento de femicidio. Relató su temor y el hostigamiento que sufrió durante varios meses y dijo que si el acusado queda libre, “va a terminar con lo que empezó”.

La mujer declaró por casi dos horas en el primer día del juicio que se realiza en Bariloche y que prevé contar con 20 testimonios. Su relato, por momentos cortado por el sollozo, se realizó sin la presencia de San Martín en la sala, quien permaneció en un cuarto contiguo a pedido de la víctima que manifestó tener miedo de declarar ante su persona. Sí escuchó el testimonio de la mujer el abogado defensor del acusado, Rodolfo Rodrigo.

San Martín y Maragaño fueron pareja durante cinco años y en diciembre del año pasado se separaron. Según relató la mujer, el calvario comenzó de inmediato y el primer episodio violento que denunció fue el 24 de enero de este año cuando de madrugada su expareja rompió seis vidrios de su vivienda arrojando piedras mientras increpaba y amenazaba a Magdalena y a un hombre, con quien se encontraba la mujer.

El daño a la vivienda es uno de los hechos que le endilgaron hoy a San Martín, los fiscales Tomás Soto y Martín Lozada. El segundo, fueron las amenazas que profirió de manera telefónica el 14 de abril por la noche y el tercer episodio, que fue el de mayor gravedad, horas más tarde, fue el intento de femicidio cuando el sujeto disparó a través de una ventana hacia el interior de la vivienda donde se encontraba Magdalena y sus dos hijos. La bala de la carabina, que ingresó a través del vidrio, impactó en una pared, a la altura de la cabeza de la mujer aunque por fortuna no la lesionó.

El abogado de San Martín dijo que el disparo fue a la vivienda sin individualizar el hombre la presencia de su expareja en el interior.

En su declaración ante los jueces Marcelo Chironi, Romina Martini y Sergio Pichetto, la víctima afirmó que hubo episodios de violencia verbal hacia ella cuando eran pareja. Una vez separados, en diciembre, el hombre amenazó a la mujer al indicarle que si tenía otra pareja le iba a “cortar la cabeza”, indicó Maragaño.

María Magdalena Maragaño, víctima del intento de femicidio, declaró en el juicio contra su expareja. Foto: Alfredo Leiva

La mujer dijo que las actitudes de su expareja le generaban “pánico” y “temor”, y señaló que no la dejaba tranquila, que la controlaba, la espiaba y se paraba en la esquina de su casa a observar sus movimientos.

“Me amenazaba que iba a tener que dejar Bariloche para vivir en paz”, afirmó Maragaño ante los jueces y señaló que salía a la calle “asustada”.

Tras el primer hecho denunciado, en el que San Martín apedreó la vivienda y dañó seis vidrios de tres ventanas, hubo una restricción de acercamiento que en el juicio el acusado dijo desconocer.

La víctima además bloqueó el teléfono de su expareja y solo mantenía diálogo, por cuestiones de un hijo en común que tienen, mediante el sistema de mensajería Whatsapp hasta una discusión fuerte que motivó a Magdalena el 13 de abril a restringir por completo la comunicación, bloqueándolo también de Whatsapp.

Al día siguiente el hombre llamó por teléfono a su expareja a través de un número desconocido y al atenderlo le profirió insultos y amenazas: “¿Sabés qué tengo que hacer con vos? Volarte la cabeza de un tiro”, afirmó Magdalena que le dijo San Martín esa noche. Ese breve mensaje generó temor en la mujer que dio aviso de la amenaza a su vecina, a su hermana y llamó a la policía. Posteriormente se encerró en su casa con sus dos hijos, de 12 y 4 años.

Horas más tarde, mientras colgaba la ropa en un tendal empotrado en la pared, junto a una ventana, la mujer sintió que una bala pasó junto a su cabeza e impactó en la pared.

“Sentí un estruendo, vi cristales chiquitos en mi brazo, pensé que había explotado un foco o algo con el calefactor, pero me di cuenta al ver el agujero del disparo en la ventana, al lado mío. Al ver el agujero me doy cuenta que había sido él, que me había disparado”, enfatizó. Dijo que en ese momento pensó que el hombre iba a continuar disparando y tomó a sus dos hijos y los llevó a un cuarto, alejado de las ventanas que dan a la calle. Desde allí llamó a la policía.

En la primera audiencia, el acusado -que desde abril tiene prisión preventiva- declaró solo por episodio del daño a la vivienda cuando arrojó piedras hacia los vidrios. Justificó el hecho con un ataque de ira por descubrir que su expareja estaba con otra persona.

Por el intento de femicidio, el abogado defensor hizo reserva para que San Martín declare en otro momento del juicio.


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