Juan Ingaramo abre su atelier de música en Neuquén y Bariloche
El músico cordobés, uno de los espíritus más libres de la escena indie del último tiempo, se presentará mañana en Neuquén y el sábado, en Bariloche con un set acompañado solo de su teclado
Juan Ingaramo es un artista que (se) sale de las casillas, literalmente: no deja ni quiere encasillarse en ningún género. Es en ese sentido, un músico libre sin lugar definido dentro del amplio espectro de la escena indie, el modo genérico en que llamamos en el siglo XXI lo que en el siglo XX llamábamos rock nacional.
Ingaramo, hijo musical de aquel rock nacional nacido en la ciudad de Córdoba en 1987, se permite correr al indie por derecha y por izquierda. Desencasillado y desprejuiciado, Ingaramo hace la música que quiere, la que lo divierta y la que el cuerpo y su intuición le indiquen. Visto así, este músico que alguna vez fue futbolista de General Paz Juniors y no una, sino dos veces, enfrentó al Newell’s de un tal Lio Messi, es el más indie de todos.
Juan Ingaramo viene a la región para dos shows, en Neuquén y Bariloche, este viernes y sábado respectivamente (ver aparte). Serán shows despojados, sólo él y su teclado, en los cuales mostrará de manera íntima y directa cómo son sus canciones al nacer, como las toca en su casa. De cierta forma, Ingaramo abrirá las puertas de su atelier para dejar a la vista de todo el modo en que construye su música. Shows de canciones propias, más versiones y covers, un encuentro divertido, porque Ingaramo, además de talentoso, tiene carisma, que permite al público conectarse con el músico desde otro lado, más cercano y directo.
En este sentido, La Batalla Tour, que Ingaramo inició hace varias semanas, tendrá dos escalas muy particulares aquí, pues se trata de un disco cargado de sonoridades y arreglos de vientos y percusión propios de los ritmos caribeños, la cumbia y el merengue al mismísimo cuarteto, de la mano del boricua Sie7e, entre otros invitados que dieron a este disco, producido por Nico Cotton, un sonido tan particular.
“La batalla”, cuarto disco de estudio de Ingaramo, fue un trabajo de un par de años, cuyo repertorio surgió principalmente en gira, gira de shows, pero también gira de composiciones, como le dijo el músico a Río Negro en una entrevista telefónica antes de emprender viaje a Neuquén. Una gira que Ingaramo comenzó a fines de 2018 y que incluyó escalas como Nueva York, Miami, Bogotá, Medellín, Ciudad de México y Guadalajara, además de Córdoba y Santa Fe. En cada una de ellas, grabó con referentes del merengue y la cumbia las músicas que luego produjo en Buenos Aires a su regreso.
“Tiene esa cosa regional bien explícita. Es algo que no había hecho antes. Cada lugar que visité me dio un sonido particular que es el que tiene el disco que es, como dice el título, canciones para una batalla, para afrontar estos nuevos tiempos, para ser felices durante un rato, para lo que cada uno necesite de ellas para salir al frente”.
La canción de la escala neoyorquina es justamente “El Fenómeno del Mambo” es el más bailable de todos los temas y en el cual Ingaramo despliega toda su curiosidad cuartetera. “Lo hice con Sie7e, al que le comenté que en mi ciudad natal hay un ritmo muy parecido al merengue, no lo podía creer (risas) y ahí empezamos a trabajar. Es un merengue de proyección”, define. Chébere, una de los conjuntos más importantes de la historia del cuarteto cordobés, trajo a fines de los 80 una serie de músicos caribeños que le dieron al género una nueva impronta que Ingaramo enfatiza en su composición.
El disco llegó justo en un momento en que la cuarentena comenzó a dar respiro y la volvió a abrirse tras más de un año de encierro. Pero su espíritu festivo es una coincidencia porque se hizo antes de la pandemia, mientras aún se podía girar. Es más, originalmente estaba previsto que saliera a mediados de 2020, pero el coronavirus, cuando no, alteró todos los planes. “Las canciones tienen su vida propia”, reflexiona Ingaramo acerca del momento en que el disco vio finalmente la luz y cómo su espíritu bailable y luminoso llega para ser la banda de sonido de este nuevo tiempo.
El tiempo en espera que tuvo el disco desde aquella edición postergada hasta su publicación en junio pasado, le sirvió a Ingaramo para seguir trabajando en él. “Cambié un montón de cosas, incluí canciones que resultaron clave para el disco como ‘Casamiento’, también con las colaboraciones me permitió abrirlo más al disco como fueron los aportes de Ms Mina, que es una atrista cordobesa que colabora en ‘No me llama’ o YSY A que lo hizo en ‘Se corre la bola. Pude terminarlo sin apuro, por fuera del ritmo frenético”.
La cuarentena le permitió también quedarse en casa no sólo para pulir el disco, sino también para disfrutar de los primeros meses de vida de su hijita Lila, fruto de su relación con la actriz Violeta Urtizberea, su pareja desde 2015. “Pude disfrutar de su primer año, me tuvo muy feliz, muy contenido. No extrañé tanto lo otro”. Y ya que estaba, compuso y mucho. Tanto que ya tiene como para empezar a trabajar en el sucesor de “La batalla”. Y, como dijo el propio Ingaramo, “alguito de eso va a comenzar a salir”.
Los shows
Neuquén
Día y hora: mañana a las 21.
Lugar: Casino Magic Neuquén (Planas 4005)
Entradas: Flipper (Av. Arg 179) y por sistema a través de www.livepass.com.ar
Bariloche
Día y hora: sábado a las 20.
Lugar: Magic Eventos (Libertad 110)
Entradas: por sistema Web: www.livepass.com.ar.
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