Joven de 16 años habría confesado el crimen de El Cuy

Otro menor de 15 lo habría ayudado a trasladar el cuerpo hasta donde fue hallado.

César Izza

EL CUY (AR).- El primer rastro del asesino del adolescente Johnatan Peña, de 17 años, lo encontró su propio padre el domingo por la tarde cuando halló el cuerpo semienterrado de su hijo en medio de un cañadón, en la zona sureste de la pequeña localidad de El Cuy.

Luego, todo fue cuestión de tiempo.

Primero vinieron los allanamientos, luego las pistas de sangre que se habrían hallado en una casa y finalmente la confesión de un chico de 16 años quien habría sido el que acuchilló al muchacho y le habría provocado la muerte en cuestión de minutos.

Perín Peña sabía que su hijo no podía estar muy lejos y que tal vez algo malo le había sucedido. Por eso decidió el mismo viernes y sábado viajar a Roca para tratar de hallar algún testimonio que le permita encontrar el paradero del joven quien sorpresivamente había desaparecido de su casa el jueves por la noche.

Estuvo en el Valle pero nadie le dio pistas concretas. Recorrió la casa de familiares y hasta algunos boliches a la espera de hallar una esperanza que le permita reencontrarse con su hijo.

Sin ninguna pista concreta y con una policía “que no colaboraba”, Peña decidió volver a El Cuy y salir a “campear” el terreno el domingo.

Pasaron varias horas y finalmente su peor temor se hizo realidad cuando a unos 400 metros al suroeste del poblado halló el cuerpo de su hijo. “Sólo veía su mano salir. Tal vez lo enterraron vivo”, dijo consternado ayer en las puertas de la Morgue del Poder Judicial -en Roca- mientras aguardaba la autopsia al cadáver de Johnatan.

La primera pista

Perín no sólo halló el cuerpo sino también la primera pista de que el muchacho había sido “arrastrado” hasta el lugar donde lo enterraron. Acostumbrado a la tarea de campo, sólo tardó unos minutos en llegar a la casa desde donde había partido el cuerpo. El rastro en la tierra era irrefutable.

La “huella” fue contundente. Y por eso ayer, el juez Daniel Tobares ordenó ayer mismo tres allanamientos. Uno de ellos en la vivienda de una familia que reside a unos 200 metros del cañadón donde apareció el cuerpo.

Fuentes policiales y judiciales confirmaron que un muchacho de 16 años habría confesado el crimen. Otro menor de 15 lo habría ayudado a trasladar el cadáver aunque para esa hora el chico ya no tenía signos vitales.

Los rastros, dijo una fuente de la policía, no dejaron lugar a dudas. En esa casa habrían encontrado manchas de sangre por lo que también se tomaron muestras para determinar si eran del mismo grupo sanguíneo que tenía el muchacho.

Las fuentes comentaron que el principal sospechoso es un joven de 16 años quien habría mantenido una discusión con Johnatan en la madrugada del viernes. Habría circulado alcohol y una pelea –por ahora no se conoce el motivo– habría terminado en el brutal crimen. En la causa hay otro chico involucrado.

Personal de Criminalística levantó rastros, prendas de vestir y secuestró varias pruebas en esa misma casa.

Las últimas horas

Perín Peña y su esposa Vilma Pichimil habían visto por última vez a Johnatan el jueves a última hora. Contaron que salieron de su casa de calle La Flor e Independencia a comprar cigarrillos, y cuando volvieron se encontraron con la puerta abierta y sin rastros de su hijo. “Andaba en pantalón corto y sabíamos que no podía haber ido lejos”, dijo la mamá horas antes de que el muchacho confesara el ataque.

Ayer los vecinos de El Cuy no podían salir de su asombro y trababan de encontrar respuestas al brutal crimen.

El cuerpo de Johnatan fue entregado pasado el mediodía a sus padres quienes finalmente decidieron velarlo en una sala de Roca.


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