Jornadas incompletas en la planta de faena de San Javier
Explicaron que falta carne, no hay producción, y se hacen una o dos faenas semanales.
La planta de faena móvil de punto fijo de San Javier continúa con cierto estancamiento en su actividad específica, a raíz del poco interés de los productores de la colonia agrícola del Valle Inferior como consecuencia de los costos de producción.
“Falta carne, no hay producción, se hacen una o dos faenas semanales”, explicó a RÍO NEGRO, Javier Garabaglia, uno de los integrantes de la comisión administradora del pequeño complejo ubicado en las adyacencias de ese poblado que se ubica a unos 25 kilómetros de esta capital.
El pequeño complejo se encuentra emplazado en una superficie de tres hectáreas y consta de dos módulos originalmente construidos bajo las características de “salas móviles” y dadas las obras civiles, accesorias y servicios desarrollados constituyen una “planta de faena fija”
La obra civil está compuesta por vestuarios y baños, oficina administrativa, gabinete de cisterna para acopio de agua potable, equipos para faena, oreo y frío, tinglado protector de los equipos, grupo electrógeno, platea de zona sucia con cajón noqueador de descarga lateral, corrales de espera y zona de descarga de animales, gabinete para digestor de vísceras, obra intermedia para concentración y conducción de efluentes.
Todo el predio se encuentra circundado por un alambre perimetral con un muro de hormigón inferior a los efectos de evitar el ingreso de especies silvestres al lugar.
Si la planta tiene una capacidad para faenar hasta 30 animales en forma diaria, “los productores se quejan de las limitaciones, y no ingresan”, admitió la gerenta Sol Guerobé. A su vez, admitió que “hemos tenido algunos problemas técnicos”.
En ese sentido, Garabaglia aclaró que la estrategia para ampliar y hacer más atractivo el negocio está vinculada a algunas decisiones que se deben tomar en el ámbito de consejo de administración para brindar “valor agregado” como la instalación de una sala de “despostado” en virtud de que la planta por ahora entrega la res completa.
Insistió en que se invitará a los productores a sumarse y también anunció que está en los planes abrir un comercio minorista para evitar la “intermediación” y que los productos –que pueden ser cerdos, ovinos o vacunos- “lleguen al consumidor directamente desde los productores”.
Según el administrador, el Estado ya “está haciendo un esfuerzo importante” con el valor bonificado de $ 350 por animal faenado y que se entrega con análisis gratuito de triquina cuando en privado cuesta 500 el examen sanitario.
No se descarta que haya otros motivos para que la planta funcione con bajo nivel de faena en virtud de que los productores tienen las exigencias que les impone el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). Por caso el Registro Obligatorio de Producción (Renspa), el Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial (RUCA) y el stock declarado ante el organismo de control.
“Los números son muy finitos, y quizá la crianza –sobre todo de cerdos- deba ser acompañada por otras producciones alternativas, sobre todo por los costos, ya que dentro del 20% se encuentran las erogaciones por materiales, el pago a los empleados, y los números te dan para tirar”, cuentan en un rápido sondeo realizado entre los productores de la colonia. por este medio.
Este funcionamiento parcial es un inconveniente que lleva más de un año, ya en anteriores ocasiones, se reconoció en el consejo de administración que muchos productores dejaron la actividad porcina con lo cual “se trabaja cuando está la demanda” por parte de cuatro o cinco, sumado a los altos costos de alimentación.
La planta de faena en números
- 1.8
- millones costó la instalación de la planta en San Javier.
- 3
- son los millones de pesos anuales que la provincia asigna para el funcionamiento de la planta.
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