Jorge Maronna: razones para una larga vida a Les Luthiers
En la primera entrevista de un integrante del grupo tras la reciente muerte de Marcos Mundstock, Maronna, uno de los dos miembros fundadores que aún permanecen en el conjunto, explicó los motivos por los que los shows siguen funcionando.
Jorge Maronna, uno de los dos miembros fundadores de Les Luthiers que siguen en el grupo, considera que la continuidad del conjunto humorístico-musical en el tiempo se funda en que trabaja «a partir de obras que son muy sólidas y el público que no es prejuicioso se divierte como siempre».
Durante una entrevista con Télam, la primera que un miembro de la agrupación ofrece tras la muerte de Marcos Mundstock, Maronna asegura que «si bien mucha gente extraña a Marcos y a Daniel (Rabinovich), los espectáculos que hemos hecho ya sin ellos para un público que no es prejuicioso siguen funcionando maravillosamente».
El artista nacido hace 71 años en Bahía Blanca fundamenta la vigencia de Les Luthiers en que propone «obras que son muy sólidas, tienen muy buenos textos, buenas ideas, buena música, buena realización y un pulido en la práctica de muchos años» ya que los integrantes de la agrupación son «muy vigilantes de mantener la calidad y mejorar cada detalle del espectáculo».
«En definitiva -resume Maronna- son obras que son sólidas de por sí más allá de quien las interprete, aunque por supuesto necesitan buenos intérpretes».
La alineación actual mantiene a otro de sus fundadores, Carlos López Puccio, junto a Horacio «Tato» Turano, Martín O’Connor, Tomás Mayer Wolf y Roberto Antier.
Les Luthiers fue creado en 1967 por Gerardo Masana quien falleció en 1973 y se mantuvo como sexteto 13 años más hasta la salida de Ernesto Acher, luego padeció la muerte de Rabinovich en agosto de 2015, la salida de Carlos Núñez Cortés a mediados de 2017 tras los festejos por medio siglo de actividad y, en abril pasado, el deceso de Mundstock.
«Les Luthiers es un grupo que fue mutando a lo largo del tiempo. El de estas últimas épocas no es el de la fundación, ha cambiado mucho de formación, algunas duraron mucho y son más reconocibles y están más presentes pero no son las únicas», advierte el guitarrista y compositor.
Algunas de esas formaciones podrán apreciase en los cuatro espectáculos que Les Luthiers suben desde este sábado a su canal de YouTube, de acuerdo a una programación que comenzará con «Las obras de ayer», de 2002; «Los Premios Mastropiero», de 2006, previsto para el miércoles 20; «¡Chist!», de 2013, el viernes 22; y «Viejos Hazmerreíres», de 2016, el miércoles 27.
P: ¿Sos de volver a verte?
R: Cuando terminamos de representar un espectáculo, cosa que suele ocurrir seis años después de su estreno porque los mantenemos rodando, ya prefiero no saber nada de él y pasar a otra cosa. Pero sí me gusta años después reencontrarme con algo de él y sorprenderme a ver cómo era y verlo como algo nuevo.
P: ¿Y de esa memoria surge algún espectáculo favorito?
R: Creo que no tengo un espectáculo favorito, en algún momento fue «Luthierías», un espectáculo muy viejo, de 1981, y luego mi seleccionado va por distintas piezas de todo nuestro repertorio. Pero sí, tengo uno favorito y cercano, que es «Gran reserva» (2017); me parece que de todas las antologías es la más redonda y poderosa en cuanto al equilibrio entre los textos hablados y lo musical.
P: A días de la muerte de Mundstock su hija Lucía escribió una carta pública donde expresaba «Les Luthiers no muere con ninguno de sus integrantes. Les Luthiers es inmortal» ¿Compartís esa afirmación?
R: Conmovedora la carta de Lucía, me hizo llorar. Por supuesto que la comparto y Marcos también la compartiría. Les Luthiers es un grupo que fue mutando a lo largo del tiempo. Es muy difícil reemplazar a Daniel, reemplazar a Marcos. Pero bueno, todo va caminando.
P: De todos modos debe ser extraño ver cómo creaciones construidas por un cierto grupo de personas, ahora son asumidas por otras…
R: Es cierto, es raro. Cada ingreso de nuevo integrante es raro porque uno tiene incorporado carnalmente al compañero y en escena uno ya actúa con la intuición y cada cambio lleva una adaptación. Pero a la vez es my grato ver que sigue todo funcionando a la perfección y ese es un baño de alegría en cada función.
P: ¿Cómo tomaste la muerte de Mundstock?
R: Una tristeza lo de Marcos que ya llevaba más de un año enfermo.
Entonces empezó nuestra preocupación por Marcos por verlo declinar y la noticia de su muerte fue muy dura aunque fuera algo que no tuviera remedio. Fue algo muy penoso y llevará su tiempo acostumbrarse porque llevamos realmente toda la vida compartida. Lo conocí en 1965 cuando yo tenía 16 años y él 22 en la línea de bajos del coro de Ingeniería.
P: Y encima la pandemia que hasta impidió poder despedirlo…
R: Tremendo. Además de que nos truncó actividad prevista y en camino porque nos encontró en medio de la gira española después de actuar en Zaragoza y en San Sebastián y yendo hacia Logroño. Y a la vuelta pensábamos estrenar «Más tropiezos de Mastropiero» que por estas horas estaría subiendo a escena en el Teatro Coliseo después de preestrenar en Rosario, cosa que tampoco pudimos hacer.
P: ¿Qué se puede adelantar sobre «Más tropiezos de Mastropiero»?
R: Es un espectáculo nuevo en sus tres cuartas partes y el cuarto restante son viejos éxitos. Además tiene varios instrumentos informales nuevos, creo que son cuatro y no mucho más porque no solemos anunciar acerca de los nuevos espectáculos.
P: ¿Tenés esperanza en poder presentarlo en enero?
R: Es tan incierto todo. Veremos si para entonces se puede trabajar en los teatros. Cambió el panorama para nosotros los artistas pero también para tantos trabajadores. Cambió el mundo desde ya y no es fácil acostumbrarse a esta extraña nueva vida.
De profesión «un músico que puede escribir algo»
Con más de medio siglo recorriendo escenarios del mundo y aportando a la usina creativa de Les Luthiers, Jorge Maronna elige definirse como músico, ya que la musical es la faceta de la agrupación con que «más cómodo» dice sentirse.
«Me pasa de recibir saludos por el día del actor y yo siempre respondo, dando lugar a largos debates, que ‘muchas gracias pero no soy actor’. Yo soy músico más que nada», confiesa Maronna en charla con Télam.
El artista estudió guitarra con María Luisa Anido, y más tarde con Miguel Ángel Girollet y Víctor Villadangos. A fines de los 60 (ya como parte de Les Luthiers) integró el conjunto de música antigua Ars Rediviva y fue acompañante de cantantes, entre ellos María Elena Walsh.
Compuso obras vocales e instrumentales que fueron interpretadas, entre otros, por Susanna Moncayo, el Grupo de Canto Coral, Lucía Maranca, Miguel Ángel Girollet, Claude Delangle, Marie Kobayashi, el Coral Cantiga, Judith Mok, Adriana de los Santos y el Coro de Cámara de la Provincia de Córdoba.
También compuso música para espectáculos teatrales, como “Yerma”, de Federico García Lorca, “Androcles y el león” y “Hombre y superhombre”, ambos de Bernard Shaw, este último dirigido por Norma Aleandro.
Sus colaboraciones como escritor con el colombiano Daniel Samper Pizano, además biógrafo oficial del grupo, llegó en 1996 a la TV de aquel país con la telenovela humorística “Leche”, para la que además compuso una treintena de canciones.
“Si bien Les Luthiers lleva mucho tiempo y muchas energías, a la vez siempre dispusimos también de tiempo para hacer otras cosas paralelamente”, asegura el intérprete.
Maronna especifica que las actividades extra Les Luthiers le dejó a sus integrantes «desarrollar otro tipo de inquietudes»: «Así como Carlos tiene sus coros y Marcos y Daniel han actuado en películas, yo he compuesto música para teatro, para intérpretes amigos que me han estrenado muchas obras».
«Además -amplía- escribí algunos libros de humor; varios con Daniel Samper y otro con Luis Pescetti (‘Copyright’), cosas que me han dado mucho placer y que sigo haciendo todavía».
P: ¿O sea que aceptás ser saludado en el Día del Escritor?
R: (risas) Tampoco soy escritor. A pesar de haber escrito cinco o seis libros me considero un músico que puede escribir algo.
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