Japón apostará al contragolpe frente a los rusos

YOKOHAMA, Japón (AFP) – Japón apostará de lleno al contragolpe como táctica para vencer al líder el grupo H, Rusia, en el encuentro que se jugará en esta ciudad a partir de las 8.30 y con el arbitraje del alemán Markus Merk.

El empate (2-2) obtenido en el primer encuentro del grupo H, contra Bélgica, obliga a los japoneses a evitar a toda costa una derrota mientras que la victoria propulsaría al equipo dirigido por Oleg Romantsev a octavos de final, pues en su primer encuentro derrotaron a Túnez por 2-0.

Como el encuentro se disputará en el estadio de Yokohama, que será escenario de la final de este Mundial, los japoneses esperan que el público les ayudará a colmar con su aliento y cumplir su papel de «jugador número 12» para apoyar a los anfitriones, que desplegaron un juego movido, aunque inocente, ante los «diablos rojos» belgas.

Como contra éstos, Junishi Inamoto será una pieza esencial en el dispositivo del entrenador francés Philippe Troussier en el mediocampo. El jugador del Arsenal escurridizo, tuvo en vilo durante los 90 minutos a las líneas defensivas de los belgas y coronó su flamante actuación con un gol.

Sin embargo, frente a los rusos, los compañeros de Hidetoshi Nakata van a acusar su menor talla, sobre todo en las líneas de retaguardia. También deberán limar otros errores cometidos contra los belgas, como su exagerada precipitación en la búsqueda del gol, sin armar con tesón las acometidas.

Sobre todo teniendo en cuenta que con los rusos no van los nipones a hallar los mismos espacios que les ofrecieron los belgas en la zona reservada a la defensa central.

Aunque no convencieron frente al modesto conjunto de Túnez, los rusos demostraron una plausible solidez y el retorno del centrocampista Alexander Mostovoi, el alma del equipo, constituye un aporte suplementario de victoria, que, inversamente, aminora las posibilidades de Japón.

Mostovoi, recuperado de una ligera lesión, se asociará en la línea medular a su compinche del Celta de Vigo Valery Karpin, que fue contra Túnez un auténtico e inspirado director de orquesta.

A pesar de la diferencia de categoría entre ambos equipos, el primer goleador mundialista de Japón Takayuki Suzuki, se dijo convencido de que será más fácil Rusia que Bélgica.

La embajada nipona de Moscú pide discreción

La embajada de Japón en Moscú recomendó a sus ciudadanos que eviten salir a la calle la noche del partido si la selección japonesa de fútbol gana hoy a Rusia en la Copa del Mundo, informó ayer la televisión rusa.

Según esta información, que no pudo ser confirmada por la embajada, los ciudadanos japoneses tienen que evitar los lugares oscuros y aislados de la capital rusa si su equipo gana el partido, según las cadenas NTV y RTR.

Con motivo del partido, que se jugará en Yokohama (Japón), la policía rusa no ha previsto ninguna medida de seguridad especial en Moscú, excepto en el barrio de Arbat y en la plaza del tiovivo donde se transmitirá el encuentro mediante pantallas gigantes, indicó la policía de la ciudad, citada por Ria-Novosti.

Por este motivo el servicio de seguridad de Moscú implementará un sistema especial con la policía local y guardias nacionales.

Si bien hasta el momento no han surgidos problemas, esta vez sí podrían ocurrir si los japoneses superan a los rusos y salen a festejar por las calles moscovitas. (AR y AFP).

El ataque tiene la palabra en Túnez-Bélgica

Los delanteros de Bélgica y Túnez, dos equipos con reputación defensiva, seguramente tendrán la última palabra en el partido que jugarán mañana en Oita, Japón a las 6, en el marco del Grupo H de la Copa del Mundo 2002 de fútbol.

Un encuentro que los «Aguilas de Cártago» necesitan ganar y que los «Diablos Rojos» no pueden perder para mantener esperanzas de clasificar para los octavos de final de la competición.

«Tengo confianza. Marcamos dos goles en el partido amistoso que disputamos con Francia (2-1), y otros dos el martes ante Japón (2-2). Anímicamente es importante», comentó el entrenador belga Robert Waseige a todos aquellos que le reprochan el no haber alineado ningún atacante neto en el primer partido que disputó su selección en este Mundial.

«Túnez jugará contra nosotros su última carta. Pero, esto no creo que cambie su perfil habitual. Con seguridad seguirá defendiendo masivamente, con la esperanza de sorprendernos al contragolpe. Es asunto nuestro no caer en su trampa», continuó el seleccionador, que podría alinear a Wesley Sonck, un delantero en el más cabal sentido de la palabra.

Mientras los belgas muestran confianza, los tunecinos necesitan después de la derrota 2-0, el miércoles ante Rusia. A pesar de haber sido, de lejos, el equipo más contundente de las eliminatorias africanas (23 goles), los dirigidos por Ammar Souayah actualmente no encuentran el camino hacia las redes rivales. Lo mismo que ocurrió en la última Copa de Africa de Naciones (CAN), en la que no marcaron ningún gol, entonces bajo la batuta del francés Henri Michel.

«Al formar mi equipo, busqué un equilibrio entre jugadores con vocación creativa y recuperadores de balones. Mantengo la confianza. Tenemos delanteros talentosos», señaló Ammar Souayah.

«No podremos jugar con moderación ante los belgas», anunció el técnico, dando a entender que jugarán al ataque.

Pero, Túnez, que participa por tercera vez en una fase final de la Copa del Mundo (después de 1978 y 1998), tuvo una preparación caótica para este Mundial, con intrigas entre bastidores y danza de entrenadores.