Israel declaró enemigo a Arafat y asaltó su cuartel general

El líder palestino permanece aislado en su oficina. Dijo que prefiere ser mártir a cautivo. Sharon aún no dijo cuál será el próximo paso y sólo prometió respetar su vida.

JERUSALEN (ANSA/Reuters) – Medio Oriente quedó al borde de la guerra total: el líder palestino, Yasser Arafat, fue sitiado y quedó a merced del ejército israelí, que invadió su cuartel general en Ramallah a sangre y fuego, poniendo en riesgo la vida misma de la máxima autoridad de la ANP.

La ofensiva, dirigida a aislar a Arafat , fue las más dura que lo tomó como blanco directo en 18 meses de un levantamiento palestino contra la ocupación israelí y la mayor amenaza a su poder desde que regresó a Cisjordania del exilio en 1994.

El jefe de gabinete palestino Saeb Erekat dijo que la acción israelí era una declaración de guerra luego año y medio de conflicto de baja intensidad en el que han muerto al menos 1.113 palestinos y 383 israelíes.

Israel concretó ayer la prometida ofensiva a gran escala contra Arafat, a quien responsabiliza por los últimos ataques suicidas de fundamentalistas. El Primer Ministro Ariel Sharon definió a Arafat como «un enemigo que debe ser aislado» y pronosticó que la violenta ofensiva «durará semanas».

Las tropas de Israel que ya cercaban el cuartel de Arafat desde diciembre, ingresaron en el derruido complejo de edificios -que sigue siendo la sede de la Autoridad Nacional Palestina- después de un intenso bombardeo, para detener a 70 personas, entre otras a colaboradores inmediatos del propio presidente palestino.

Soldados batallaron con los guardias de seguridad de Arafat habitación por habitación, en un duro asalto contra la principal base de poder del líder palestino.

Las tropas israelíes cortaron la luz y el agua, dejando a Arafat aislado en una oficina sin ventanas del segundo piso, donde apenas dispone de varios teléfonos celulares para pedir ayuda internacional y una ametralladora Uzi con la que podría cumplir su promesa de morir como mártir, según anunció en su último contacto.

Arafat utilizó los celulares para lanzar una directa acusación contra EE.UU.: «los tanques israelíes no se habrían movido si Washington no hubiera querido», dijo. Aseguró que los bombardeos provocaron ya 9 muertos y 40 heridos y afirmó que su dormitorio estaba en llamas.

En sus dramáticas declaraciones -que sonaron a testamento político- Arafat afirmó: «los israelíes quieren hacerme prisionero, pero yo ruego a Dios que haga de mí un mártir. No soy mejor que cualquier joven palestino muerto por nuestra causa».

La vida de Arafat está en manos de Israel como nunca en la azarosa militancia del líder palestino. Una foto distribuida ayer es un testimonio patético de su indefensión: sentado junto a una mesa de madera, acompañado de sus colaboradores, sin luz.

También a través de los teléfonos celulares que aparecen como su última vía de comunicación, Arafat se comunicó con el mediador norteamericano Anthony Zinni, los presidentes Emile Lahud, de El Líbano; Hosni Mubarak, de Egipto; el presidente de turno de la Unión Europea, José María Aznar , entre otros líderes.

En una señal de la creciente preocupación por la violencia en Oriente Medio, que incluyó un atentado con bomba por una palestina suicida que ayer mató a dos israelíes, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas decidió sostener una sesión de emergencia a iniciativa de los delegados palestinos y árabes.

El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, aseguró que Sharon le dijo que Israel no se propone «hacerle daño a Arafat» , Powell admitió que Israel «está en su derecho de responder al terrorismo» pero le pidió al premier Sharon que «cuidadosamente mida las consecuencias de sus acciones». Esta declaración fue vista como un respaldo tácito al operativo.

Annan reclamó la retirada

NUEVA YORK (ANSA) – El secretario general de la ONU, Kofi Annan, lanzó anoche una exhortación a Israel para que detenga el ataque contra el cuartel general del líder palestino Yasser Arafat, en una serena pero firme alocución ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Annan, quien regresó en las últimas horas tras la cumbre árabe de Beirut, se manifestó «profundamente alarmado» por la «escalada de violencia en la región», y pidió al premier israelí, Ariel Sharon, y a Arafat, que «actúen responsablemente».

Annan también condenó los atentados kamikazes cometidos en los últimos días por los palestinos: «el objetivo de los ataques terroristas contra Israel es minar las perspectivas de paz». «De la otra parte, la destrucción de la Autoridad Palestina no llevará a la paz sino a una situación mucho más cercana a la guerra», balanceó Annan.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) sesionaba anoche, a fin de considerar la grave situación en el Medio Oriente, después de un encuentro de urgencia de media hora.

No está aún claro si se logrará un acuerdo en torno al texto de una eventual resolución que escape al veto de los Estados Unidos.

La reunión fue convocada para las 18,00 hora local (20 de Argentina). No obstante, sufrió varias demoras debido a las negociaciones para armonizar varios borradores de resolución.


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