Investigan si Ibáñez era una mujer golpeada
La autora del triple crimen de Cutral Co ya está en una celda. La trasladaron ayer desde la clínica donde estaba internada. La Justicia sigue sin saber el móvil, pero presume que hubo una pelea.
CUTRALCO Con una Biblia, un rosario y las fotos de sus hijos como único equipaje, Sara Ibáñez, la triple homicida de Cutral Co, ingresó ayer al mediodía a la cárcel de mujeres de Neuquén. Mientras la justicia investiga si era golpeada habitualmente por su marido, motivo que desató la tragedia durante la cual masacró a toda su familia, ella esperará en una celda la realización del juicio oral en el cual podría ser condenada a prisión perpetua.
En tanto, se supo que declaró el dueño del arma que Ibáñez empuñó para cometer los crímenes. Explicó que Fabián Blanco, el asesinado esposo de la mujer, se lo había pedido prestado “para correr a los perros que le comían las gallinas” de su propiedad. Para el fiscal Santiago Terán, el hombre podría quedar desvinculado de la causa.
Sara Ibáñez (34) está procesada por triple homicidio calificado por el vínculo y por alevosía.
La acusan de asesinar a su esposo Blanco (30) y a sus hijos Magalí (6) y Ulises (2) con un revólver y un cuchillo. Los crímenes ocurrieron el 23 de diciembre pasado y empañaron la Navidad en la comarca petrolera.
Hasta las 13.30 de ayer, Ibáñez había estado internada en la clínica local. A esa hora la subieron a un patrullero en el cual fue trasladado hasta la cárcel de mujeres de Neuquén capital. Se la vio con el rostro demacrado, el pelo recogido y una camisa con arabescos que dejaba al descubierto un rosario blanco en su cuello vendado.
Cuando descubrieron los crímenes, la mujer presentaba una serie de heridas que según se cree, se provocó ella misma.
El traslado, previsto en principio para mañana, se adelantó por motivos que se desconocen. Por eso la detenida no pudo despedirse de su madre como tenía planeado. Así, lo único que se llevó como equipaje fueron la Biblia que había pedido a los pocos días de estar internada y las fotos de sus hijos muertos.
Como se informó, la semana anterior había sido autorizada a visitar sus tumbas.
El operativo policial se realizó con rapidez y discreción, apenas hubo una breve interrupción del tránsito de la calle Sáenz Peña que a esa hora es poco concurrida.
Mientras tanto, el otro detenido que hay en la causa declaró el martes durante casi cuatro horas. Se trata de un hombre, cuya identidad se mantiene en reserva, que fue vinculado con el caso porque es propietario del revólver calibre 22 marca Galán con el que se le efectuaron tres disparos mortales a Fabián Blanco y uno al pequeño Ulises.
Esta persona ya había declarado como testigo y no dijo que ese revólver le pertenecía. En aquella ocasión señaló que mantenía una relación no muy estrecha con Blanco, y que apenas se trataba con Ibáñez. Explicó que el contacto se producía a la hora de tomar unos mates y por la cercanía entre su lugar de trabajo (el aeropuerto) y la vivienda de los Blanco.
El martes, al declarar como imputado, explicó que había tenido miedo ante lo tremendo de los homicidios y por eso no dijo que el revólver era suyo.
El fiscal Terán dijo ayer a “Río Negro” que el detenido declaró “sin mezquindad en cuanto sabía”. Detalló, por ejemplo, que Blanco le había pedido prestada el arma “para correr a los perros que le comían las gallinas”.
La presencia de su arma en el escenario del crimen “fue circunstancial, no fue provista para los crímenes ni podemos hablar de una autoría intelectual”, adelantó el fiscal.
En consecuencia, se prevé que pronto quedará completamente desvinculado del caso.
Así, toda la responsabilidad parece recaer en Sara Ibáñez. Pero la justicia aún quiere saber qué desencadenó la masacre.
En ese sentido, la principal hipótesis es que la mujer fue golpeada por Blanco el 23 a la madrugada y producto de esa paliza perdió un embarazo de poco más de dos meses. Luego cometió la masacre.
Ahora se investigará si esas peleas eran habituales. En ese sentido, el fiscal Terán dijo que investiga una anterior relación de pareja de Blanco, fruto de la cual nació una niña que hoy tendría siete años.
La información que logre reunir “permitirá determinar la personalidad de Blanco y si era un hombre violento o no, ya tenemos otros datos para aproximarnos pero esto va a ser más contundente”, explicó Terán.
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