Inquieta el nivel de consumo de bebidas azucaradas
Una encuesta que realizó el equipo de obesidad infantil del hospital zonal reveló un elevado consumo de gaseosas. Los médicos argumentan: “poner en marcha una dieta y actividad física implica dinero y es complejo; suprimir estas bebidas es fácil, se abaratan costos y es muy beneficioso”.
Inquieta el nivel de consumo de bebidas azucaradas
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De unas 230 familias encuestadas y un universo de 1.000 niños, el 87% admitió que en la última semana sus hijos consumieron bebidas azucaradas o gasesosas; mientras que el 13% dijo que no.
Entre quienes consumieron bebidas azucaradas, el 51% lo hizo tres o más veces a la semana y el 24,8% lo hizo dos veces y un 27,8%, una vez a la semana.
Estos resultados surgen de un estudio que realizó el equipo de obesidad infantil, impulsado por el hospital zonal, durante una semana en los consultorios de pediatría y centros de salud.
Tiempo atrás, a raíz de las alarmantes cifras de obesidad infantil y sobrepeso en Bariloche, el equipo de salud lanzó una campaña “Solo por hoy, no le des jugo ni gaseosa a tus hijos”.
Los profesionales explicaron que la obesidad infantil se multiplicó 10 veces a nivel mundial y la Argentina está primera en el ranking regional de obesidad, según un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Los estudios dieron como resultado que uno de cada tres chicos barilochenses tienen sobrepeso u obesidad y en los últimos 5 años, el sobrepeso y la obesidad aumentó el 25%. El director del centro de salud del barrio El Frutillar, Felipe De Rosas, explicó que “en los barrios, en séptimo grado, el 67% de los chicos tenían sobrepeso u obesidad”.
“Pensemos que cada botella chica de gaseosa tiene aproximadamente 12 cucharadas de té de azúcar. Es uno de los factores de riesgo que tenemos en relación a la obesidad infantil. Hay que pensar que estos niños que consumen tantas bebidas azucaradas son propensos a tener sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión, problemas articulares y del corazón”, advirtió De Rosas.
El médico alertó además que “de esta forma, se empieza a formar un gusto en el chico. Entonces, después, más allá de pedir siempre ese tipo de bebidas, necesita azúcar para comer. Le pone azúcar a todo. Hasta las frutas van perdiendo el gusto original. Poder cambiar la dieta de la familia y hacer actividad física es difícil y caro. La única acción barata y fácil es suprimir las bebidas azucarada”.
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