Inminente alejamiento del ministro de Economía de Río Negro
La gobernadora Carreras lo habría decidido por diferencias en los métodos de trabajo. Suenan tres nombres para reemplazar a Domingo.
A menos de un mes de asumir, la gobernadora Arabela Carreras se perfila para su primer recambio ministerial: Agustin Domingo dejará la conducción de Economía.
Esta pronta partida requerirá -seguramente- una maniobra de continuidad, entonces las opciones de reemplazos se concentran en el ex secretario de Hacienda, Luis Vaisberg o en su sucesor Miguel Cruz.
Otra posibilidad radicaría en la legisladora Marcela Ávila, que ocupó -hasta su asunción- funciones en la Agencia de Recaudación.
Vaisberg conformó el equipo impositivo de Domingo y, en el 2017, lo llevó a Economía como su segundo aunque, en diciembre, el secretario prefirió dejar esa cartera y pasó al Tribunal de Cuentas, como auditor jefe. En Hacienda lo reemplazó Miguel Cruz, que era el secretario de Administración.
Primeras muestras de un estilo
Hace unos días, la mandataria habría acordado con Domingo su salida del mando de ese ministerio y concretarla en febrero. Pero, en las últimas horas, los tiempos se aceleraron con la filtración del recambio –publicada este domingo en Río Negro– y el anuncio oficial sería inminente. Incluso, se apuraron las evaluaciones y las reuniones por la sucesión.
Domingo no respondió a los reiterados llamados de Río Negro y otros funcionarios también se ampararon en el silencio, dejando cualquier respuesta a la mandataria o los canales oficiales. Clara evidencia de un desenlace inmediato.
Aún ese sigilo, se supo de diálogos telefónicos de Carreras y el ministro, seguramente orientados a la revisión de los tiempos originales y de los términos del alejamiento de la cartera económica.
¿Que ocurrió para tan abrupta partida de Domingo del nuevo gabinete, a un mes de su asunción?. La razón central está en el método de trabajo impuesto por Carreras y su colisión con la ausencia del contador de Viedma, pues sigue radicado en Bariloche. Gestionó así en la administración de Alberto Weretilneck, inicialmente la Agencia de Recaudación y, luego, el ministerio.
Ponderando su trabajo técnico, la gobernadora confirmó su continuidad en setiembre y, luego, le requirió su traslado a la capital rionegrina, pero Domingo se mantuvo en la imposibilidad por razones personales.
Ambos, evidentemente, relativizaron esas diferencias en las formas de trabajo. Ella no flexibilizó su programa de disciplina laboral, y él no pudo responder a mínimas disponibilidades. Así, todo se erosionó demasiado rápido.
El fin de semana previo a Navidad, Carreras se encerró en la Residencia para concluir con el proyecto legislativo del nuevo Consenso Fiscal y su consecuente rectificación del Paquete Fiscal. Domingo no participó y, por eso, definió el texto final con el secretario Cruz y el titular de la Agencia, Leandro Sferco.
A esa distancia se le sumaron otros hechos que acentuaron el desgaste entre ellos. Seguro de sí mismo, el ministro siempre mantuvo autonomía ministerial con Weretilneck y, estas semanas, siguió con igual soberanía aunque Carreras impone -por lo menos, por ahora- mayor atención técnica. Una característica de su formación y, también, un celo lógico en su pretensión de involucrarse y establecer autoridad en un equipo totalmente heredado de la administración de Weretilneck.
El nudo de la desavenencia funcional radica en lo gubernamental, pero Domingo también se mostró el año pasado con clara libertad política cuando lanzó su candidatura a la intendencia de Bariloche.
Weretilneck y su estructura definitiva de 287 funcionarios
El 9 de diciembre, el exgobernador Alberto Weretilneck firmó el decreto N° 1856 donde establece la baja a la totalidad de su estructura de autoridades superiores, con 274 funcionarios -desde secretarios hasta directores- y el número llega a los 287 integrantes, con su gabinete (por entonces, de 13 miembros).
Obviamente, este esquema no incluye a las conducciones de las sociedades estatales, que suman una decena de plantas funcionales.
En pocos días, se cumplirán seis años del desplazamiento masivo de Weretilneck de su equipo de autoridades, planteado como un “gesto de baja del gasto político”. Propuso entonces una reducción a la mitad de sus funcionarios, de 340 a 170.
Aquel decreto -entre los últimos firmados por el hoy senador- evidencia el armado de cada cartera, con su mayor conformación por parte de la Secretaría General, con 34 funcionarios. Desarrollo Social y Economía sumaban -cada una- 28 designaciones.
Seguridad y Justicia registraban 25 cargos; Turismo -con Cultura y Deportes- llegaban a los 21 mientras Agricultura y Gobierno disponían de 17 funcionarios, cada una de ellas.
Trabajo tenía 15 nombramientos políticos y Educación disponía de 14. Obras Públicas sumaba 13 y la Secretaría de la Niñez contaba con igual cantidad . Diez también constituían las estructuras de autoridades de Salud, y del Ipross. Siete contaban Energía y Función Pública. Los 15 funcionarios restantes se reparten entre APASA, IPPV, Agencia de Recaudación, Lotería y Idevi.
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