Ingenieros cuestionan la obra del nuevo puente de La Rinconada
El colegio que los agrupa en la provincia de Neuquén sostiene que se usó en los pilotes hormigón sin aditivos en días bajo cero.
El Colegio de Ingenieros de Neuquén denunció que la construcción del nuevo puente La Rinconada, sobre la ruta nacional 40, se ejecuta sin cumplir con las exigencias técnicas propias de ese tipo de obras y advirtió que la empresa a cargo efectuó tareas de hormigonado “sin la presencia de inspectores de Vialidad Nacional”.
El ingeniero Jorge Levang, vocal del Colegio en la zona Sur, dijo que buscan desde enero pasado un “acercamiento” con la obra, para conocer los detalles, visitar el obrador y realizar consultas técnicas “in situ” y al principio lo habían conseguido. Pero en el último tiempo se les negó el acceso.
Señaló que en un primer momento pudieron saldar dudas sobre las “armaduras oxidadas” que se observaban a simple vista, acopiadas desde hace años a un costado de la ruta para emplearlas en la obra. Dijo que ante la consulta puntual se les demostró que las estructuras reciben un proceso de arenado antes de usarlas en el puente.
Pero no ocurrió lo mismo con otros interrogantes que planteó el Colegio de Ingenieros en relación con el hormigonado.
Levang habló con RÍO NEGRO en nombre de la entidad profesional y dijo que a mediados de mayo la empresa ejecutora -Lavigne Proyectos Integrales- comenzó a colocar hormigón en los pilares del puente “del lado de Zapala”. Lo hizo en días con temperaturas inferiores a 4 grados y “con noches bajo cero”, sin aplicar los recaudos de seguridad establecidos para garantizar un fraguado eficiente en esas condiciones climáticas.
Señaló además que esos trabajos “se están haciendo sin la presencia de Vialidad Nacional”, que corresponde por procedimiento, para constatar el estricto cumplimiento del pliego y el contrato.
El puente La Rinconada es una obra que se proyectó y licitó hace más de una década. Según la descripción que realiza la empresa en su página web, se trata de un puente de 300 metros, con pilotes de hormigón armado de 1800 mm de diámetro y 35 metros de longitud “fundados en roca con camisa metálica perdida”, sobe los que se deben montar vigas ménsula premoldeadas.
El puente atraviesa el río Collón Cura y forma parte de la ruta 40 entre Junín de los Andes y Zapala, y la nueva estructura en ejecución servirá para garantizar el tránsito de doble mano, ya que el viejo puente existente desde hace décadas permite el paso de un solo vehículo.
La obra sufrió varios tropiezos y demoras, por razones técnicas y por conflictos con la titularidad de las tierras afectadas a los terraplenes de ingreso y salida. Hasta que fue retomada hace pocos meses, luego de que Vialidad aprobara un replanteo propuesto por la empresa.
Las observaciones del Colegio de Ingenieros ya fueron expuestas hace un par de semanas y habrían causado malestar en Vialidad Nacional. Los intentos por obtener alguna precisión en el distrito Neuquén de ese organismo resultaron infructuosos. Los responsables no respondieron correos y ni llamados de este diario.
La publicación del Colegio dice que “se ha realizado el hormigonado con bajas temperaturas (-8 grados durante la mañana) sin colocar aditivo anticongelante, de acuerdo a lo informado por personal de obra”.
Agrega que ése fue el procedimiento aplicado en al menos dos pilares del puente y que “de acuerdo a lo informado por personal de la empresa no ha participado la inspección de Vialidad Nacional”.
Levang dijo que en obras de ese tipo “es indispensable la presencia del técnico de la empresa y del contratante”. Señaló que para hormigonar con bajas temperaturas “lo correcto es montar una globa y generar una atmósfera para que se pueda trabajar el material en una temperatura controlada”. También existen aditivos, fluidificantes y anticongelantes, pero ante una consulta específica les dijeron a los representantes del Colegio que “no iban a usar porque afecta la resistencia”.
Señaló que otro procedimiento obligatorio es el empleo de “probetas” de muestra que se dejan fraguar en condiciones específicas para ensayar la aptitud del hormigón. Y no les consta de que se hayan usado en este caso. Pero más allá de esos detalles, señaló que “lo crucial es que Vialidad no controla”.
Levang dijo que “el colegio se va a ocupar de hacer cumplir la ley 2.990” que le otorga poder de policía en esos casos y que impone la obligación de que las obras estén a cargo de un matriculado. “Hasta 2016 se cumplía, pero desde entonces no se cumplió más -aseguró-. Esa ley es la principal herramienta del colegio para prevenir cualquier falla o error”.
Dijo que el propósito que los motiva no es entorpecer el proyecto sino asegurarse de que se haga bien, porque “el puente es una obra muy esperada en toda la región”.
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