Incendio en la Amazonia: ¿y por casa cómo andamos?
Ahora que los ojos del mundo se posan sobre Brasil, vale repasar la estadística de la región, donde se quemaron más de un millón de hectáreas de campos y miles de bosques nativos.
Los incendios en la Amazonia arrasaron más de 1.200.000 hectáreas de la selva. Pero ese fuego que encendió la mecha en el G7 entre el presidente francés Emmanuel Macron y su par brasileño Jair Bolsonaro, y que conmueve al mundo entero, no es el único foco preocupante. En África, arde en silencio una superficie aún mayor que la de Brasil y sus vecinos: 340 millones de hectáreas están bajo fuego.
Con la llegada de septiembre, el mes de la primavera y el viento, comienza aquí la temporada alta de incendios, un hecho que no es ajeno a nuestra geografía. De hecho, en el verano de 2016-2017, sólo en la provincia de Río Negro se quemaron 1.200.000 hectáreas. El 70 % de este territorio correspondió al departamento de Pichi Mahuida, donde está Río Colorado. Fue la peor cifra que se recuerde. Es más, a partir de ese incendio, el gobierno rionegrino decidió instalar en Conesa una oficina del Servicio de Prevención y Lucha de Incendios Forestales de Río Negro (Splif), como la que ya existía en Bariloche desde 1996.
Para tener dimensión de lo que significó aquel incendio, entre fines de 2016 y principios de 2017 ardió el 5 % de la provincia de Río Negro, una extensión equivalente a 24,5 ciudades de General Roca. La Nasa captó desde el aire la inmensidad de la humareda que cubría buena parte de esa región y las pérdidas se midieron por millones.
No es lo mismo que la Amazonia, es cierto. La biodiversidad que está en juego en el pulmón del mundo es, en la mayoría de los casos, irrecuperable. Y aquí, incluso se puede pensar que para el suelo fue un beneficio.
Pero aún mirando la mitad del vaso llena, hubo daños enormes: el fuego afectó a unos 300 productores, y se perdieron 2.500 cabezas de ganado vacuno, y 1.400 kilómetros de alambrados y postes perimetrales. En ese momento, el gobierno evaluó la pérdida en 280 millones de pesos.
Lo que impresiona, es la dimensión del fuego que hubo en aquel momento en la zona de Río Negro. Sobre todo porque, sumada a la superficie que también se incendiaba en ese momento en La Pampa (1.300.000 hectáreas más) da un total de 2.500.000 de hectáreas.
Lo irrecuperable
En términos de áreas protegidas, el peor desastre en la región ocurrió en 1996, en Bariloche. Sólo en ese verano se quemaron 15 mil hectáreas de bosque nativo, muchas de ellas dentro de parque nacional.
Efectivamente, en enero de 1996, el fuego arrasó miles de hectáreas en el valle del Challhuaco y el cerro Catedral, dos lugares de alto valor turístico. En el segundo caso el fuego llegó a destruir seis viviendas de villa Catedral y dos módulos de tiempo compartido de un tradicional hotel. También fue necesario practicar evacuaciones masivas en la cercana villa Los Coihues y la preocupación generada por los incendios se instaló durante varios días en las tapas de la prensa nacional.
En aquel momento, el Splif estaba en proceso de organización, con escaso presupuesto, y la estructura dispuesta por la Nación quedó rápidamente superada. El costo político lo pagó la entonces secretaria de Recursos Naturales y Ambiente Humano, María Julia Alsogaray.
De ese año data la ley provincial 2.966, que reemplazó la anterior (la 2.160) y sirvió para modernizar y dotar de recursos a ese servicio.
En febrero de 1999 también hubo incendios importantes en la región. Se quemaron 600 hectáreas de lengas y caña coihue en el área Catedral y unas 7.000 hectáreas en lago Los Moscos, cercano al cerro Tronador, en pleno Parque Nacional.
Otro incendio en esa misma temporada arrasó 240 hectáreas en el cerro Carbón y en Challhuaco.
Un año antes hubo incendios graves también en la costa neuquina del lago Nahuel Huapi y en plantaciones de pino de la estancia San Ramón. También fueron recurrentes los incendios que afectaron la ladera sur del cerro Otto.
Según las cifras oficiales de Neuquén, entre 2018 y 2019 a nivel provincial se han consumido en incendios alrededor de 20.000 hectáreas en la provincia, una superficie que equivale aproximadamente a los ejidos de Neuquén y Plottier.
Pero los siniestros no se traducen en grandes pérdidas porque se han generado en pastizales. Según la dirección provincial de Manejo del Fuego solo el 1% fueron sobres bosques nativos que “son los que más duelen”, señaló John Cuiñas, director del área.
Es que en este caso, como en la selva amazónica, lo que está en juego son las especies únicas , que muchas veces resultan irrecuperables, con todo lo que eso significa para el mundo.
El planisferio de arriba es una foto de ayer tomada por la Nasa en la que se ve claramente la dimensión de los incendios que ocurren en la tierra en este preciso momento. Se ve también allí la magnitud del fuego del que no se habla: Africa.
Abajo, la imagen satelital de los incendios corresponde a la temporada 2016/2017 cuando se quemaron sólo en Río Negro 1.200.000 hectáreas . A La Pampa, en esa misma temporada, le tocó un número aún superior: 1.300.000 hectáreas.
Las fechas que quedaron marcadas:
Enero de 1996: el fuego arrasó 15 mil hectáreas en el valle del Challhuaco y el cerro Catedral, dos lugares de alto valor turístico.
2014: los incendios forestales en Cholila, Lago Puelo, El Hoyo y El Turbio” afectaron 60.000 ha. de bosques nativos.
29 de diciembre de 2014: abarcó parte de Río Negro y Buenos Aires. La superficie afectada fue de 79.630 ha. Vegetación: monte de chañar, jarilla y piquillín.
Enero de 2015: Se inició el 15 de en inmediaciones de Playas Doradas. Afectó 19.600 ha. principalmente de jarilla.
3 de enero de 2015: el incendio denominado Laguna Seca, comenzó entre la ruta Nacional 231 y la margen norte del lago Nahuel Huapi, en Parque Nacional. Afectó 1.100 ha de arbustales y matorrales, plantaciones de Pinos y comunidades de ciprés de la cordillera, especies de gran importancia forestal.
Enero de 2015: el incendio llamado El Contra ocurrió dentro del Parque Nacional Lanin, sobre la margen sur del Lago Huechulafquen. Comprendió 460 ha., y afectó vegetación nativa de tipo arbustales, matorrales mixtos y bosques de ciprés de la cordillera, lenga y, coihue.
15 de enero de 2015: el incendio de Collón Cura ocurrió entre el río homónimo y la ruta nacional 237; en cercanías del Embalse de Piedra del Águila. La superficie quemada alcanzó las 7.080 ha.
21 de diciembre de 2016: una tormenta con descargas eléctricas inició el mayor incendio de la región en los campos cercanos a RíoColorado. Los focos se propagaron rápidamente impulsados por vientos con ráfagas de 70 km/h. El total de superficie afectada en Río Negro fue de 1.200.000 ha. En La Pampa, hubo 1.300.000.
17.000 ha
- ardieron en Bariloche en el año 1996, antes de que se creara el Splif
- 20.000 ha
- ardieron en la provincia de Neuquén, en la temporada 2018/2019
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