Imputan por la muerte de Maradona al psicólogo y dos enfermeros
Carlos Díaz trató a Maradona en los meses previos a su fallecimiento y para los fiscales tuvo un papel clave. La calificación legal de la acusación es homicidio culposo por negligencia u omisión
La Fiscalía General de San Isidro decidió imputar al psicólogo Carlos Díaz, que trató a Maradona en los meses previos a su muerte. La decisión también incluye a la enfermera Dahiana Gisela Madrid, que reconoció haber mentido en su reporte a la empresa que la contrataba sobre supuestamente haber controlado a Diego, así como a otro enfermero, de nombre Ricardo Almirón, presente el 25 de noviembre.
La calificación en su contra es la misma que por la que se investiga al neurocirujano Leopoldo Luque y a la psicóloga Agustina Cosachov: homicidio culposo por negligencia u omisión, informó esta tarde Infobae.
Con respecto al psicólogo Díaz puntualmente, si bien la imputación es la misma que el resto, para los fiscales su participación en el cuidado de la salud de Maradona fue preponderante.
Según consta en el expediente en base a distintas pruebas recolectadas, se sumó al staff médico de Maradona en el mes de septiembre y tomó un papel fundamental en los cuidados del astro del fútbol. Tanto es así que, en las pericias a los teléfonos a los que tuvo acceso Infobae, surge que Luque y Cosachov tenían cierto recelo por el modo en que Díaz había tomado las riendas.
“Díaz fue anoticiado de que se inició una investigación en su contra, es la misma situación que Luque y Cosachov. Todavía no están definidas las indagatorias. Para eso esperaremos más pruebas como por ejemplo lo que diga la junta médica”, informan fuentes de los tribunales sanisidrenses.
Cosachov, la psiquiatra investigada por la muerte de Diego Armando Maradona, sumó su segunda imputación de los fiscales la semana pasada por “falsedad ideológica”, por haber asentado en un certificado y en una historia clínica que en octubre pasado el exastro futbolístico se encontraba buen estado de salud mental, sin ir a visitarlo, informaron fuentes judiciales.
Ya el 22 de enero último, un peritaje caligráfico determinó que la firma de Maradona utilizada por el otro imputado, el médico Luque, para solicitar su historia clínica a un sanatorio privado en septiembre de 2020 fue falsificada, por lo que los fiscales le notificaron al neurocirujano que lo investigaban por el delito de «uso de documento privado adulterado».
Maradona, la mayor figura de la historia del fútbol mundial, murió a los 60 años el 25 de noviembre de 2020 al mediodía, en una casa que su familia había alquilado en el barrio privado San Andrés, de Tigre, a dos semanas de su externación de la Clínica Olivos, donde había sido sometido a una neurocirugía por un hematoma subdural en el cerebro.
La autopsia determinó que murió como consecuencia de un «edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada» y descubrieron en su corazón una «miocardiopatía dilatada».
De acuerdo con los resultados de los estudios toxicológicos realizados, Maradona no tenía alcohol ni drogas ilegales en su organismo aunque sí detectaron psicofármacos.
El foco de la investigación penal está puesto en determinar si la internación domiciliaria era la adecuada para un paciente como Maradona, si hubo mala praxis médica y si la muerte del «10» se pudo haber evitado.
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