Importante salto de la superficie productiva de cebolla en Río Negro
Para la temporada 2020/2021 se proyectan cultivar unas 7.000 hectáreas. Este número representa un crecimiento interanual del orden del 50%. Demandará una inversión de más de 1.500 millones de pesos y picos de mano de obra de hasta 3.500 trabajadores por mes.
Las tierras de los valles rionegrinos se preparan para recibir la nueva temporada de cebolla. Informes preliminares estiman que se proyectan sembrar para el ciclo 2020/2021 poco más de 7.000 hectáreas de esta herbácea, superficie que representa un crecimiento de más del 50% con relación al año anterior.
Las inversiones para poner en marcha toda la cadena productivo-comercial superan los 1.500 millones de pesos y la demanda de mano de obra para cumplir con todo su ciclo se ubicará en un promedio mensual de 3.500 trabajadores en los momentos de mayor trabajo.
Los números no son menores y menos teniendo en cuenta la situación económica que atraviesa el país. La producción de cebolla viene de un buen año y las perspectivas de los productores de la región es que la demanda volverá a mantenerse firme en el ciclo que se avecina.
Como ocurre en otras actividades agropecuarias, la pandemia pareciera que no tuvo importantes efectos negativos en el desarrollo productivo y comercial del cultivo.
Para que tengamos un punto de referencia de lo que estamos mencionando, las 7.000 hectáreas que se proyectan sembrar en la temporada 2020/2021 representan poco más del 20% del total de la superficie frutícola que hoy se explota en los Valles de Río Negro y Neuquén.
De esta manera pasaría a ser el segundo cultivo de importancia que hoy tiene la región ligada a la producción para consumo humano. Punto de partida para seguir diversificando la oferta productiva de los valles regionales.
La superficie que ostentará Río Negro se la ubica en torno al 35% de la estimada para todo el país. Lo importante de la producción local es que parte significativa se orienta -por una cuestión de calidad y sanidad- al mercado externo. Es decir, conforman una nueva fuente de dólares genuinos que ingresan al país de la mano de la producción rionegrina.
“La producción de cebollas en nuestra Provincia está consolidada. Tiene muy buenos rindes y una alta calidad, dos variables clave para poder llegar en forma competitiva a los mercados externos. Para esta nueva temporada proyectamos un nuevo salto de la superficie a cultivar y una mayor participación de la Provincia sobre este tipo de producción a nivel país”, señaló el ministro de Producción y Agroindustria de Río Negro Carlos Banacloy.
Aseguró que el potencial que tiene Río Negro para el desarrollo de verduras y hortalizas es muy grande. “Es clave comenzar a trabajar en este objetivo”, agregó el funcionario y consideró que es fundamental dar inicio a un proceso de diversificación productiva que permitirá un crecimiento mucho más sostenido del sector (ver recuadro)
Migración
En el país se ponen en producción todos los años un promedio de 19.500 hectáreas de cebollas. De este número cerca de 14.000 hectáreas están concentradas, por una cuestión de suelos y clima, en el sur de Buenos Aires y los valles rionegrinos. El importante salto en la producción de cebolla que registra Río Negro en este último tiempo está definido por varios factores. Dos de ellos se encuentran entre los más importantes.
El primero, es la disponibilidad de tierras y agua que tiene la Provincia para el desarrollo del cultivo con un nivel de productividad que lo vuelve altamente competitivo, tanto en el mercado local como en el internacional.
El segundo de los factores esta dado por los problemas que presenta Buenos Aires para poder sostener sus niveles de producción. Históricamente de las 14.000 hectáreas que se desarrollaban en los valles de la región sur del país, bañados por los ríos Colorado y Negro, el 70% se la ubicaba en los partidos bonaerenses de Villarino y Patagones. Por esta amplia región de esta provincia cruza el río Colorado, que nace en el sur de Mendoza y trae el agua de deshielo desde la Cordillera.
Los proyectos iniciales determinaban que las aguas de este curso permitirían regar más 130.000 hectáreas de campos distribuidos entre ambos partidos, de los cuales históricamente alrededor de 10.000 se orientaban a la producción de cebollas. La tendencia decreciente del caudal del Colorado en estas últimas dos décadas determinó que muchos productores comenzarán a migrar hacia tierras rionegrinas ociosas o en estado de abandono, las que tienen garantizada la provisión del agua para todo el ciclo productivo de la cebolla.
Para esta temporada se prevé que una decena de productores que hasta el año pasado realizaba su producción de cebollas en tierras bonaerense migren para Río Negro. Es decir un parte importante de las 3.000 hectáreas adicionales que tendrán los valles rionegrinos en el ciclo 2020/2021 serán aportadas por productores de Buenos Aires. De mantenerse las condiciones de mercado de la temporada que recién finaliza, las colocaciones en las góndolas locales y las exportaciones de cebolla tendrán otro salto significativo. Según datos suministrados por la Aduana (DGA), las colocaciones externas muestran un importante crecimiento a partir del 2017 que fue cuando toca su piso de exportaciones con poco más de 26.000 toneladas.
Datos Clave
- 19.500
- son las hectáreas de cebolla que se cultivan, en promedio, en todo el país en cada temporada.
- 35%
- del total de siembra nacional se concentraría esta temporada en Río Negro, según las primeras estimaciones.
Banacloy: “La provincia tiene un enorme potencial”
“La producción de cebollas en nuestra provincia tiene que ser analizada para ver cómo podemos desarrollar otras hortalizas pesadas”, señaló el ministro Banacloy en diálogo con RÍO NEGRO.
En este sentido señaló que desde Mendoza se continúa abasteciendo el consumo de toda la Patagonia y este escenario es el que hay que comenzar a revertir. “Año tras años miles de toneladas de verduras y hortalizas llegan desde Mendoza y son comercializadas en los distintos mercados concentradores de la región. Es por ello que estamos trabajando con diversos proyectos para incentivar la producción local para sustituir en forma progresiva la importación que llega de otras provincias”, destacó Banacloy.
Uno de esos productos sobre los que están trabajando es el zapallo, que tiene buenos rindes en toda la región bajo riego, pero carece de infraestructura adecuada para su almacenamiento lo que no permite mantener sus cualidades y ser comercializado durante gran parte del año.
“Estamos en un momento de cambios, donde los alimentos vuelven a tener un rol protagónico en la nueva economía que se viene. Debemos aprovechar esta oportunidad con una mayor diversificación de nuestra oferta productiva”, confió el funcionario.
Mejora el caudal en el Colorado
El río Colorado padece una crisis hídrica desde hace más de 10 años y su caudal está en los niveles más bajos de la historia.
Sin embargo, las intensas lluvias y nevadas de fines de junio en la cordillera proyectan en las áreas de los cauces un crecimiento en la acumulación de agua entre el 20% y 60% respeto a la media de la última década.
Es por ello que no se descarta que, a partir de noviembre, el río Colorado comience a recuperar caudal para acercarse a la media de los 140 metros cúbicos por segundo.
Pero esta mejora no llegaría a la cebolla temprana que comienza a sembrarse a partir de agosto ya que el caudal en este momento se mantiene en sus límites inferiores. Algunos productores de Buenos Aires están previendo frenar la siembra de la cebolla temprana por lo que habría que esperar mermas en la oferta sobre este tipo de producto.
De ahí que las autoridades de Producción de la provincia de Buenos Aires insisten, entre las soluciones que aparecen en el horizonte, con el proyecto para hacer un trasvasamiento de aguas del río Negro al Colorado, de modo de compensar los faltantes para poder mantener los valles productivos.
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