Debate en Estados Unidos: duras acusaciones y chicanas, así fue el cruce entre Kamala Harris y Donald Trump

El republicano y la demócrata se midieron esta noche de cara a las presidenciales del 5 de noviembre.

Kamala Harris y Donald Trump se enfrentan este martes en un debate electoral en el que intentarán convencer a los estadounidenses indecisos para inclinar la balanza a su favor en unas elecciones presidenciales muy reñidas.

La vicepresidenta demócrata de 59 años y el expresidente y candidato republicano, de 78, no se conocen pero las presentaciones sobran. A las 21 hora local (las 22 hora argentina) dieron inicio al enfrentamiento verbal para exponer su visión de Estados Unidos.

Aunque no se han enviado preguntas por adelantado los temas del debate se intuyen

Según las encuestas, la economía es la principal preocupación de los ciudadanos así que es muy probable que parte del debate gire en torno a cómo piensa cada uno abaratar el costo de la vida.

Se hablará asimismo de migración ilegal en la frontera con México, uno de los temas favoritos del republicano, que amenaza con llevar a cabo una deportación masiva de migrantes si el 5 de noviembre recupera las llaves de la Casa Blanca.

Y del derecho al aborto, que Harris defiende a capa y espada y sobre el que Trump prefiere no explayarse para evitar ahuyentar votos.

Disponen de 90 minutos para convencer a los millones de espectadores que seguirán el duelo televisivo organizado por la cadena ABC.

Lo harán de pie, detrás de un atril. Sus únicas armas serán un bloc de notas, un bolígrafo y un vaso de agua. No habrá público. Los micrófonos solo estarán encendidos cuando les toque hablar.

Este primer debate entre ellos, y quizá el único, tendrá lugar en Filadelfia, la cuna de la democracia y donde se cree que se cosió la primera bandera estadounidense.

Pertenece a Pensilvania, uno de los siete estados bisagra, es decir que votan por uno u otro partido en función de los candidatos. Esto les otorga un poder descomunal en las elecciones debido al sistema de votación por sufragio universal indirecto.

«No sabemos qué puede pasar. Ella ha cambiado tanto su línea política en los últimos años«, comentó Trump sobre Kamala Harris en una entrevista este martes con la NBC. Según él esto le hará «mucho más fácil» la tarea en el debate. «Ya no tiene credibilidad», sostuvo el republicano.

Los demócratas se esperan golpes bajos. «No tiene límite en lo bajo que puede caer» y hay que «estar preparados para el hecho de que probablemente va a decir muchas mentiras», aseguró Harris en una entrevista difundida este lunes.


Debate en Estados Unidos: el minuto a minuto de un intenso cruce


Tal como se supuso, la primera pregunta del debate fue respecto a la economía y el costo de vida. Kamala Harris fue la primera en tomar la posta y centrar su respuesta en sus propuestas de «apoyar a familias pequeñas empresas».

Harris no perdió oportunidad para criticar a Trump y afirmó que él propone un recorte de impuestos destinado a «los millonarios y las grandes corporaciones». Dicho que fue rotundamente rechazado por su contrincante en el debate tras decir que su prioridad es imponte aranceles a las importaciones de países extranjeros. «Ella no tiene un plan, copió el plan de Joe Biden», arremetió Donald Trump.

El segundo tema que se discutió fue el aborto. En este aspecto Donald Trump consideró que Harris «eligió a un compañero de fórmula horroroso para este país que dice que esa ejecución está bien y a mi me parece que no está bien». Por su parte la opositora aseguró que las declaraciones del exmandatario son erróneas y expresó: «Trump seleccionó a tres miembros de la Corte Suprema e hicieron lo que él quería. En 20 estados hay prohibiciones de aborto. Trump no debería decirles a las mujeres lo que deben hacer con su cuerpo».

«Les prometo que cuando el Congreso apruebe la ley, con orgullo voy a afirmar que se las haga cumplir. Si gana Trump, sé que habrá un monitor que va a monitorear los abortos», destacó.

Por su parte la vicepresidenta destacó en su discurso la importancia de que haya un presidente que priorice a los ciudadanos y aseguró que Trump no lo hace. A lo que su opositor al replicar, fue contundente al decir: «Quiero que EE.UU vuelva a ser grande, si ella es presidenta, este país va a la catástrofe, va a ser Venezuela con esteroides».

El debate se desarrolló con chicanas y fuertes acusaciones. Por un lado Harris acusó a Trump de ser egocéntrico y usar un discurso monótono que los ciudadanos no quieren escuchar, y por el otro el candidato republicano hizo una dura acusación al afirmar que probablemente recibió «un disparo en la cabeza» por las críticas de sus oponentes.

-Joe Biden no escapó de las críticas de Trump al debatir sobre la guerra de Ucrania

Si bien los protagonistas del cruce fueron Kamala Harris y Donald Trump, este último no perdió oportunidad para criticar a Joe Biden.

El candidato se refirió a la guerra de Ucrania y aseguró que el actual presidente, no fue capaz de controlar la situación que es de gran interés para Estados Unidos. «Tenemos un presidente que ni sabe dónde está. Lo echaron de la campaña como un perro. Tenemos un presidente que no sabe que está vivo», expresó.

Ante esto Kamala Harris se refirió a la guerra de Ucrania pero se encargó de advertir sobre el rol de Vladimir Putin en el conflicto asegurando que no se por la resistencia, estaría tomando el resto de Europa. Aseguró que una relación con Putín podría quebrarse con rapidez ya que es «un dictador».

Trump ratificó que si es reelegido, él sería una pieza clave para ponerle fin a la situación entre Rusia y Ucrania. Aseguró que solo bastaría «un día» para traer la paz, pero no ahondó en detalles.

-Kamala aseguró que su opositor busca dividir Estados Unidos utilizando la identidad racial

La representante demócrata trajo a debate el tema sobre la identidad racial y aseguró que este es un discurso que Trump utiliza para dividir a Estados Unidos. De esta manera calificó su postura como una «tragedia» y resaltó que no se debe fomentar «la división entre razas».

Luego de esto recordó que el exmandatario fue investigado por negarse a alquilar propiedades a «familias negras».

Donald Trump intentó desviar las acusaciones y afirmó que Harris solo «está exagerando». «No me importa, me da igual. Están exagerando. No importa ni un pepino, lo que quiera ser, que sea. Yo leí que ella no era negra, luego leí que sí lo era. Y está bien, lo uno o lo otro me da igual», expresó.

-Kamala Harris cerró el debate con un compromiso hacia EEUU y Donald Trump reiteró sus críticas a la gestión de Biden

Para cerrar el debate que duró 90 minutos, Kamala Harris expresó su compromiso con Estados Unidos y estableció que irá por la creación de una economía de oportunidades para el país brindando apoyo a las familias para que superen el costo de vida. «Seré la presidente de todos los estadounidenses», dijo.

Según la vicepresidenta su medida fortalecerá la economía interna y contribuirá a mantener la posición de liderazgo de Estados Unidos a nivel mundial.

En cuanto al candidato republicano, este prefirió reiterar sus críticas a la gestión de Joe Biden en temas como la seguridad fronteriza y la política exterior. También arremetió contra Harris al decir que es «la peor vicepresidente».

Al igual que en el debate que se realizó la anterior vez contra Joe Biden, Trump sostuvo que el Gobierno actual tuvo «tres años y medio para arreglar el problema de la frontera», pero hasta ahora no lo ha hecho. Opinó que deberían tomar medidas inmediatas desde la Casa Blanca y convocó a que todas las partes cumplan con lo que prometieron.

Finalmente afirmó que Estados Unidos se convirtió en una «nación fallida y en declive», argumentando que actualmente el país es objeto de burla a nivel internacional.


Debate en Estados Unidos: más política, menos insultos


Entre los curiosos congregados frente al lugar se encontraba Tim Smith, partidario de Harris.

Este artista de 39 años espera «oír hablar de las políticas que quieren seguir en lugar de insultos o ataques«, cuenta a la AFP.

Durante décadas estos debates permitían a un candidato distinguirse de su rival, pero no hacían mella en la campaña.

Hasta el pasado junio, cuando el pésimo desempeño del presidente Joe Biden precipitó su caída hasta que el 21 de julio pasó el testigo a su vicepresidenta.

Desde entonces ella se ha convertido en un fenómeno político. Recabó un apoyo masivo en cuestión de horas, rompió récords en recaudación de fondos, saboreó una nominación triunfal en la convención demócrata de Chicago y consiguió igualar mucho las encuestas sobre la intención de voto.

Pero muchos estadounidenses (el 28% según un sondeo New York Times/Siena College) no se hacen una idea de cómo es y qué propone. Así que tendrá que convencerlos.

Su rival, que fue blanco de un intento de asesinato en julio, es archiconocido y suscita pasión y odio a partes iguales.

Sus simpatizantes le han sido fieles a pesar de sus procesos judiciales, que Harris, una exfiscal, podría recordarle.

Y al contrario de junio, cuando todos los focos alumbraban a Biden para intentar dilucidar su estado físico y mental, ahora el blanco será él.

Cualquier despiste o incoherencia podría pasarle factura frente a una rival 20 años más joven, a la que Trump acusará de lo que considera un mandato fallido de Biden, en particular sobre migración e inflación.


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