Huerta de otoño: cómo nutrir y preparar la tierra para cultivarla
Cómo hacer una huerta familiar. Qué factores debemos tener en cuenta para que nuestra producción casera sea óptima.
Por Victoria Rodriguez Rey (@victoriarodriguezrey)
Hace unos días se celebró el Día Internacional de la Madre Tierra. Algo así como un llamado sobre las atrocidades que está ocurriendo sobre este sistema que nos contiene y del que somos parte. A juzgar por el trato que estamos haciendo en materia de explotación, contaminación, extractivismo, deforestación, incendios, la tierra pareciera estar por colapsar.
Difícil resulta cambiar en este momento un sistema de consumo excesivo, que alimenta la rueda de producción desenfrenada impactando negativamente sobre el planeta. Todo el circuito de industrialización alimentaria genera volúmenes colosales de contaminación, desde su producción con agrotóxicos hasta la distribución de los alimentos.
Sin embargo, hay organizaciones familiares que llevan adelante otras formas de producir y consumir en armonía con la biodiversidad. La Agroecología, como base de la Soberanía Alimentaria, es la propuesta.
Sabiendo que estamos transitando la estación de otoño, es un gran momento para indagar sobre qué y cómo cultivar, al menos una porción, de nuestros alimentos. En otoño, es ideal para limpiar los restos de un verano próspero, para nutrir la tierra con materia orgánica y para anticiparnos al frío y planificar los próximos cultivos. Despejar el espacio para volverlo a recrear.
¿Qué podemos cultivar en este momento? Generalmente todas las hortalizas de hojas verdes: espinaca, cebollita de verdeo, ajo puerro, escarola, achicoria, rúcula, habas, arvejas y ajo.
Tanto la espinaca, como la cebollita, el ajo puerro, la achicoria y la rúcula se siembran de forma directa a chorrillo o también se puede hacer un almacigo. Para el resto (habas, arvejas, ajo común) se recomienda hacer huecos y colocar 1 o 2 semillas dejando distancia entre hueco y hueco.
La luna llena indica que es el momento para mejorar las condiciones de la tierra. A medida que vaya decreciendo, luna menguante, sería el mejor periodo para sembrar ya que la energía se concentra en las raíces de las plantas.
La ingeniera agrónoma Ana Scarso nos brinda algunas ideas para tener en cuenta en la producción de esta temporada.
El lugar: la mejor opción es destinar un espacio de la huerta donde le de sol, al menos seis horas al día. El calorcito de la siesta, va a ayudar a que el suelo entibie y en conjunto con la humedad va a facilitar la germinación
El riego: atención a la cantidad de agua. Cuidado con el riego porque ahora que no hace tanto calor o los días están muy nublados no hay tanta evapotranspiración, lo que significa que, hay que regar menos.
Las heladas: si le temes a que las heladas le hagan algo a las plantas, una vez que germinaron podes cubrirlas con una mantita anti-heladas para protegerlas o bien podes pensar en hacer algún tipo de túnel bajo en polietileno, pero acordarte de la ventilación del túnel.
Compost: los restos de hojas que van quedando de esta estación, las podes compostar o usarlas como cobertura vegetal en la huerta. No las tires ni las quemes.
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