Home office: 6 tips para no llegar a diciembre con la cabeza más quemada
Saturación de reuniones por zoom. Horarios laborales que se alargan a casi todo el día. Sospechas de jefes de que sus empleados no trabajan tanto desde sus casas. Una locura todo. ¿Cómo sobrellevar todo esto?
Hay por lo menos 6 tips saludables ideales que ayudarán a seguir trabajando de manera remota en medio de la pandemia, cuidando el bienestar físico y mental, por lo menos hasta que lleguen las necesarias vacaciones.
Porque esto viene para largo. Ya no se habla tanto de post Covid 19 sino de “convivir con el virus” de ahora en más. Por lo tanto el regreso a las oficinas no se dará en lo inmediato. En este contexto, especialistas de la consultora Randstad consideran fundamental lograr un mejor equilibrio entre las responsabilidades del trabajo, el ocio y el descanso, poniendo especial atención en el cuidado de la salud física y mental. Es así que armaron un listado a considerar por quienes hoy trabajan en modo home office.
Los efectos adversos del aislamiento: no olvidarlos
“Tomando en cuenta que la vuelta a las oficinas en muchas provincias se hace esperar y que muy probablemente se de en un formato gradual y mixto, con días en la oficina y días en home office, crece en las organizaciones la preocupación por los efectos adversos del aislamiento en sus colaboradores. El estrés, la incertidumbre y la adaptación a la nueva normalidad que en mayor o menor medida sufrimos todos en estos meses requieren tanto la intervención y acompañamiento por parte de los empleadores, como la incorporación de rutinas y hábitos saludables por parte de los trabajadores”, afirmó Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina y Uruguay.
Según el equipo de expertos de Randstad, estos son los 6 factores clave para poder seguir trabajando desde casa cuidando la salud y el bienestar emocional, a pesar de los desafíos diarios que nos impone la pandemia:
1. La rutina es todo
Para poder trabajar desde casa es muy importante establecer límites claros entre el tiempo laboral y el tiempo personal y tratar de seguir una rutina que impida que el trabajo invada todo. Aunque estés en casa, el descanso también es importante, por eso hay que asegurar los espacios y los momentos para el relax físico y mental. Realizar pausas activas en tu jornada laboral una vez por hora te ayuda a desconectarte y evitar el sedentarismo. Asegurar en tu agenda diaria el tiempo para pausas más largas, por ejemplo para el almuerzo y la merienda, te ayudará a distender y retomar el trabajo con más energía y foco. Cambiar de aire, aprovechando los distintos espacios disponibles en tu hogar, como el balcón, patio o terraza, o saliendo a dar una vuelta a la manzana, es recomendable cuando el ritmo de trabajo se hace intenso.
2. Dónde y cómo importa
En la medida de las posibilidades que tengas en tu casa y en función de los acuerdos de convivencia con el resto de la familia, es importante delimitar un espacio fijo de trabajo. No es necesario que sea una habitación completa, pero sí un espacio independiente con las condiciones mínimas de confort para el trabajo. Puede ser una mesa o escritorio con una buena silla que cuide tu postura y una iluminación adecuada. Guardar tus elementos de trabajo y “mudarte” de ese espacio al finalizar la jornada de trabajo ayudará a tu mente a desconectarse de las preocupaciones y a entender cuándo estás en horario laboral y cuándo es tiempo de relajarse y dedicarse a otras actividades.
3. En tiempos virtuales: desconectar
Ahora que las reuniones laborales han migrado a salas de Zoom y otras aplicaciones de videoconferencias, pareciera que uno debe estar disponible en todo momento y que no hay tema que no requiera una reunión virtual. Está comprobado que los encuentros virtuales generan más cansancio que las reuniones presenciales porque requieren mayor atención y mucho más cuando suceden en continuidad una detrás de la otra. La recomendación es que te alejes de las pantallas tanto como puedas y evalúes, en cada caso, si es necesaria una reunión virtual o el tema en cuestión puede resolverse con una llamada telefónica o con un simple correo electrónico.
Está comprobado que los encuentros virtuales generan más cansancio que las reuniones presenciales porque requieren mayor atención y mucho más cuando suceden en continuidad una detrás de la otra. La recomendación es que te alejes de las pantallas tanto como puedas
Andrea Ávila, CEO de Randstad
4. Buscá conexiones reales
La cuarentena nos ha privado de la presencialidad y el contacto humano, tan importante para nuestro bienestar emocional. Si estás aislado físicamente de tus seres queridos es importante que sostengas los vínculos a pesar de la distancia. En el plano laboral, también suma que busques momentos para la socialización y el contacto con colegas por fuera de las interacciones puramente laborales. Tus horarios de descanso y las pausas son excelentes momentos para una caminata con un amigo con el adecuado distanciamiento, un almuerzo virtual con algún colega o una simple charla telefónica con un familiar. Hacé que los medios tecnológicos jueguen a tu favor para estar cerca de tus afectos.
5. Cuidá tus fuentes de energía
El confinamiento, el cambio abrupto de rutinas, la ansiedad y el miedo por la propagación del virus y la preocupación por la evolución de la economía hacen que nuestros niveles de energía bajen considerablemente y suba el estrés. En este contexto, resulta crucial cuidar las fuentes primarias de energía como la alimentación, el ejercicio y el descanso.
Una alimentación balanceada, rica en frutas y verduras, va a ayudar a que te sientas más liviano y lleno de energía. Cualquier actividad física es buena para desconectar después de la jornada laboral, alivia la ansiedad y reduce el estrés. Para asegurar un buen descanso, reducí el uso de pantallas al menos una hora antes de acostarte y tratá de sostener una misma rutina de horarios para ir a dormir.
6. Permitido jugar
La ansiedad, el estrés y el “burn out” están a la orden del día como producto de las exigencias y el ritmo de trabajo cotidiano y se potencian por efecto del aislamiento. El ocio creativo, los juegos, deportes y actividades recreativas son el mejor recurso para descomprimir y mantener la moral en alto. Darle rienda suelta a un hobbie o a una actividad que te divierta, lejos de interferir con tus responsabilidades laborales va a impactar positivamente en tu productividad.
“Contener y acompañar a los equipos para que el home office no genere efectos adversos en la salud física y emocional de los colaboradores y reformular los espacios de transmisión de la cultura y valores organizacionales son los grandes desafíos que tenemos por delante, para que los nuevos esquemas de trabajo flexible y remoto que seguramente quedarán cuando dejemos atrás la pandemia sean experiencias positivas para todas las partes”, concluyó Andrea Ávila.
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