Histórico acuerdo EE. UU.-Vietnam
Los antiguos enemigos firmaron un pacto comercial que normaliza las relaciones
Washington (EFE).- Veinticinco años después del final del largo conflicto que les enfrentó, Estados Unidos y Vietnam hicieron ayer historia con la firma de un acuerdo comercial que culmina el proceso de normalización de sus relaciones.
El acuerdo, logrado tras cuatro años de negociaciones, fue firmado en Washington por la representante de Comercio Exterior de EE.UU., Charlene Barshefsky, y el ministro vietnamita de Comercio, Vu Khoan.
«Este es otro paso histórico en el proceso de normalización y reconciliación entre nuestros países», dijo el presidente de EE.UU., Bill Clinton, al anunciar el acuerdo en la Casa Blanca.
Los términos del acuerdo incluyen una sustancial reducción de los aranceles estadounidenses a la importación de productos fabricados en Vietnam, así como una apertura de varios sectores de la economía vietnamita hasta ahora vedados a las empresas norteamericanas.
El acuerdo tiene que ser ratificado todavía por las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos, aunque no se esperan problemas.
El acuerdo será ventajoso sobre todo para Vietnam, ya que ese país espera poder facilitar así su acceso a la Organización Mundial de Comercio (OMC), mientras intenta reavivar la inversión extranjera, que se ha debilitado en los últimos tres años.
Además, Estados Unidos daría a Vietnam el estatuto de relaciones comerciales normales, el mismo que actualmente discute su legislativo para China. Para EE.UU., este acuerdo supone, además de un aumento del acceso de sus empresas a los crecientes mercados asiáticos, una cuestión muy emotiva, ya que se produce 25 años después del final de la guerra de Vietnam.
Ambas partes esperan que este acuerdo permita un importante aumento de los intercambios comerciales entre ambos países, que en 1999 totalizó algo menos de mil millones de dólares. «El acuerdo aumentará drásticamente los mercados de Vietnam, a la vez que creará empleos en ambos países», dijo Clinton.
El acuerdo supone también que Estados Unidos continúa su apertura política y comercial a los pocos países comunistas que quedan en el mundo, con la notoria excepción de Cuba.
China y Vietnam, con acuerdos comerciales, y Corea del Norte, a quien Washington alivió recientemente las sanciones económicas, han visto en los últimos meses el acercamiento estadounidense, mientras el Congreso sigue demorando cualquier apertura hacia Cuba.
Bill Clinton señaló que, con el acuerdo firmado ayer, Vietnam también «se abre al mundo», ya que aumentará la competencia económica y los derechos de las empresas privadas.
«Esperamos que el aumento del comercio irá de la mano con un mayor respeto a los derechos humanos y normas laborales», añadió el presidente, quien no dejó de recordar la trágica historia que une a los dos países.
La guerra de Vietnam costó la vida a unos 58.000 estadounidenses, además de otros 2.000 que aún figuran como desaparecidos (presumiblemente muertos) y un número mucho mayor de vietnamitas de ambos bandos.
Estados Unidos y Vietnam reanudaron sus relaciones diplomáticas recién en julio de 1995.
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