Historias (literarias) del Chelsea Hotel
Néstor Tkaczek
ntkaczek@hotmail.com
Datos
- Mientras miraba hace unos días a Al Pacino desplazarse por el lobby o por la enorme habitación del Waldorf-Astoria en “Perfume de mujer”; uno se da cuenta que ese espacio pertenece a otro tiempo, al tiempo de los grandes hoteles de finales del XIX y comienzos del XX que tenían singularidad, estilo y aportaban cierta distinción entre bohemia y señorial.
- Inmediatamente recordé un hotel emblemático en el mundo de la cultura. El hotel Chelsea tiene más de ciento veinte años, es patrimonio histórico de Nueva York, y un ícono de un tiempo en que algunos hoteles eran lugares permanentes para los artistas. Sus paredes guardan las voces, los gestos, las andanzas de personajes que fueron parte central de la historia del siglo que se fue. Me quiero detener únicamente en algunos escritores que vivieron en el hotel y al amparo de sus salones egregios escribieron textos que quizás vos lector/a hayas leído.
- Arthur Miller es un dramaturgo ineludible del teatro contemporáneo, entre sus títulos más renombrados podemos citar a “La muerte de un viajante” o “Panorama desde el puente”. Miller se instaló en el Chelsea para escribir “Las brujas de Salem”, y se tomó su tiempo…, vivió en el hotel siete años hasta que finalizó la obra que alude en forma elíptica a la “caza de brujas” que en la década del 50 sufrieron muchos intelectuales de manos del senador Joseph McCarthy.
- Arthur C. Clarke, el autor de “2001, odisea en el espacio” escribió esta obra en las habitaciones del hotel. Viejos empleados cuentan que escribía de noche y con un telescopio en su habitación con el que se pasaba horas examinando el cielo.
- Los máximos íconos de la denominada “generación beat” Kerouac, Ginsberg y Burroughs vivieron en el Chelsea una vida descontrolada y llena de excesos. Sin embargo, William Burroughs, en 1959, escribió parte de su novela más famosa, “El almuerzo desnudo” en una de las habitaciones del hotel.
- Como todo gran edificio antiguo que se precie, también tiene sus fantasmas. Algunos residentes y huéspedes aseguran haber visto deambular por el hotel a Dylan Thomas, el autor de “Retrato de un artista adolescente”, quien murió alcoholizado en una de sus habitaciones.
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